Seleccionador y entrenador del Madrid

Javier Imbroda, de 41 a?os, ser¨¢ el nuevo entrenador del Real Madrid durante los tres pr¨®ximos a?os y dirigir¨¢ a la selecci¨®n espa?ola hasta que concluya el pr¨®ximo Mundial, del 29 de agosto al 8 de septiembre en Indian¨¢polis. A la conclusi¨®n de la cita mundialista, las partes implicadas decidir¨¢n si Imbroda contin¨²a compaginando ambos cargos. As¨ª lo acordaron ayer el presidente del Real Madrid, Florentino P¨¦rez, y el vicepresidente de la Federaci¨®n Espa?ola de Baloncesto (FEB), Jos¨¦ Luis S¨¢ez.

La fulminante destituci¨®n de Sergio Scariolo como entrenador del equipo madridista ha provocado un efecto domin¨® r¨¢pidamente resuelto gracias a la sinton¨ªa y a la prisa de las partes implicadas. Imbroda, primera opci¨®n del club blanco, suspiraba desde hac¨ªa tiempo por dirigir al equipo madridista. Aunque l¨®gicamente no contemplaba la posibilidad hasta que le fue comunicado el inter¨¦s, tras la destituci¨®n de Scariolo, el pasado mi¨¦rcoles. Y la Federaci¨®n, que no puede competir con el poder econ¨®mico de los clubes, estaba dispuesta a permitirle a Imbroda, con el que tiene contrato hasta 2003, que haga compatible su tarea con la selecci¨®n y con el equipo madridista. Se da la circunstancia de que Imbroda fue nombrado seleccionador tras los Juegos Ol¨ªmpicos de 2000 cuando ten¨ªa contrato en vigor con el Caja San Fernando.

Se abre ahora un comp¨¢s de espera. Ser¨¢ la comisi¨®n deportiva de la Federaci¨®n, encabezada por Lolo Sainz y Angel Palmi, la que decida durante los pr¨®ximos meses si Imbroda sigue compaginando su tarea con la de t¨¦cnico del Madrid o bien si se inician gestiones para contratar a un nuevo seleccionador. Uno de los principales aspirantes, en este ¨²ltimo caso, ser¨ªa A¨ªto Garc¨ªa Reneses, al que el Barcelona no renov¨® su contrato una vez concluida la pasada temporada.

El giro que han dado los acontecimientos en el Madrid fue asumido ayer por el director general del club Jorge Valdano, que compareci¨® en conferencia de prensa junto a Imbroda. 'Prefiero asumir el error antes que ser terco y perseverar en ¨¦l', manifest¨® Valdano, quien a su vez anunci¨® que no descarta que se incorpore de nuevo un director general, cargo que Scariolo, hasta hace unas semanas, compaginaba con el de entrenador. El desencadenante de la fulminante destituci¨®n de Scariolo fue la manera en que decidi¨® despedir a un jugador tan emblem¨¢tico como Herreros. Fue durante una conversaci¨®n subida de tono, el pasado 21 de junio, mantenida en el gimnasio de la Ciudad Deportiva.

Ahora, Herreros, de 33 a?os y al que todav¨ªa le quedaba una temporada m¨¢s de contrato con el Madrid, vuelve a contar para el nuevo entrenador Javier Imbroda. Herreros, de vacaciones en Marbella, manifest¨® ayer a canal plus.es que su continuidad depende sobre todo de las formas. 'Tengo mi orgullo, y si el club no rectifica publicamente, ser¨¢ muy dif¨ªcil que siga', afirm¨®. Valdano puso de relieve ayer que su relaci¨®n con Herreros es 'exquisita' mientras que Imbroda brom¨¦o al respecto y asegur¨®: 'Voy a invitarle a cenar y estoy seguro de que se compromete con el proyecto'. Herreros renunci¨® a estar presente en la selecci¨®n tras los Juegos Ol¨ªmpicos de Sydney.

Imbroda dispone ahora de algo menos de un mes para planificar la pr¨®xima temporada del Real Madrid, puesto que a partir del 31 de julio da inicio en M¨¢laga la concentraci¨®n de la selecci¨®n espa?ola para preparar el Mundial. Ayer, el t¨¦cnico de Melilla, adem¨¢s de pronunciarse sobre la continuidad de Herreros, dio practicamente por perdido el concurso de Ra¨²l L¨®pez, que debe negociar una rebaja de la cl¨¢usula de rescisi¨®n de su contrato con el club madridista para fichar por el Utah Jazz, club de la NBA que lo eligi¨® en el puesto 24 del draft del a?o pasado. Imbroda no dio muchas m¨¢s pistas sobre la composici¨®n del equipo del a?o pr¨®ximo y manifest¨®: 'Mi ilusi¨®n es poder crear una identidad en un equipo que ha venido transmitiendo inseguridades. La imagen del Real Madrid es pareja a la del baloncesto espa?ol y es fundamental que el pabell¨®n no registre las flojas entradas que ven¨ªan observ¨¢ndose'.