Senegal, guapa y fiera
Diao marc¨® un gran gol frente a una Dinamarca avalada por Tomasson
La belleza salvaje de ?frica se encarna hoy en los Leones de T¨¦ranga. No hay equipo tan guapo y tan fiero como Senegal, que ayer se las tuvo en Daegu con el representante de la aristrocracia europea, la serena Dinamarca, un equipo de porcelana, bello y fr¨¢gil, siempre con un reflejo seductor desde que el flequillo de Laudrup asoma por el banquillo como segundo de Morten Olsen. Del duelo entre selecciones opuestas pero con buen gusto, una jugando al pie y la otra al espacio, sali¨® un encuentro competido, partido por la mitad, con un tiempo para unos y una parte para los otros, salpicado de jugadas preciosas y tambi¨¦n de rifi-rafes y otras malas hierbas, accciones propias de un choque de altura y muy exigente con los futbolistas.
Para el recuerdo quedar¨¢ el gol de Senegal. Una hermosura tan grande y fresca como puede ser el continente africano. Iba Jorgensen encarando a Henry C¨¢mara por el costado izquierdo del ataque, buscando el uno contra uno como les tiene dicho el t¨¦cnico, que si tiro para aqu¨ª, que si me salgo para all¨¢, cuando el senegal¨¦s le reba?¨® la pelota al dan¨¦s y despleg¨® una contra digna de ser recogida en el manual del f¨²tbol por la perfecci¨®n con la que cada uno de los cuatro jugadores que intervinieron interpretaron lo que demandaba la jugada en cinco toques. El tanto fue tan bien parido que vali¨® por el partido y mereci¨® que se quitara Dinamarca, que s¨®lo intervino para aplaudir. Fue un canto al contragolpe. Al grito de corre, corre, que es gol, Senegal se estir¨® lozana, r¨¢pida, agresiva, brutal, sac¨¢ndole al rival un metro en cada carrera, un palmo en cada salto.
La vitalidad africana desfond¨® a Dinamarca, que s¨®lo encontr¨® respiro cuando el ¨¢rbitro tuvo a bien expulsar a Diao por una entrada muy fea. Morten Olsen ya no sab¨ªa qu¨¦ hacer para evitar que Senegal devorara a su equipo, que hab¨ªa perdido el sitio en el campo y el hilo del partido en el descanso, cuando Metsu pint¨® una alineaci¨®n nueva con la entrada de Soleymane Camara y de Henry Camara, dos delanteros que dejaron a la defensa sueca cazando moscas. Soleymane marr¨® el remate en una jugada que mereci¨® acabar en gol por lo bien que la pint¨® Diouf, de nuevo sensacional atacando. Diouf se dej¨® caer al costado izquierdo, se comi¨® al lateral y al central derecho y con un toque interior habilit¨® a Soleymane, que ajust¨® mal el remate frente al portero, ya vencido. Partida por la mitad, con Tofting resoplando y Gronkjaer en el vestuario, lastimado, Dinamarca se qued¨® muda despu¨¦s de un buen discurso de entrada. Hasta que revent¨® Tomasson, tuvo la pelota y el partido en el regazo. Toc¨®, se regode¨®, tal que estuviera frente al espejo, y atrap¨® un gol que dej¨® en mal lugar a Senegal, sobre todo por su ingenuidad. Helveg sac¨® un fuera de banda hacia donde tir¨® el desmarque Tomasson y sobre el jugador del Milan cay¨® Diao antes de que recibiera el cuero. Penalti que transform¨® el propio Tomasson, autor de los tres goles que cuenta Dinamarca. Tan omnipresente como Diao, Tomasson le da poder ofensivo a una selecci¨®n que se hace mirar por lo bien que se abre, por lo aseada que es, por c¨®mo ataca. Ayer, sin embargo, su juego encantador no le alcanz¨® ante la voracidad de Senegal, un equipo en el que hasta el portero sabe jugar. Entre dos ganadores, el empate fue bien recibido.
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