Todo atado y bien atado

Franco lo dej¨® todo atado y bien atado en el sector farmac¨¦utico: no s¨®lo prohibi¨® la libertad de que un farmac¨¦utico pusiera su farmacia donde creyera conveniente, sino que otorg¨® una serie de normas que, siendo legales (pero no racionales), son de juzgado de guardia.

?C¨®mo es posible que la Administraci¨®n, que da una farmacia semigratis, por m¨¦ritos personales, antig¨¹edad, cursillos..., estos m¨¦ritos puedan ser vendidos o heredados? Es reconocer que son los m¨¢s ricos los que tienen m¨¢s ventajas; y si se heredan, es reconocer que el valer profesional de unos m¨¦ritos se transmite por v¨ªa gen¨¦tica. Si la farmacia es un servicio p¨²blico, ?c¨®mo un particular puede vender o traspasar una cosa que no es suya?

Estamos hablando de venta de unos 200 millones de pesetas por s¨®lo la licencia, que van a parar a manos de un particular, y esta venta la pueden hacer cada tres a?os. Me parece un robo de bata blanca. A favor de la libertad de las farmacias se han pronunciado el Tribunal de Defensa de la Competencia, el Defensor del Pueblo, muchas asociaciones de vecinos y consumidores... Pero lo que Franco at¨®, los Gobiernos democr¨¢ticos no han podido desatarlo.

?Es mucho pedir que a los farmac¨¦uticos sin farmacia se les trate como al resto de las profesiones, que pueden ejercer su profesi¨®n libremente, como en Navarra? Por cierto, los clientes est¨¢n encantados con los nuevos servicios que les dan: tensi¨®n gratis, seguimiento del paciente, etc¨¦tera, pues al cliente hay que mimarlo, y no como ahora, que van por decreto-ley a la ¨²nica farmacia que pone la Administraci¨®n, en la mayor¨ªa de los pueblos. ?Viva Franco! Pues para m¨ª, desgraciadamente, sigue vivo, reencarnado en otros personajes, que no han encontrado el medicamento para disolver este monopolio. ?Tendr¨¢ c¨¢ncer la farmacia?.