El jurado del 'caso Andersen' se declara incapaz de dictar un veredicto
La juez pide a los 12 integrantes que hagan un ¨²ltimo esfuerzo
El jurado que debe decidir sobre si Andersen destruy¨® documentos con ¨¢nimo de obstaculizar las investigaciones sobre la contabilidad de Enron, protagonista de la mayor suspensi¨®n de pagos de la historia, no consigue ponerse de acuerdo sobre la culpabilidad o inocencia de la auditora. El empantanamiento constituye, por ahora, un triunfo para Andersen, que acudi¨® a juicio con el reconocimiento previo de culpabilidad del responsable de la auditor¨ªa.
Tras siete d¨ªas y casi 60 horas de debate a puerta cerrada en un hotel de Houston, los nueve hombres y tres mujeres del jurado se presentaron el mi¨¦rcoles por la tarde ante la juez Melinda Harmon con un mensaje: 'No somos capaces de alcanzar una decisi¨®n un¨¢nime'. Para deshacer el nudo gordiano de la indecisi¨®n, Harmon recurri¨® a la carga Allen, una estratagema judicial aplicada por primera vez en 1896 que insta al jurado a intentarlo con m¨¢s vigor dada la trascendencia del caso, el tiempo y el dinero invertido y la alta calidad del propio jurado.
Estudios del sistema judicial de Estados Unidos se?alan que la carga Allen es efectiva, y que tras su aplicaci¨®n los jurados suelen alcanzar con rapidez un veredicto o ratificar la imposibilidad de un acuerdo. Un abogado observador del caso pronosticaba que no m¨¢s tarde de hoy habr¨¢ pronunciamiento en un sentido u otro. La culpabilidad o la absoluci¨®n de Andersen ha de decidirse por unanimidad. En caso de mantenerse la divisi¨®n de opiniones, acusado y fiscal pueden llegar a un acuerdo u optar por un nuevo juicio.
El jurado debe decidir si alguien de Andersen -ya fuera el director de la auditor¨ªa en la sede de Enron, alguna persona en la central de Chicago o alg¨²n otro responsable- orden¨® destruir documentos con vistas a dificultar la investigaci¨®n sobre las cuentas de la compa?¨ªa tejana. A ese caso, seg¨²n orden de la juez, corresponde un veredicto de culpabilidad.
La fiscal¨ªa acudi¨® a juicio con un as: David Duncan, el responsable de la auditor¨ªa, hab¨ªa confesado en abril que elimin¨® documentos 'para impedir que estuvieran disponibles' para los investigadores.
Parec¨ªa un caso meridianamente claro para el Gobierno, que en marzo hab¨ªa acusado a Andersen de destruir toneladas de documentos. En el juicio, Duncan estuvo m¨¢s matizado. Dijo que destruy¨® documentos, pero que no eran trascendentes y que, adem¨¢s, hab¨ªa copia de todo. Dadas las condiciones de partida, si se confirma el punto muerto ser¨¢ un ¨¦xito para Andersen, que ha mantenido desde el principio que no hubo obstaculizaci¨®n de la justicia. En caso de que deba iniciarse un nuevo proceso, ello implicar¨ªa un triunfo moral para la auditora, aunque llegar¨ªa tarde para salvar el negocio: al menos 700 importantes clientes de todo el mundo han abandonado la compa?¨ªa en los ¨²ltimos meses.
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