'Abrimos, pero hoy no haremos caja'
El Corte Ingl¨¦s de la calle de Preciados, en la zona centro de Madrid, volvi¨® a convertirse ayer en el punto cl¨¢sico de concentraci¨®n de los piquetes en una huelga general. '?Queremos comprar, una mierda para Aznar?' '?Los maderos, no son obreros?' , entonaron los concentrados. Los clientes que ayer se acercaron a ese centro comercial salieron llenos de bolsas, pero tambi¨¦n se encontraron con cientos de personas que les abuchearon. Una fila de polic¨ªas de la Unidad de Intervenci¨®n Policial (antidisturbios) proteg¨ªa la entrada de los grandes almacenes, a la sombra. Piquetes y curiosos se quedaron bajo el sol. Un turista despistado pregunt¨® si all¨ª vend¨ªan algo. Alguien le contest¨® que s¨ª, pero que no era el mejor d¨ªa para comprar.
El turista se march¨®, pero otros m¨¢s atrevidos s¨ª que entraron en los grandes almacenes. Cada cliente recibi¨® una avalancha de silbidos y de insultos. '?Putas, buuuhhhh?', increparon unos hombres a un grupo de mujeres que entraban al centro comercial. Una de las mujeres se dio la vuelta y respondi¨® muy airada: '?Cabrones?'. Para evitar problemas, los antidisturbios se la tuvieron que llevar casi en volandas dentro del centro. Otra chica tambi¨¦n fue abucheada. '?Tenemos derecho a trab...?'. La chica no pudo terminar su frase, perdida entre una pitada.
El centro comercial citado fue de los pocos establecimientos que abri¨® en los alrededores de la Puerta del Sol de Madrid. Una farmacia de la calle Preciados tambi¨¦n estaba abierta, pero a mediod¨ªa los trabajadores cerraron despu¨¦s de que un hombre se colase dentro con un cuchillo e intentase asaltarla. ?'Que se mete, que se mete...?', advirti¨® un antidisturbio a sus compa?eros. Varios agentes redujeron al hombre dentro del local. Minutos despu¨¦s, los trabajadores bajaron la persiana, acto que recibi¨® una ovaci¨®n un¨¢nime por parte de los piquetes.
Bares y cafeter¨ªas
La Confederaci¨®n de la Peque?a y Mediana Empresa (Copyme) cifr¨® en un 50% la media de cierre en toda la Comunidad de Madrid, fundamentalmente en bares y cafeter¨ªas.
Si la zona centro ten¨ªa un aspecto casi fantasmal, otra cosa fue la periferia norte. En el centro comercial La Vaguada muchas de las tiendas abrieron. 'Aqu¨ª cada uno ha hecho lo que ha querido. Es un d¨ªa normal, pero con pocos clientes porque la mayor¨ªa compraron ayer [por el mi¨¦rcoles]', coment¨® el due?o de una fruter¨ªa. 'Abrimos, pero hoy no haremos caja', a?adi¨®. En las tiendas, los empleados no se despegaron ni un momento del tel¨¦fono m¨®vil para informar a sus jefes de c¨®mo iba la jornada.
Muchos inmigrantes tampoco hicieron huelga. Una pareja de colombianos, que llevan en Espa?a m¨¢s de un a?o y trabajan en el servicio dom¨¦stico y en la construcci¨®n, comentaron que ellos no hab¨ªan parado, informa Tatiana Esc¨¢rraga. 'Nuestros jefes nos han dicho que era mejor que fu¨¦semos a trabajar. Estamos aqu¨ª sin documentaci¨®n y claro...', coment¨® la mujer.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.