Rusia en la OTAN
Al firmarse el Acta sobre las relaciones, la cooperaci¨®n y la seguridad mutuas entre la OTAN y la Federaci¨®n de Rusia el 27 de mayo de 1997, se abri¨® un proceso de acercamiento que s¨®lo obstaculiza el af¨¢n de la OTAN de expandirse hacia el Este y la oposici¨®n radical de Estados Unidos a que, en una organizaci¨®n que considera propia, entre una gran potencia, como es Rusia, en virtud del territorio, poblaci¨®n y recursos, por devaluada que hoy se encuentre.
El 11 de septiembre de 2001 apareci¨® en este peri¨®dico una columna con el t¨ªtulo ?Rusia en la OTAN? A las tres de la tarde, despu¨¦s del ataque terrorista a las Torres Gemelas, no cab¨ªa ya la menor duda de que pronto habr¨ªa que quitar los signos de interrogaci¨®n, aunque no pensara que en plazo tan breve. Rusia se ha adherido a la OTAN de manera peculiar, formalmente fuera pero vinculada en un consejo que la incluye, f¨®rmula que permite una integraci¨®n controlada, es decir, sin que Rusia pueda vetar una decisi¨®n que Estados Unidos estime importante, pero satisfaciendo en buena medida las aspiraciones europeas de acercamiento a Rusia, condici¨®n que, sobre todo Alemania, considera indispensable para la estabilidad de la Europa del Este. De hecho se ha disuelto la OTAN de la guerra fr¨ªa y ha nacido otra, esta vez una organizaci¨®n m¨¢s pol¨ªtica que militar, aunque de creer a Aznar y Blair debiera, como la anterior, continuar siendo m¨¢s militar que pol¨ªtica, pero esta vez sin un ¨¢rea limitada y con misiones a fijar en cada situaci¨®n.
El acercamiento de Rusia a la OTAN es consecuencia directa de la derrota que sufri¨® en Afganist¨¢n frente a un integrismo isl¨¢mico, apoyado por Estados Unidos. Descalabro que en buena parte contribuy¨® al desplome de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Rusia ha dejado un enorme vac¨ªo en Asia Central que Estados Unidos se ha apresurado a llenar, m¨¢xime cuando a partir de 1994 se ha confirmado la existencia de petr¨®leo en grandes cantidades en el mar Caspio, una regi¨®n en la que, debido a su situaci¨®n estrat¨¦gica, va a decidirse la hegemon¨ªa mundial.
Durante la confrontaci¨®n Este-Oeste, Europa era el continente en el que estadounidenses y rusos se jugaban el dominio del mundo. Nos va a costar asumir que Europa ha dejado de ser el eje estrat¨¦gico principal, que se ha trasladado a Asia, y en un primer momento al Asia Central, aunque la lucha definitiva tendr¨¢ lugar en el lejano Oriente. Lo que durante la guerra fr¨ªa signific¨® Alemania para Estados Unidos, lo representa hoy Turqu¨ªa, una vez que Irak e Ir¨¢n, dos pa¨ªses clave en este escenario, han escapado al control norteamericano y, por tanto, constituyen parte del eje del mal.
Despu¨¦s de casi un decenio de discutir ventajas e inconvenientes de una apertura euroatl¨¢ntica, y una vez que ha quedado claro lo enormemente arriesgado de intentar oponerse a la expansi¨®n estadounidense en la regi¨®n, buscando los apoyos de China, India e Ir¨¢n, Putin ha pactado con EE UU la presencia de ambas potencias en Asia Central. En las cinco rep¨²blicas que pertenecieron en su d¨ªa a la URSS, la influencia de Rusia es hoy muy desigual. Escasa en Kazajist¨¢n, pese a tener 7.200 kil¨®metros de frontera com¨²n y con tendencia a disminuir en Uzbekist¨¢n y en Turkmenist¨¢n, para empezar con las tres rep¨²blicas con recursos petrol¨ªferos. En cambio, Tayikist¨¢n, que sufri¨® una guerra civil entre 1992 y 1997, en la que intervino militarmente Rusia, es hoy casi un protectorado. Kirguizist¨¢n, sin otro bien que oro en peque?as cantidades, se mantiene en la ¨®rbita rusa aunque a la expectativa.
El integrismo isl¨¢mico de los talibanes amenazaba con extenderse por toda la regi¨®n y ha sido Estados Unidos el que hasta ahora, veremos por cu¨¢nto tiempo, ha logrado un cierto control de Afganist¨¢n, poniendo un dique a la expansi¨®n islamista, lo que no hab¨ªa conseguido Rusia. Claro que ¨¦sta se enfrent¨® a unos talibanes que contaban con el apoyo estadounidense, mientras que EE UU gan¨® la batalla con el apoyo total de Rusia. En todo caso, Rusia no ha tenido otra opci¨®n que compartir con EE UU una regi¨®n estrat¨¦gica fundamental que desde finales del XIX hab¨ªa controlado ella sola.
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