'Los 'best-sellers' roban la creaci¨®n'
Si Cuaderno de viaje, novela con la que Salvador Comp¨¢n (?beda, 1950) qued¨® finalista del Premio Planeta 2000, era consecuencia de los libros de los viajeros rom¨¢nticos y en ella el escritor emprend¨ªa un viaje como 'met¨¢fora de la vida, como algo que transforma', la nueva novela que est¨¢ ultimando -y que publicar¨¢ Planeta a principios de 2003- se acerca a la imagen del amor, 'esa utop¨ªa del deseo que inventa el amor', y a la muerte. Con la cautela propia de los novelistas que se muestran remisos a hablar de sus obras antes de concluirlas, Comp¨¢n desvela, no obstante, las ideas principales.
Pregunta. ?C¨®mo se va a llamar la novela?
Respuesta. No lo s¨¦, el t¨ªtulo lo pongo siempre al final. Empec¨¦ a escribirla antes de quedar finalista del Planeta y la terminar¨¦ este verano.
P. ?Cu¨¢l es la historia?
R. Cualquier argumento de novela cuando lo cuentas parece una banalidad, una trivialidad. El protagonista de mi novela vive una historia l¨ªmite para ¨¦l, que le va a suponer una ruptura con un mundo plano y est¨¦ril. Va a vivir un mundo de pasi¨®n que le da una mujer que confunde con otra. De su inercia le sacar¨¢ la imagen de una mujer. Es una pasi¨®n sustentada por alguien a quien no conoce.
P. ?Es entonces una novela de amor?
R. Es una novela sobre la imagen del amor, esa utop¨ªa del deseo que inventa el amor. La ciudad donde transcurre, C¨®rdoba, est¨¢ configurada a la manera de un laberinto. No es la C¨®rdoba de la estampa tur¨ªstica, sino una C¨®rdoba que un poco significa lo contrario. Es la ciudad natal del protagonista, a la que regresa. El doble espejismo de la ciudad y la mujer la convierten en calles retorcidas, laber¨ªnticas. Una ciudad de b¨²squeda y desencuentro, que se configura como un laberinto para el protagonista.
P. Cuaderno de viaje era novela hist¨®rica, ambientada en 1874. ??sta tambi¨¦n?
R. No, est¨¢ ambientada en la actualidad. Aunque la acci¨®n se desarrolle en C¨®rdoba no es una novela andalucista. Aprovecho los espacios que conozco. Sit¨²o mis narraciones en espacios que sean un terreno s¨®lido para unos personajes que hagan cre¨ªble la acci¨®n.
P. ?Hay intriga?
R. No es un thriller. Es una historia de pasiones tensadas por un arranque de muerte. No quiero precisar m¨¢s, s¨®lo dir¨¦ que la puerta de la ciudad y la acci¨®n la abre una muerte. Es tambi¨¦n un viaje hacia la identidad y hacia la infancia. Pero s¨ª hay un hilo de intriga. Cuaderno de viaje estaba narrado en primera persona por un escritor del siglo XIX, lo que me obligaba a un estilo encastillado, limitado por la verdad hist¨®rica del lenguaje. Era una novela polif¨®nica. Aqu¨ª vuelvo a incorporar voces al hilo del narrador con la fluidez de la primera persona que permite el lenguaje, que es muy moldeable como lo podemos utilizar hoy.
P. ?De d¨®nde parti¨® la idea de la historia?
R. No s¨¦, hay algo, pero todav¨ªa no lo s¨¦, estoy en el proceso. Tal vez sea una imagen de infancia tan insignificante como la tensi¨®n de cruzarte continuamente con una chavala en la calle. Un trozo de jard¨ªn la hice a partir de una imagen pl¨¢stica, la de una mujer retratada en un trampantojo en un carmen del Albaic¨ªn con un libro de Ganivet. En Cuaderno... fue la figura del infante don Juan Manuel, que quiere que su obra sea tan indestructible y eterna que la guarda en el castillo de Pe?afiel, una inmensa caja fuerte. El af¨¢n de pasar a la posteridad del juez de mi novela con una imagen de bondad literaria a trav¨¦s de una falsa autobiograf¨ªa, esa limpieza moral, es similar a la limpieza de estilo de don Juan Manuel, que copia su obra de propia mano.
P. Cuaderno de viaje era tambi¨¦n una novela sobre la impostura literaria: el protagonista escribe unas falsas memorias para su t¨ªo el juez a cambio de dinero. ?Es un reflejo de lo que ocurre hoy?
R. La figura del negro sigue existiendo. Hay creadores que no lo parecen. Es una forma de esa literatura por encargo. Heredan un estilo y ni siquiera tratan de a?adirle nada. No es un caso de impostura, sino de traslaci¨®n mec¨¢nica, pero que llega a parecer una impostura de estilos heredados del pasado. Tambi¨¦n existen los escritores que venden su pluma por intereses econ¨®micos. La industria editorial es una boca que engulle y pide temas e impone gustos literarios y se retroalimenta de s¨ª misma. Los best-sellers que construyen las editoriales han robado la creaci¨®n literaria. Yo defiendo cada palabra de cada texto que escribo, aunque esto suena a que estoy diciendo que yo lo hago muy bien y los dem¨¢s no.
P. ?Le tienta el thriller?
R. He escrito ya un pseudo- thriller, Madrugada. Pero es tan sui generis que lo que en el fondo importa es la psicolog¨ªa de los personajes. En realidad no responde a la estructura del thriller. Es una historia de venganza protagonizada por un polic¨ªa jubilado, pero por lo dem¨¢s se escapa a los elementos que marcan el g¨¦nero. Como g¨¦nero en s¨ª no me interesa la novela de intriga.
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