'El efecto del 11-S todav¨ªa no ha pasado'
El responsable de la compa?¨ªa a¨¦rea critica el aumento de los costes de seguridad y tasas
Jean-Cyril Spinetta, de 58 a?os, tiene un curr¨ªculum lleno de cargos en la Administraci¨®n francesa, como corresponde a un antiguo alumno de L'Ecole Nationale d'Administration, la prestigiosa ENA. En el ¨²ltimo de ellos, la presidencia de Air France, que ocupa desde 1997, ha podido demostrar que las empresas p¨²blicas pueden ser rentables en sectores tan complicados, incluso, como el a¨¦reo. Y se muestra satisfecho de ello. En un dif¨ªcil a?o para las compa?¨ªas como fue el pasado, Air France consigui¨® cerrar el ejercicio con unos beneficios netos de 153 millones de euros, una cifra inferior en un 63,7% a la del ejercicio anterior, pero que no ti?e el balance de rojo. Es m¨¢s, ha sido la compa?¨ªa a¨¦rea europea m¨¢s rentable.
'Hay que mejorar la seguridad. Pero son los Estados los que deben asumir, en su mayor parte, los gastos'
'Air France e Iberia firmaron un modesto acuerdo bilateral en el a?o 2000 y no hay ninguna otra negociaci¨®n'
Pregunta. ?C¨®mo ha conseguido tan buenos resultados?
Respuesta. Creo que la raz¨®n esencial es una buena organizaci¨®n de la empresa para sacar partido de lo que constituye el n¨²cleo de nuestro negocio, que es la red. La clave est¨¢ en haber constituido una buena red y haberla hecho vivir, en haber desarrollado en el aeropuerto Charles de Gaulle, de Roissy (Par¨ªs) una gran plataforma de conexiones, el mayor hub europeo, lo que es muy importante, y en haber trabajado asociados con otros miembros de SkyTeam. Adem¨¢s, reaccionamos adecuadamente despu¨¦s del 11 de septiembre con medidas como la reducci¨®n de la capacidad de vuelo, pero con una obsesi¨®n: mantener ¨ªntegra la red y preservar su fuerza. Claro que tambi¨¦n hemos hecho otras cosas, como mantener una buena cohesi¨®n social en la empresa que ha permitido poner en marcha medidas de adaptaci¨®n.
P. ?No tiene problemas con colectivos a veces dif¨ªciles, como el de pilotos?
R. Problemas no, discusiones s¨ª, como todas las compa?¨ªas a¨¦reas. Pero nosotros nos hemos beneficiado de la voluntad del principal sindicato de pilotos de instaurar un marco de relaciones laborales estables para varios a?os, que se firm¨® en 1998. Eso nos ha dado el tiempo suficiente para poder construir juntos. Ahora se est¨¢ renegociando ese acuerdo y, aunque pueden surgir dificultades, creo que todav¨ªa existe esa voluntad compartida entre la empresa y los pilotos de mantener la estabilidad. Tenemos para lograrlo hasta el pr¨®ximo 31 de enero. Hay que trabajar en ello.
P. ?Se ha pasado el efecto del 11 de septiembre para las compa?¨ªas a¨¦reas?
R. No. El efecto psicol¨®gico, sin duda, porque las compa?¨ªas a¨¦reas hemos hecho tremendos esfuerzos en materia de seguridad y los clientes se han tranquilizado. Pero, desde el punto de vista econ¨®mico, la demanda est¨¢ todav¨ªa por debajo de la que hab¨ªa hace un a?o. Si se confirman los signos de recuperaci¨®n econ¨®mica, sobre todo en Estados Unidos, se podr¨ªa pensar en mejores perspectivas de crecimiento para el transporte a¨¦reo, pero, hoy por hoy, el mercado est¨¢ todav¨ªa muy dubitativo, lo que nos lleva a tener que ser muy prudentes en la fijaci¨®n de objetivos y muy rigurosos en la gesti¨®n de las empresas.
P. El 11 de septiembre ha levantado la pol¨¦mica sobre los costes y las ayudas en el sector. ?Cree que las compa?¨ªas europeas deber¨ªan haber recibido el mismo trato que las americanas?
R. No voy a juzgar lo que han hecho en Estados Unidos. La situaci¨®n all¨ª ha sido tan terrible despu¨¦s del 11-S para las compa?¨ªas que era su propia existencia lo que estaba en juego y, en el fondo, en una situaci¨®n as¨ª, no se sabe muy bien qu¨¦ hacer. No me parece chocante el hecho de que el Gobierno Federal haya ayudado a las compa?¨ªas, lo que no hubiera sido aceptable es que practicaran m¨¦todos de dumping en las l¨ªneas entre Europa y EE UU.
P. ?Lo practicaron?
R. Bueno, el pasado oto?o pudo existir esa tentaci¨®n, pero se par¨® r¨¢pidamente gracias a los esfuerzos de la comisaria europea Loyola de Palacio, y las compa?¨ªas americanas respetaron las reglas de una buena competencia.
P. Las europeas tambi¨¦n recibieron ayudas.
R. Recibimos compensaciones por los d¨ªas en los que estuvo cerrado el espacio a¨¦reo de Estados Unidos, nunca ayudas de Estado. Ni las recibimos ni las pedimos. Lo que s¨ª demandamos entonces, y lo seguimos demandando, es que el 11 de septiembre no se convierta en una situaci¨®n dif¨ªcil para todos los operadores a¨¦reos por el aumento de los costes suplementarios que ha supuesto. Es realmente sorpendente que en un momento tan dif¨ªcil para el sector, y justo cuando las compa?¨ªas estamos haciendo esfuerzos para recortar costes, suban los seguros y las tasas de aeropuertos. ?Claro que hay que mejorar la seguridad!, pero las compa?¨ªas a¨¦reas no deben pagar la mayor parte de los gastos, que deben ser asumidos por los Estados, de los cuales depende la seguridad. Hace falta que los reguladores europeos y norteamericanos reflexionen sobre esa facilidad que tienen para aumentar los costes suplementarios del sector.
P. ?Tanto han aumentado?
R. El gasto en seguros lo hemos tenido que multiplicar por 50, los de seguridad se han triplicado y las tasas han subido entre el 15% y el 20%, y, la verdad, no entiendo muy bien por qu¨¦, cuando en las compa?¨ªas se nos pide a todos que hagamos esfuerzos para recortar costes. Mire, antes del 11 de septiembre, Air France pagaba dos millones de d¨®lares al a?o para estar asegurados contra el riesgo de terrorismo en los aviones, pasajeros y da?os en tierra, y ahora piden que paguemos 100 millones de d¨®lares. Comprenda que estemos algo nerviosos.
P. ?Y qu¨¦ soluci¨®n ve?
R. En el fondo, lo que pas¨® el 11 de septiembre fue un acto de guerra, as¨ª que lo que hay que preguntarse es si las aseguradoras privadas pueden cubrir ese tipo de riesgos. Como no es as¨ª, hay que imaginar otro sistema. Estamos proponiendo uno como el que quieren hacer los americanos, que es la constituci¨®n de una mutualidad entre las compa?¨ªas europeas. A mi entender, es el ¨²nico sistema razonable, y estamos dispuestos a contribuir a ¨¦l, pero no estamos dispuestos a pagar a las aseguradoras primas multiplicadas por 50.
P. El Estado es todav¨ªa due?o de la mayor¨ªa de Air France. ?No se va a privatizar?
R. Ese estatus no le ha impedido tener buenos resultados. En cualquier caso, es el accionista, es decir, el Gobierno, el que tiene que decidir si la composici¨®n del capital de Air France va a continuar igual o no.
P. ?Le parece buena la idea de un cielo ¨²nico en Europa?
R. S¨ª, es una buena idea que haya un solo sistema de coordinaci¨®n del cielo europeo, como propone Loyola de Palacio. Pero, incluso aunque se mantengan los sistemas nacionales de control a¨¦reo, el espa?ol, el franc¨¦s o el alem¨¢n..., har¨ªa falta una autoridad que los coordinara. Hay que tratar el tema desde el punto de vista pragm¨¢tico y realista m¨¢s que desde la ideolog¨ªa, porque el mercado europeo es una realidad y su cielo necesita una gesti¨®n coordinada.
P. ?Cu¨¢les son los principales obst¨¢culos para conseguirlo?
R. Dejando aparte el problema de Gibraltar, insisto en que hay que ir a los aspectos pragm¨¢ticos y explicar a los controladores a¨¦reos de los pa¨ªses europeos que se les pide m¨¢s coordinaci¨®n, y que eso no implica ni mucho menos poner en cuesti¨®n su actual estatus. No es ¨¦se el ¨¢nimo ni de Bruselas ni de las compa?¨ªas.
P. ?Y no hay problemas tambi¨¦n entre los pasillos a¨¦reos militares y los civiles?
R. S¨ª, pero cada vez menos. Era un tema de envergadura en Francia. Pero se han hecho avances.
P. ?Cree que el sector quedar¨¢ definitivamente configurado como hasta ahora, con tres alianzas principales?
R. Todo est¨¢ pensado para que as¨ª sea, y existen las tres sobre el papel, pero, en realidad, la no conclusi¨®n de los acuerdos a principios de a?o entre British Airways y American Airlines ha hecho que las dos alianzas eficientes e integradas sean SkyTeam, en la que est¨¢ Air France, y Star Alliance (Lufthansa) y no Oneworld (en la que se integra Iberia con British Airways).
P. ?Le gustar¨ªa tener a Iberia como miembro de la SkyTeam?
R. Air France e Iberia firmamos un modesto acuerdo bilateral en julio de 2000 y no hay ninguna otra negociaci¨®n entre las dos compa?¨ªas en este momento.
P. ?Cree que habr¨¢ fusiones en el sector?
R. S¨ª, pero si siempre las fusiones de empresas son dif¨ªciles, en el sector a¨¦reo lo son m¨¢s. Por eso creo que el pre¨¢mbulo para alcanzarlas son alianzas s¨®lidas.
'No tenemos que imitar a las compa?¨ªas de bajo coste'
Cuando Spinetta present¨® la semana pasada los resultados de Air France en conferencia de prensa, parte de su intervenci¨®n se dedic¨® al desarrollo de las compa?¨ªas a¨¦reas de bajo coste, que han tomado la delantera en rentabilidad a las grandes compa?¨ªas. P. ?Le preocupa este fen¨®meno? R. No estoy preocupado, aunque s¨ª pendiente. En Francia estamos acostumbrados hace ya m¨¢s de 20 a?os a tener una fuerte competencia con el tren de alta velocidad y Espa?a tambi¨¦n lo est¨¢. Ese tren tiene las mismas caracter¨ªsticas comerciales que las compa?¨ªas de bajo coste en los mercados franc¨¦s y espa?ol. S¨ª pueden entrar para hacer l¨ªneas intraeuropeas, pero creo que lo que no podemos hacer las compa?¨ªas cl¨¢sicas, como Air France, es imitarlas, sino mejorar nuestro negocio y desarrollar nuevas estrategias comerciales, tarifas distintas para determinados colectivos... Hay que tenerlas en cuenta, pero sobre todo, no imitarlas. Ahora parece que las compa?¨ªas de bajo coste son nuevas y han encontrado algo as¨ª como la piedra filosofal para desarrollar el negocio, pero nos olvidamos de que la primera europea, Debonair, quebr¨® hace dos a?os. Es un fen¨®meno que hay que tomar en serio y rigurosamente, pero que no nos puede llevar a ponernos nerviosos ni a correr tras ellas, porque, sin caer en la arrogancia, las compa?¨ªas tradicionales tenemos los recursos suficientes para afrontar su competencia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.