Carta abierta al se?or Aznar

Me dirijo a usted con el mayor respeto, que no se lo confiere el hecho circunstancial de ser presidente del Gobierno espa?ol, sino su condici¨®n de ser humano. Soy ciudadano argentino. La situaci¨®n de mi patria es ampliamente conocida por todos los ciudadanos de este pa¨ªs que usted gobierna por la gracia del pueblo. Situaci¨®n que bien conocen las empresas espa?olas que usted defiende con firme determinaci¨®n. Empresas que dejaron de ganar mucho dinero en los ¨²ltimos tiempos. Compatriotas m¨ªos que dejaron de comer hace muchos d¨ªas. Compatriotas que, como ni?os asustados que buscan los brazos de su madre, acudieron a ese lugar al que nos ense?aron a llamar madre patria en los libros escolares.

Pero la madre estaba demasiado ocupada para atenderlos. Nos recibi¨® con desgana a aquellos que cumplimos todos los innumerables requisitos para acceder a la categor¨ªa de ciudadanos del primer mundo. Oblig¨® a deambular por infinitos pasillos burocr¨¢ticos, de la mano de la m¨¢s absoluta desinformaci¨®n, a los que cre¨ªmos que podr¨ªamos encontrar un lugar para seguir so?ando, entregando a cambio nuestro trabajo, nuestro esfuerzo y nuestros impuestos. Desconoci¨® y expuls¨® a los que no pudimos conseguir alguno de los miles de certificados que nos exigieron. Quisiera aclararle que siempre tuve mucho cari?o y admiraci¨®n por lo espa?ol.

Tal vez usted, se?or Aznar, tenga la fortuna de que ninguno de sus parientes o amigos se haya visto obligado a emigrar a mi pa¨ªs. Aunque en realidad, seg¨²n parece, los inmigrantes somos los nuevos delincuentes, los que provocamos la falta de trabajo, los que amenazamos el bienestar y la posibilidad de cambiar el coche cada a?o. Si no es as¨ª, ?de qu¨¦ se nos acusa?

Y no se preocupe, se?or Aznar, que ya no le molestar¨¦. He recibido la orden de expulsi¨®n.