Los partidos acuerdan una ley que regula el testamento vital y excluye la eutanasia
Sanidad coordinar¨¢ el registro de instrucciones previas que los pacientes dejen por escrito
Los espa?oles mayores de edad podr¨¢n dejar por escrito las instrucciones previas acerca de los tratamientos m¨¦dicos a que desean someterse en el futuro, o qu¨¦ hacer con su cuerpo cuando fallezcan. El Ministerio de Sanidad coordinar¨¢ el registro de estos documentos, seg¨²n la proposici¨®n de ley reguladora de los derechos del paciente que aprob¨® ayer por unanimidad la Comisi¨®n de Sanidad del Congreso. El proyecto tambi¨¦n trata la confidencialidad de las historias, su contenido y el derecho a la informaci¨®n de los usuarios del Sistema Nacional de Salud.
Los representantes de todos los grupos parlamentarios coincidieron en se?alar que la ley de autonom¨ªa del paciente y derechos y obligaciones en materia de informaci¨®n cl¨ªnica 'no tiene nada que ver con la eutanasia'. Como se dice en su pre¨¢mbulo, completa la Ley General de Sanidad de 1986. Catalu?a, Navarra, Galicia y Extremadura ya cuentan con registros de voluntades anticipadas o testamentos vitales. Los parlamentarios han cambiado su nombre por el de 'instrucciones previas'.
'La propuesta habla del derecho a una vida digna, no de ayudar a morir', declar¨® el portavoz socialista, Alberto Fidalgo. El portavoz popular Esteban Zambrano afirm¨® que el centro de la propuesta era 'cambiar la relaci¨®n de tipo paternalista que se daba hasta ahora entre m¨¦dico y paciente'.
La ley tiene que ser debatida por el pleno del Congreso el 20 de junio, antes de ir al Senado. Pese a la unanimidad manifestada en la comisi¨®n, varios grupos presentar¨¢n votos particulares, como los de salvaguarda de competencias auton¨®micas (CiU, PNV), o que el derecho de elecci¨®n sea entre centros p¨²blicos (IU). Los principales puntos de la ley se exponen a continuaci¨®n.
Instrucciones previas. El usuario deber¨¢ registrarlas por escrito, y podr¨¢ revocarlas cuando quiera. No podr¨¢n ser 'contrarias al articulado jur¨ªdico'. Ello excluye que una persona pida la eutanasia activa (el suministro de f¨¢rmacos para acabar con su vida), pero no que rechace terapias determinadas.
Derecho a la informaci¨®n. Los pacientes podr¨¢n saber todo lo concerniente a una actuaci¨®n m¨¦dica y su estado, pero tambi¨¦n podr¨¢n pedir no ser informados. La obligaci¨®n de comunic¨¢rselo ser¨¢ de los m¨¦dicos y los dem¨¢s profesionales que le 'atiendan o apliquen una t¨¦cnica'. Si el paciente lo consiente, se podr¨¢n informar de su caso a las personas 'vinculadas a ¨¦l, por razones familiares o de hecho'. El m¨¦dico s¨®lo podr¨¢ no informar al enfermo si ello 'puede perjudicar su salud'.
Criterios de decisi¨®n. Antes de que el paciente tome una decisi¨®n, se le deber¨¢ informar acerca de los riesgos de la intervenci¨®n, sus consecuencias -tanto las generales como las particulares de su estado-, las contraindicaciones y las posibles alternativas. Tambi¨¦n deber¨¢ saber si su caso se va a usar en un proyecto de investigaci¨®n.
Consentimiento. Toda actuaci¨®n m¨¦dica deber¨¢ contar con el 'consentimiento libre y voluntario' del afectado. La conformidad deber¨¢ expresarse por escrito en el caso de intervenciones quir¨²rgicas, procedimientos invasivos o siempre que el tratamiento suponga 'riesgos o inconvenientes' de importancia para el paciente. El consentimiento podr¨¢ ser revocado, y concedido o denegado por representaci¨®n de familiares o personas 'vinculadas de hecho' al enfermo cuando ¨¦ste no se encuentre en condiciones de hacerlo personalmente o as¨ª lo haya decidido. Este supuesto permitir¨ªa a un enfermo exigir que le retiraran, por ejemplo, la respiraci¨®n asistida, a¨²n a riesgo (informado y consentido) de propiciar la muerte.
Menores de edad. Los padres o sus representantes tomar¨¢n la decisi¨®n sobre las intervenciones en menores de 12 a?os. Entre los 12 y los 16, deber¨¢n consultar al afectado. A partir de esa edad, ser¨¢ el menor quien decida. Los padres s¨®lo ser¨¢n informados, y 'su opini¨®n ser¨¢ tenida en cuenta'.
Altas voluntarias y obligatorias. Un paciente podr¨¢ rechazar un tratamiento y firmar un alta voluntaria. Si no quiere firmarla, el m¨¦dico podr¨¢ disponer un alta forzosa. En este caso la direcci¨®n del hospital deber¨¢ o¨ªr al afectado y, si ¨¦ste persiste en su negativa en abandonar el centro, 'pondr¨¢ la situaci¨®n en conocimiento del juez para que confirme o revoque la decisi¨®n'. No se podr¨¢ obligar al enfermo a aceptar el alta si existen tratamientos alternativos, 'aunque tengan car¨¢cter paliativo, siempre que los preste el centro sanitario y el paciente acepte recibirlos'. Un enfermo podr¨¢ negarse, por ejemplo, a someterse a una intervenci¨®n quir¨²rgica para extirparle un tumor, pero no perder¨¢ por ello el derecho a recibir calmantes contra el dolor.
Intimidad. Los datos sanitarios de una persona son confidenciales. El interesado decidir¨¢ qui¨¦n puede conocerlos. Una excepci¨®n son los casos de inter¨¦s p¨²blico, como las epidemias.
Historia cl¨ªnica. La ley detalla el contenido de la historia cl¨ªnica. El paciente tiene derecho a acceder a los datos de su historia, salvo a las 'observaciones, apreciaciones o anotaciones subjetivas' de los profesionales que la elaboren.
'Todos debemos tener uno'
La Asociaci¨®n por la Defensa a Morir Dignamente (ADMD) calific¨® de 'avance' la creaci¨®n de un registro de instrucciones previas (lo que hasta la fecha se llamaba testamento vital o voluntades anticipadas) que la Comisi¨®n de Sanidad del Congreso aprob¨® ayer. 'Es una oportunidad para debatir la gesti¨®n del proceso de morir', afirm¨® el vicepresidente de la AMDM, Fernando Mar¨ªn. Sobre el documento, el representante de la asociaci¨®n fue tajante: 'Todos debemos tener uno', afirm¨® . El portavoz de la ADMD resalt¨® que la Ley General de Sanidad de 1986 ya incluye el derecho de los pacientes a decidir si siguen un tratamiento o a rechazarlo. 'El problema es cuando hay una urgencia, como un accidente, o cuando el paciente no puede expresar su opini¨®n', a?adi¨®. En esos casos, cuando hay prisa y est¨¢ en peligro la vida, la ley deja la decisi¨®n en manos del m¨¦dico, explic¨® Mar¨ªn. El documento de instrucciones previas 'facilitar¨¢ la toma de decisiones', y servir¨¢ para que los enfermos pierdan el miedo al ensa?amiento terap¨¦utico (el mantenimiento de la vida en situaciones terminales a costa de sufrimientos insoportables), indic¨® el vicepresidente de la asociaci¨®n. Mar¨ªn encontr¨® 'normal' que en la ley no se incluya la eutanasia. 'Existe mucha hipocres¨ªa y los gobernantes no se atreven a aprobarla', afirm¨®. Tambi¨¦n la ministra de Sanidad, Celia Villalobos, aplaudi¨® el acuerdo alcanzado en el Congreso, y desvincul¨® la norma de instrucciones previas de la eutanasia. 'No tienen nada que ver', declar¨®.
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