El ex rey Zahir Shah da su apoyo a Karzai para seguir gobernando Afganist¨¢n
Partidarios del monarca denuncian presiones de EE UU ante la Asamblea de Notables
?Qui¨¦n puede querer gobernar un pa¨ªs ind¨®mito, arrasado por la guerra y sin apenas recursos? Afganist¨¢n tiene, no obstante, varios candidatos, y la lucha por la presidencia se evidenci¨® ayer ante la anunciada reuni¨®n de la Loya Jirga, o Gran Asamblea. Ese foro de notables debe elegir a la Autoridad Transitoria que conducir¨¢ al pa¨ªs a la normalizaci¨®n y la democracia. Sin embargo, hubo de posponerse hasta hoy ante las presiones de Estados Unidos para evitar que su desarrollo se le fuera de las manos.
'Doy mi total respaldo a Hamid Karzai como presidente de Afganist¨¢n', zanj¨® el ex rey Zahir Shah. Atr¨¢s quedaban varias horas de intensas negociaciones y una larga entrevista del anciano ex monarca con el enviado especial norteamericano, Zalmay Khalilzad. 'Las informaciones de que el ex rey pod¨ªa ser un candidato a presidir la Autoridad Transitoria eran contradictorias con sus anteriores declaraciones y han creado cierta confusi¨®n', explic¨® Khalilad en una conferencia de prensa. Pero sus palabras tampoco aclararon por qu¨¦ se hab¨ªa retrasado la asamblea.
Un portavoz de la Comisi¨®n Organizadora habl¨® de 'problemas log¨ªsticos', extremo que fue negado por varios delegados. 'Nuestro pa¨ªs ha sido saboteado por pa¨ªses vecinos, potencias extranjeras y, m¨¢s recientemente, por los ¨¢rabes; pedimos a Occidente que respete los deseos del pueblo afgano', reclam¨® Ladu Qarim, uno de los 165 delegados de cuatro provincias que han firmado una petici¨®n al ex rey. 'Estoy listo para mi naci¨®n si me lo piden', asegur¨® Qarim que les hab¨ªa respondido Zahir Shah el pasado viernes. 'No entendemos por qu¨¦ EE UU no conf¨ªa en que seamos capaces de derrotar a un Gobierno malo, si pudimos echar a los sovi¨¦ticos', a?adi¨®. 'Espero que el voto sea secreto y vamos a pedir al rey que se sume, si no, nos iremos de la Loya Jirga', anunci¨®.
Los realistas tambi¨¦n se quejan de la introducci¨®n ayer de 160 delegados que no estaban previstos en la convocatoria original (1.501). Se trata al parecer de gobernadores y otros cargos de la actual Administraci¨®n Transitoria que han demostrado su fidelidad a Karzai, hasta ahora una figura de consenso. 'Si el nuevo Gobierno se percibe como resultado de la presi¨®n de EE UU, no va a funcionar', advierte un alto funcionario internacional.
El enviado estadounidense insisti¨® en que no ha habido presiones sobre el ex rey. 'Nunca se hab¨ªa presentado', insisti¨® Khalilzad poco antes de que el propio Zahir Shah compareciera ante la prensa y un portavoz leyera su comunicado de apoyo al actual presidente provisional. Le acompa?aba el propio Karzai.
En los corredores del poder, sin embargo, hab¨ªa cierto revuelo. Aunque el ex rey siempre ha dicho que no aspira a restaurar la monarqu¨ªa, ni a un cargo ejecutivo, en las ¨²ltimas semanas sus partidarios han tratado de convencerle para que d¨¦ el paso. No s¨®lo en su c¨ªrculo se aspira a tener una mayor influencia, sino que existe un apoyo genuino de muchos afganos, en especial pastunes como ¨¦l. 'Estamos hartos de los se?ores de la guerra y Karzai sigue negociando con ellos', se quejaba un kabul¨ª que reflejaba la opini¨®n de muchos de sus partidarios.
Sin embargo, esa posibilidad romper¨ªa la alianza establecida hasta ahora. Ni los panchiris, como se conoce a los seguidores del asesinado Ahmed Shah Masud, ni Ir¨¢n la aceptar¨ªan. Adem¨¢s, Washington teme que si Zahir Shah resta votos a Karzai, salga triunfador el ex presidente Burhanuddin Rabbani, el otro candidato que busca el respaldo de la asamblea de notables. Rabbani, el jefe del Estado depuesto por los talibanes, acept¨® a rega?adientes que los Acuerdos de Bonn (diciembre de 2001) le apartaran del poder. Su vinculaci¨®n con la guerra civil que destruy¨® el pa¨ªs tras la ca¨ªda del r¨¦gimen comunista y su ideolog¨ªa extremadamente conservadora le hacen impopular no s¨®lo para Washington sino para la mayor¨ªa de los afganos.
Una asamblea tribal con siglos de historia
Los agentes que sellan el pasaporte en el aeropuerto de Kabul son todos afganos. Los funcionarios de la ONU que hace s¨®lo unas semanas a¨²n les instru¨ªan en su trabajo han desaparecido, o han pasado a un discreto segundo plano. Ya en la capital, la presencia de la fuerza internacional (ISAF) a¨²n es no s¨®lo evidente, sino muy necesaria. Sin embargo, los primeros miembros del cuerpo de polic¨ªa que est¨¢ entrenado Alemania ya se han desplegado estos d¨ªas con motivo de la Loya Jirga, o Gran Asamblea, con la que los afganos esperan recuperar las riendas de su pa¨ªs. La imponente reuni¨®n de notables (cerca de 1.700 delegados) es el m¨¦todo que los afganos han utilizado a lo largo de su historia para resolver las disputas de ¨¢mbito nacional. Este sistema de decisi¨®n por consenso, que tambi¨¦n se convoca a menor escala en los ¨¢mbitos local y provincial, constituye para ellos una forma leg¨ªtima de resoluci¨®n de conflictos y expresi¨®n de sus opiniones. Sus decisiones se consideran de cumplimiento obligatorio. A falta de un genuino sistema democr¨¢tico, la comunidad internacional ha condonado la f¨®rmula como parte del proceso de normalizaci¨®n del pa¨ªs.
Pero el objetivo ¨²ltimo de esta Gran Asamblea es conducir Afganist¨¢n hacia la democracia. Su cometido es elegir al jefe del Estado de la Autoridad Transitoria, aprobar la estructura de ¨¦sta y sus principales componentes. Ser¨¢ esa Autoridad la que deber¨¢ organizar la celebraci¨®n de elecciones democr¨¢ticas en el plazo m¨¢ximo de dos a?os, de acuerdo con lo establecido en los Acuerdos de Bonn de diciembre del a?o pasado.
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