Una fuente de riqueza
Javier Alejandre es un peque?o empresario agr¨ªcola de Soria. Jordi Amat es el director de una empresa industrial de Terrassa, en Barcelona. Los dos han contratado a trabajadores extranjeros para sacar adelante el trabajo en sus empresas. Y los dos dicen que se han encontrado con dificultades para contratar personal y califican su experiencia de positiva.
Los casos de estos dos empresarios no son aislados. En Espa?a, cientos de miles de inmigrantes trabajan, pagan impuestos, cotizan a la Seguridad Social y, en ocasiones, hacen trabajos que otros no quieren. Su peso en la econom¨ªa es cada vez mayor. Hay 761.473 inmigrantes afiliados a la Seguridad Social, seg¨²n las ¨²ltimas cifras oficiales, el doble que hace s¨®lo dos a?os y medio. Y los nuevos empleos se nutren cada vez m¨¢s de extranjeros. Entre mayo de 2001 y abril de 2002, cuatro de cada 10 nuevos cotizantes a la Seguridad Social han sido extranjeros.
La Seguridad Social tiene inscritos como afiliados a 761.473 inmigrantes, un n¨²mero que dobla el de hace apenas dos a?os y medio
En Espa?a hay 126.000 ofertas de empleo sin cubrir, y los trabajadores extranjeros realizan, a veces, trabajos que los nacionales rechazan
M¨¢s all¨¢ de los testimonios de los empresarios, las propias cifras apuntan a que los inmigrantes son necesarios para la econom¨ªa. Muchos espa?oles ya no quieren hacer algunos trabajos duros en la agricultura o en la construcci¨®n, que, en parte, se est¨¢n cubriendo con inmigrantes y el crecimiento econ¨®mico actual no ser¨ªa posible sin su aportaci¨®n. Lo demuestra que a finales de mayo hab¨ªa en Espa?a 126.707 empleos sin cubrir, seg¨²n datos del Instituto Nacional de Empleo (Inem), cuando, por otro lado, hay 1,6 millones de parados inscritos en las oficinas de empleo, con una tasa de paro del 8,7%. La construcci¨®n y la agricultura -precisamente, dos de los sectores donde trabajan m¨¢s inmigrantes- acumulan, respectivamente, 20.648 y 5.572 empleos vacantes.
El flujo de trabajadores extranjeros no cesa, y cinco de cada 100 cotizantes a la Seguridad Social ya son de fuera del pa¨ªs. El Instituto Nacional de Estad¨ªstica calcula que entre 2005 y 2020 entrar¨¢n en Espa?a 160.000 inmigrantes cada a?o. Y en el a?o 2010 puede haber un d¨¦ficit de 1,3 millones de trabajadores en Espa?a, seg¨²n un estudio de la patronal madrile?a CEIM.
Empleo 'sumergido'
Hay sectores enteros que est¨¢n siendo copados por inmigrantes en muy poco tiempo. El 64% trabaja en cinco sectores con mucha precariedad laboral: hosteler¨ªa, agricultura, comercio, construcci¨®n y servicio dom¨¦stico. La recogida de la fresa en Huelva o de la pera en Lleida, los hoteles de la Costa Dorada o del Sol o muchas obras en la construcci¨®n no ser¨ªan posibles o no funcionar¨ªan en muchos casos sin los trabajadores extranjeros.
La aportaci¨®n de estos trabajadores a la econom¨ªa es importante. La Seguridad Social -que se rige por un sistema de solidaridad, basado en que los que hoy trabajan pagan las pensiones de los actuales jubila-dos- tiene super¨¢vit gracias a los inmigrantes, seg¨²n ha reconocido Carmen Alcaide, la presidenta del lnstituto Nacional de Estad¨ªstica (INE).
Desde el Ministerio de Trabajo se subraya la importancia de los trabajadores extranjeros, aunque se suaviza esta afirmaci¨®n. 'Es un poco exagerado decir que hay super¨¢vit en la Seguridad Social gracias a los inmigrantes porque se debe a todo el empleo que se ha creado, pero es evidente que est¨¢n ayudando al equilibrio de la Seguridad Social, que el a?o pasado cerr¨® con un super¨¢vit de 4.808 millones de euros' (unos 800.000 millones de pesetas), explica Elena S¨¢nchez, portavoz de la Secretar¨ªa de Estado de la Seguridad Social.
Comisiones Obreras es de las pocas entidades que ha calculado la aportaci¨®n de los inmigrantes a la econom¨ªa. 'Los extranjeros est¨¢n contribuyendo con unos 18.000 millones de euros (tres billones pesetas), el 2,5% del producto interior bruto espa?ol durante el primer trimestre de este a?o', calcula el responsable de migraciones del sindicato, Chema D¨ªaz Ropero. 'Los cerca de 800.000 afiliados extranjeros a la Seguridad Social pagan impuestos y contribuyen a sostener el sistema educativo o la sanidad del pa¨ªs. Su aportaci¨®n a las arcas p¨²blicas es pr¨¢cticamente neta porque apenas perciben prestaciones, ya que son personas muy j¨®venes que no suelen ocasionar gastos m¨¦dicos a la sanidad y a las que les faltan todav¨ªa muchos a?os para jubilarse y cobrar pensi¨®n', dice el responsable de CC OO.
Nadie se atreve, en cambio, a aventurarse sobre el peso de la econom¨ªa sumergida entre los extranjeros. Las cifras exactas no se conocen, pero un rastreo de las inspecciones del Ministerio de Trabajo indica que los inmigrantes est¨¢n copando buena parte de la econom¨ªa sumergida. Lo prueba el hecho de que de los 46.738 empleos sumergidos detectados por la Inspecci¨®n de Trabajo el a?o pasado, el 15% estaba ocupado por ciudadanos extranjeros, seg¨²n datos del propio ministerio. Se trata de una prorporci¨®n anormalmente alta, que triplica el peso de los extranjeros en el empleo no sumergido, que es del 4,7%.
Frente al espectacular aumento de los inmigrantes que trabajan, el Gobierno da permisos de trabajo con cuentagotas y apuesta por regularizar a los que ya est¨¢n en el pa¨ªs. El a?o pasado, el Ejecutivo autoriz¨® la entrada de un cupo de 10.884 trabajadores extranjeros para cubrir puestos de trabajo estables. Tambi¨¦n autoriz¨® la llegada de otros 21.195 trabajadores para cubrir empleos temporales, que una vez concluido su trabajo deber¨¢n regresar a su pa¨ªs de origen.
La mayor parte de los extranjeros vienen de pa¨ªses atrasados econ¨®micamente. Y no s¨®lo aportan a la econom¨ªa espa?ola, sino tambi¨¦n a sus pa¨ªses a trav¨¦s del dinero que env¨ªan a sus familias. La historia se repite, como le pas¨® a la econom¨ªa espa?ola en los a?os sesenta cuando las remesas que enviaban de los inmigrantes ayudaban a equilibrar la raqu¨ªtica balanza de pagos espa?ola hasta que despeg¨® el turismo.
Marruecos y Ecuador aportan uno de cada tres extranjeros no comunitarios. Les siguen Colombia y Ruman¨ªa. Los empleos en el servicio dom¨¦stico ocupan a 64.000 extranjeros, y otros 93.000 trabajan en la agricultura, seg¨²n datos de la Seguridad Social.
Empresarios satisfechos
Algunos empresarios reconocen problemas para aumentar plantilla, que han resuelto con los inmigrantes. Javier Alejandre no encontr¨® trabajadores espa?oles para su explotaci¨®n. 'En Soria no hay trabajadores, y despu¨¦s de intentarlo sin ¨¦xito en Extremadura y Andaluc¨ªa, contrat¨¦ a un trabajador de Ucrania que luego trajo a su familia. La experiencia ha sido positiva. Ha estado dos a?os y medio y hemos trabajado muy bien juntos hasta hace un mes', explica Alejandre. 'Su sueldo era de 140.000 pesetas al mes, estaba de alta en la Seguridad Social, m¨¢s una casa que habilitamos, pero ahora se ha ido a Zaragoza porque all¨ª hay m¨¢s oportunidades para que trabaje tambi¨¦n su mujer. Tengo que volver a buscar empleados y no es nada f¨¢cil', a?ade este propietario agr¨ªcola.
Otro empresario que ha contratado inmigrantes es Jordi Amat, que dirige una empresa de embalajes en Terrassa. 'Tuve una primera experiencia hace dos a?os con cinco extranjeros y fue positiva. Entonces era dif¨ªcil encontrar trabajadores; ahora es m¨¢s f¨¢cil porque ha ca¨ªdo la actividad econ¨®mica. Creo que, en general, los trabajadores extranjeros valoran m¨¢s el puesto de trabajo', explica Amat, que dirige la empresa de embalajes Embamat, que tiene 35 empleados, de los que uno es inmigrante, que ha terminado qued¨¢ndose en la empresa como fijo.
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