El gallo en su corral
El uruguayo Dar¨ªo Silva tiene ante Senegal el encuentro que reclama su esp¨ªritu bravuc¨®n
Lo ¨²nico que no llama la atenci¨®n de Debrai Dar¨ªo Silva (29 a?os) es el pelo. En el Mundial m¨¢s crom¨¢tico de la historia -las cabelleras de los japoneses han superado todas las previsiones-, el rubio te?ido del delantero uruguayo del M¨¢laga es una an¨¦cdota m¨ªnima en una biograf¨ªa futbol¨ªstica y personal llena de notas de color. Hoy, contra Senegal, Uruguay se juega la supervivencia en el Mundial, es decir uno de esos momentos que miden la entereza de los futbolistas y que s¨®lo desean los m¨¢s grandes o los m¨¢s bravos.
Dar¨ªo Silva pertenece a los segundos. Bravuc¨®n y dicharachero, entregado a la causa futbol¨ªstica pero nunca ajeno a los aspectos colindantes del partido, seguramente viene so?ando con este encuentro, con el honor uruguayo en juego, tanto como con la final. Habitual gallo de pelea, el estadio Suwon ser¨¢ su corral preferido. Los defensas senegaleses habr¨¢n reparado en el v¨ªdeo que Dar¨ªo Silva no se arredra. Frente a Francia tuvo un rifirrafe sonado con un jugador franc¨¦s. Nada nuevo en su hoja de servicios, pero no eligi¨® a cualquiera: su objetivo fue Patrick Vieira, el m¨¢s fornido, por lo tanto el m¨¢s f¨¢cil de cabrear, de desestabilizar.
En Espa?a ha escrito sonoras pol¨¦micas. Al madridista Guti le llam¨® 'nenaza' y 'maric¨®n', lo que le supuso la reprobaci¨®n del showman televisivo Boris Izaguirre que lament¨® que concediera a la expresi¨®n el car¨¢cter de insulto 'cuando Dar¨ªo Silva es un ¨ªdolo para los homosexuales'. El asunto le hizo gracia. No rectific¨® sobre Guti y agradeci¨® lo de Boris Izaguirre.
La pol¨¦mica le motiva, la tensi¨®n le agranda. Acostumbrado a imponer su potencia y su voracidad, al m¨¢s fiel estilo uruguayo, el descontrol an¨ªmico de los partidos le abren las puertas del gol, que busca con ansiedad y que a¨²n no ha encontrado en este Mundial. Claro que tambien le abren las puertas del vestuario apresuradamente. Sus reiteradas expulsiones le supusieron una multa del M¨¢laga, m¨¢s para salvar la imagen del club que para reconducir a un futbolista incontrolable.
Criado en la escuela de Pe?arol -con el que ha ganado cuatro Ligas y se proclam¨® en 1994 m¨¢ximo goleador-, encontr¨® en el Cagliari, italiano, la v¨¢lvula de escape de la d¨¦bil Liga uruguaya. Sus 13 goles en 27 partidos le trajeron a Espa?a, primero en el Espanyol, ahora en el M¨¢laga.
Cuando V¨ªctor P¨²a, seleccionador uruguayo, tuvo dudas para convocarle para el Mundial, Dar¨ªo Silva arremeti¨® contra el t¨¦cnico. La vena ir¨®nica di¨® paso al estilo bravuc¨®n: 'Ir¨¦ al Mundial con o sin P¨²a', dijo. Y fue. Ya en Jap¨®n tuvo la peor noticia posible: su mujer hab¨ªa recibido amenazas de secuestro de su hija, exigi¨¦ndole el pago de 5.400 euros. Todo qued¨® en un tema menor, quiz¨¢s en una broma de mal gusto.
Y Dar¨ªo Silva volvi¨® a su vida normal, es decir a jugar al f¨²tbol como sabe: con fuerza, con potencia, con calidad, por encima de lo legal, si es necesario; a seguir metido en l¨ªos: critic¨® a P¨²a porque lament¨® las salidas nocturnas de algunos jugadores; a so?ar con el gol en el corral m¨¢s apropiado. ?l, que marc¨® el gol m¨¢s rapido de la Liga espa?ola -en siete segundos se lo enchuf¨® al Valladolid- lleva dos partidos en blanco. Un contrasentido, tanto como que un tipo r¨¢pido como ¨¦l viaje siempre con ch¨®fer. Mejor. No es la persona apropiada para discutir de tr¨¢fico en un sem¨¢foro.
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