La mala suerte francesa

El d¨ªa promet¨ªa grandes cosas para Francia, m¨¢s en concreto para Laurent Jalabert, el ciclista m¨¢s querido. El maillot amarillo que roz¨® en el pr¨®logo Jalabert (se qued¨® a dos segundos de Armstrong) parec¨ªa una prenda prometida. Un tercer puesto en un sprint bonificado de ayer, dos m¨ªseros segundos, pues las mil¨¦simas le favorec¨ªan en el c¨®mputo, har¨ªa justicia a los deseos del viejo luchador, que a¨²n recuerda con amargura c¨®mo su ¨²ltimo maillot amarillo, conquistado con el ONCE en la contrarreloj por equipos del Tour 2000, le dur¨® s¨®lo dos d¨ªas por decisi¨®n t¨¢ctica de su director, Manolo Saiz. Aquella elecci¨®n cost¨® la ruptura de relaciones y el inicio para Jalabert de una aventura danesa, en el equipo de Bjarne Riis.

Y la cosa comenz¨® seg¨²n estaba escrita. Jalabert cumpli¨® con la primera parte de su obligaci¨®n, que era bonificar (lo hizo en la primera oportunidad). Luego, era trabajo de equipo. Su CSC se machac¨®, sufri¨® ca¨ªdas (como la de Carlos Sastre), se diezm¨® en una etapa dur¨ªsima, hizo lo imposible, y parec¨ªa que con ¨¦xito, cuando en el ¨²ltimo kil¨®metro surgi¨® el fusil Bertogliati: victoria, 20 segundos de bonificaci¨®n, l¨ªder por tres segundos.

Jalabert, se supone, volver¨¢ a intentarlo hoy, trabajo que, por otra parte, no podr¨¢ intentar Christophe Moreau, el otro franc¨¦s protagonista negativo del d¨ªa: el m¨¢ximo favorito local para el podio (ya fue cuarto en 2000) se cay¨® tres veces. Lleg¨® a m¨¢s de tres minutos. No se sabe qu¨¦ se har¨¢ de ¨¦l.