Ley ?de Calidad?, discriminaci¨®n temprana

En el actual debate en torno a la as¨ª llamada ley de calidad en la educaci¨®n, uno de los ¨¢ngulos sobre los que menos se ha puesto el foco es el de la educaci¨®n de los m¨¢s peque?os. Y conviene hacerlo porque el an¨¢lisis de las propuestas ministeriales referidas a la educaci¨®n infantil es muy revelador de la hipocres¨ªa que supone llamarle a todo esto calidad.

Hasta la aparici¨®n del articulado de la ley, las propuestas ministeriales estaban recogidas en el llamado documento de bases. All¨ª se manten¨ªa una etapa educativa unitaria de 0 a 6 a?os, si bien se introduc¨ªa la salvedad del car¨¢cter educativo-asistencial del ciclo de 0 a 3 a?os. Adem¨¢s, en aquel documento se pon¨ªa un fuerte ¨¦nfasis en el aprendizaje de la lectura, la escritura y el c¨¢lculo en la etapa 3-6. Eso era todo en el documento primero, que, como el resto de la propuesta, carec¨ªa de un m¨ªnimo an¨¢lisis de la realidad existente y de las supuestas deficiencias actuales que justificaran un cambio en la organizaci¨®n y los contenidos.

'Lo que el ministerio propone dar¨¢ lugar a una doble red para los m¨¢s peque?os'

'Aqu¨ª, de calidad no hay nada; s¨®lo propuestas basadas en ideas conservadoras'

La propuesta de ley elaborada por el Ministerio de Educaci¨®n empeora notablemente las cosas. Han tenido tiempo para pensarlo m¨¢s, pero desgraciadamente no para pensarlo mejor. Para empezar, se rompe la etapa 0-6 definida toda ella por la Ley Org¨¢nica de Odenaci¨®n General del Sistema Educativo (LOGSE) como una etapa de car¨¢cter educativo. Aparece ahora una etapa 0-3 llamada preescolar (?de qu¨¦ privilegiado cr¨¢neo habr¨¢ salido la idea?), sacada del sistema educativo y que constituye claramente una vuelta a las antiguas guarder¨ªas.

Al menos el documento de bases dejaba la cautela de que fuera la inspecci¨®n educativa la que supervisara los centros 'de car¨¢cter educativo y asistencial', pero hasta eso desaparece ya. Sacar a los m¨¢s peque?os del sistema educativo, desregular el ciclo 0-3 y resucitar el car¨¢cter 'asistencial' de la atenci¨®n a los m¨¢s peque?os supone un gigantesco paso atr¨¢s respecto a la LOGSE (incluso respecto a la ley de 1970, en la que el sistema educativo empezaba a los dos a?os). Por supuesto que la educaci¨®n infantil (y la primaria y el resto) cumplen tambi¨¦n una cierta funci¨®n asistencial y tanto m¨¢s si los horarios escolares se extienden m¨¢s all¨¢ de los tiempos dedicados a los aprendizajes convencionales.

Pero lo que el ministerio propone ahora dar¨¢ lugar con toda probabilidad a una doble red de centros para los m¨¢s peque?os, unos de car¨¢cter educativo (las que han venido siendo escuelas infantiles de calidad) y otros de car¨¢cter asistencial (las guarder¨ªas m¨¢s tradicionales). La investigaci¨®n ha documentado suficientemente que las familias de menor nivel educativo, cuando las necesitan, se conforman con m¨¢s frecuencia con opciones asistenciales, mientras que las familias con mayor cultura y m¨¢s ingresos se esfuerzan por opciones educativas. Con el PP, la discriminaci¨®n educativa madruga mucho.

Respecto a la etapa 3-6, el excesivo ¨¦nfasis del documento ministerial inicial en la adquisici¨®n de la lectura, la escritura y el c¨¢lculo aparece ahora convenientemente disimulado, pero sigue presente entre los objetivos educativos b¨¢sicos. All¨ª donde existe, el ¨¦nfasis academicista en las edades tempranas favorece mucho m¨¢s a aquellos ni?os y ni?as cuya cultura familiar est¨¢ m¨¢s pr¨®xima a la cultura escolar. Los riesgos de discriminaci¨®n social asoman de nuevo, y vuelven a hacerlo tempranamente.

Por lo dem¨¢s, estos cambios se sit¨²an en el contexto de las decisiones sobre la financiaci¨®n de la educaci¨®n infantil en los centros privados concertados, que tantos recursos detraer¨¢ del sistema p¨²blico y que tanto condicionar¨¢ la incorporaci¨®n de alumnos a la escuela p¨²blica (?y no deber¨ªan tambi¨¦n pensar en una horita de religi¨®n para estas tiernas almas?).

Y se sit¨²an adem¨¢s en el contexto de la postergaci¨®n de la entrada en vigor de los criterios de calidad en la educaci¨®n infantil establecidos por la LOGSE, justamente aquellos criterios (de formaci¨®n de educadores y profesores, de ratio profesorado/alumnado, de espacio) que la investigaci¨®n educativa ha mostrado sistem¨¢ticamente relacionados con la calidad de la educaci¨®n de los m¨¢s peque?os.

La LOGSE estableci¨® diez a?os para la entrada en vigor de esos criterios de calidad. El PP ampli¨® luego el plazo a 12 a?os y en la ¨²ltima ley de acompa?amiento de los Presupuestos del Estado lo alarg¨® a 14 a?os. Al menos para la etapa 0-3 esos criterios quedar¨¢n con toda probabilidad cancelados para siempre.

As¨ª es que, parad¨®jicamente, la llamada Ley de Calidad la hace el mismo Gobierno que pospone de nuevo (o sencillamente anula) la entrada en vigor de los criterios de calidad. Curiosa y creativa manera de fomentar la calidad. Aunque lo cierto es que aqu¨ª de calidad no hay nada, sino s¨®lo un conjunto de propuestas basadas en una ideolog¨ªa educativa y social neta y ranciamente conservadora. Un gigantesco paso atr¨¢s de muchos a?os de magnitud.

Jes¨²s Palacios es catedr¨¢tico de Psicolog¨ªa Evolutiva y de la Educaci¨®n de la Universidad de Sevilla.