Francia y Suecia se oponen a castigar a los pa¨ªses que no controlen la salida de sus inmigrantes

La guerra contra los inmigrantes clandestinos lanzada por Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y Tony Blair ya tiene sus detractores en la UE. Francia y Suecia, a los que se unieron al menos B¨¦lgica, Grecia, Irlanda y Finlandia, se mostraron ayer en la reuni¨®n de ministros del Interior de los Quince, celebrada en Luxemburgo, en contra de que la Uni¨®n castigue a los pa¨ªses de los que proceden los inmigrantes clandestinos. Espa?a propone que incluso puedan suspenderse los acuerdos de cooperaci¨®n. 'Los pa¨ªses ricos no pueden amenazar a los pa¨ªses pobres', denunci¨® ante los periodistas el ministro franc¨¦s del Interior, Nicolas Sarkozy.

En parecidos t¨¦rminos se expres¨® en la reuni¨®n ministerial el representante belga, Antoine Duquesne, seg¨²n asistentes a la cita, que destacaron al ministro griego, Philipos Petsalnikos, como el m¨¢s cr¨ªtico al respecto. Tambi¨¦n el representante sueco, Thomas Bodstr?m, calific¨® de 'contraproducente' hablar de sanciones contra ese tipo de pa¨ªses. Tambi¨¦n el comisario de Interior, Ant¨®nio Vitorino, prefiri¨® hablar de 'un partenariado' con esas naciones de las que parten inmigrantes ilegales en lugar de referirse a sanciones.

En el lado opuesto se situaron Reino Unido, Espa?a, Italia y, sobre todo, Dinamarca, pa¨ªs en el que la ultraderecha est¨¢ representada en el Gobierno de coalici¨®n. Alemania tuvo una posici¨®n menos clara, aunque su ministro, Otto Schily, s¨ª coment¨® que debe haber 'consecuencias' para los pa¨ªses que no colaboren en la lucha contra la inmigraci¨®n ilegal. 'Si no hay lucha contra la inmigraci¨®n ilegal, no hay ayuda', declar¨® expl¨ªcitamente el ministro italiano, Claudio Scajola.

Pese tales discrepancias, los ministros dieron su visto bueno al documento sobre inmigraci¨®n ilegal y 'medidas contra los terceros pa¨ªses que se nieguen a cooperar con la UE' (ver EL PA?S de ayer). En ese documento, en efecto, se indica que la UE dar¨¢ 'una respuesta pol¨ªtica r¨¢pida' contra pa¨ªses 'de embarque, salida o tr¨¢nsito' de corrientes migratorias ilegales y que har¨¢ 'una evaluaci¨®n sistem¨¢tica' de las relaciones exteriores europeas con esos Estados. De hecho, el documento, que ser¨¢ analizado por los l¨ªderes europeos en la cumbre de Sevilla, se indica que la pol¨ªtica de inmigraci¨®n debe incluirse en la Pol¨ªtica Exterior y de Seguridad de la UE.

En el documento se precisa que la lucha contra la inmigraci¨®n ilegal ser¨¢ 'un aspecto importante' a la hora de negociar acuerdos de cooperaci¨®n con terceros pa¨ªses. En las versiones iniciales se contempl¨® la posibilidad de revisar los ya suscritos con anterioridad, pero en el informe aprobado ayer se indica que se incluir¨¢n cl¨¢usulas al respecto en los acuerdos que ahora se negocian o se negocien en el futuro.

En el informe bendecido por los ministros no se concretan cu¨¢les pueden ser esas 'medidas' de castigo y por eso fue aceptado incluso por los pa¨ªses m¨¢s cr¨ªticos con la idea. Pero el d¨ªa anterior, la presidencia espa?ola de la UE someti¨® a consideraci¨®n del resto de pa¨ªses otro documento en el que se indica que los acuerdos de cooperaci¨®n con terceros pa¨ªses incluir¨¢n una cl¨¢usula sobre colaboraci¨®n contra la inmigraci¨®n ilegal. 'El incumplimiento de esa cl¨¢usula puede dejar en suspenso el acuerdo', concluye el documento.

El ministro espa?ol del Interior, Mariano Rajoy, eludi¨® ayer concretar las medidas de castigo. 'Soy partidario', respondi¨® a la pregunta, 'de que esos pa¨ªses tengan normas de sentido com¨²n', como la inclusi¨®n del tr¨¢fico de seres humanos en sus c¨®digos penales o la confiscaci¨®n de medios empleados por las mafias. Rajoy destac¨® que ¨¦l y sus colegas se han limitado a se?alar que 'se tenga en cuenta' el grado de colaboraci¨®n de los pa¨ªses a la hora de suscribir acuerdos de cooperaci¨®n, pero que ahora son los l¨ªderes europeos los que deben traducir esa decisi¨®n. El ministro espa?ol argument¨® que nadie puede criticar a la UE por intentar poner orden en un tema 'que parece que preocupa a la opini¨®n p¨²blica europea', si bien rechaz¨® la relaci¨®n entre estas iniciativas y el ascenso de partidos xen¨®fobos en el continente.