De la gloria al olvido
Muehlegg purga como un apestado su esc¨¢ndalo de dopaje en los Juegos Ol¨ªmpicos de Invierno
De la gloria, al olvido. El esquiador de fondo Johann Muehlegg ha sido el mayor fiasco en la historia del deporte espa?ol. En dos semanas memorables durante los Juegos Ol¨ªmpicos de Invierno de Salt Lake City, en febrero,super¨® de un plumazo todos los r¨¦cords con sus tres medallas de oro. Pero nada m¨¢s recibir la ¨²ltima, sin tiempo siquiera para celebrar la cena de honor, pas¨® de h¨¦roe a villano. Hab¨ªa dado positivo con darbepoet¨ªn, una variante moderna de EPO, la sustancia que mejora la oxigenaci¨®n de la sangre y, por consiguiente, el rendimiento. Fue en un control por sorpresa que se le efectu¨® dos d¨ªas antes de la prueba final de los 50 kil¨®metros, el marat¨®n de las nieves que le confirmaba como un aut¨¦ntico superm¨¢n. Pero todo se derrumb¨®.
La decepci¨®n, el enga?o, la frustraci¨®n fueron tan inesperados como enormes. El Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional (COI) le descalific¨® quit¨¢ndole la ¨²ltima medalla y pudo dar gracias de que le mantuviera las dos anteriores. Se le hab¨ªan hecho controles sin detect¨¢rsele nada, pero la sombra de la duda sobre todas sus haza?as lo envolvi¨® todo. Aquel triste 23 de febrero empez¨® su largo camino hacia el olvido, porque clam¨® por su inocencia, pero nadie le crey¨®.
?Qu¨¦ ha sido de aquel Juanito espa?olizado que todo el mundo pas¨® a llamar Johann otra vez en alem¨¢n? La discusi¨®n sobre si los ¨¦xitos de un nacionalizado el 12 de noviembre de 1999 eran ficticios y que no se los pod¨ªa apuntar un paup¨¦rrimo deporte invernal espa?ol sin haberlo forjado, pasaron a mejor vida. La maldici¨®n de las nieves hispanas, con s¨®lo migajas de ¨¦xitos desde los Fern¨¢ndez Ochoa, hab¨ªa vuelto y esta vez con total recochineo. El alem¨¢n nacido en Marktoberdorf, un pueblecito en plena Baviera, cercano a la famosa estaci¨®n de Garmisch-Partenkirchen -cita anual el 1 de enero para una de las etapas del tradicional torneo de saltos de los Cuatro Trampolines-, se hab¨ªa convertido en un regalo envenenado. Todo se acab¨®. Incluso el Rey, un entusiasta del esqu¨ª, tuvo que suspender la recepci¨®n que hab¨ªa preparado con ilusi¨®n al supuesto regreso triunfal del atleta. En el Consejo Superior de Deportes y en el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Espa?ol, las dos altas instancias que tendr¨ªan algo que decir en su caso, se callaron todas las voces, a¨²n en Salt lake City, en cuanto se confirm¨® el contraan¨¢lisis, como se esperaba. El secretario de Estado para el Deporte, Juan Antonio G¨®mez Angulo, que nunca se hab¨ªa visto tan desamparado y desairado, dej¨® de hablar de la supuesta indefensi¨®n jur¨ªdica del atleta y pas¨® la inc¨®moda patata caliente a su subdirector general ?ngel Luis L¨®pez de la Fuente. Fue su ¨²ltimo interlocutor y a ¨¦l ha seguido llamando en busca de amparo. Pero no hay amparo posible. S¨®lo su pataleta individual.Johann anduvo por Espa?a mendigando ayudas y sopesando apoyos, pero apenas recibi¨® un homenaje en una cena ofrecida por un variopinto grupo de personas descolgadas de trenes oficiales o sin otro inter¨¦s que ir en contra de lo establecido.
Muehlegg y su hermano Martin, a quien todos los indicios acusan del desastroso final de una ambiciosa historia, decidieron ponerse en manos de un bufete de abogados para defender lo dif¨ªcilmente defendible. Hasta Jacques Rogge, el nuevo presidente del COI, se mostr¨® indignado con su caso -como el de las rusas Lasutina y Danilova, tambi¨¦n cazadas- y hundi¨® oficialmente su prestigio, si es que popularmente no lo estaba ya, al calificar incluso las dos medallas que no le hab¨ªan podido retirar como 'moralmente inaceptables'.
Tras su primer periplo espa?ol, sin otra salida, se fue a Alemania a refugiarse en sus monta?as natales, a esperar el recurso de sus abogados ante el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS), que seg¨²n todos los indicios, confirmar¨¢ su descalificaci¨®n ol¨ªmpica. De momento, la Federaci¨®n Internacional de Esqu¨ª (FIS) ya le ha sancionado con los dos a?os de rigor como culpable de dopaje. Sus abogados han aprovechado para protestar sobre lo ¨²nico que pueden: los supuestos defectos de forma, y que la FIS deber¨ªa haber esperado la decisi¨®n del TAS. Pero la suerte parece echada. La defensa de Muehlegg sigue bas¨¢ndose en lo mismo a lo que intent¨® agarrarse desesepradamente G¨®mez Angulo en Salt Lake City: que el darbepoet¨ªn o aranesp no est¨¢ con tal nombre entre los productos prohibidos. Pero es EPO. O m¨¢s clara, incluso, porque su administraci¨®n y rendimiento es mucho m¨¢s c¨®moda y mejor.
El deporte invernal espa?ol sigue as¨ª en lo m¨¢s bajo. Jaca es aspirante a los Juegos de Invierno de 2010, pero ni siquiera hay federaciones en los deportes que deber¨ªa organizar, algo imprescindible. Dicen que no hay clubes o practicantes, pero es la pescadilla que se muerde la cola hace a?os. Hasta las elecciones a la presidencia vacante desde que tuvo que irse el anterior mandatario, Luis Algar, enfrentado con todos, se han aplazado el s¨¢bado pasado porque deben aclararse ciertas impugnaciones previas. Y entre los aspirantes incluso vuelve a aparecer m¨¢s de lo mismo que dej¨® como un solar la parcela, aparte ya de lo de Muehlegg. ?ste, mientras tanto, ha seguido entren¨¢ndose y ha dicho que no se retira. Pero el 8 de noviembre pr¨®ximo cumplir¨¢ 32 a?os y ya nadie podr¨¢ creer en ¨¦l. Y parece que ni en la nieve espa?ola.
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