La revisi¨®n a medio plazo de la pol¨ªtica agr¨ªcola
Es nuestra intenci¨®n seguir garantizando a los agricultores espa?oles una renta proporcionada. En ese sentido, nuestra propuesta no cambia absolutamente nada. Nuestros agricultores se merecen unos pagos proporcionales a sus productos de calidad, a sus prestaciones medioambientales y al cuidado del paisaje.
La cosm¨¦tica es insuficiente: necesitamos un lifting facial para devolverle a la pol¨ªtica agr¨ªcola com¨²n su credibilidad. A trav¨¦s de la revisi¨®n a medio plazo, la Comisi¨®n ha presentado una propuesta con la cual pretendemos acercar la pol¨ªtica agr¨ªcola com¨²n a los agricultores, los consumidores y los contribuyentes.
Para mantener en el futuro la pol¨ªtica agr¨ªcola debe reforzarse el principio de 'prestaci¨®n y contraprestaci¨®n'. El agricultor de la Uni¨®n Europea produce muchos bienes p¨²blicos, desde el medio ambiente hasta la protecci¨®n de los animales, pasando por el cuidado del paisaje. El mercado no paga estas prestaciones, pero la sociedad las exige, por lo que los agricultores deben recibir una compensaci¨®n por ellas subvencionada mediante fondos p¨²blicos.
El objetivo de la Comisi¨®n es evidente: queremos reconciliar la pol¨ªtica agr¨ªcola con la sociedad, definir claramente la prestaci¨®n y la contraprestaci¨®n y, con ello, justificar mejor sus dotaciones presupuestarias. ?stos son mensajes que nuestros ciudadanos comprender¨¢n bien. De esta manera no se seguir¨¢ considerando al agricultor del futuro como un receptor de limosnas, sino que estar¨¢ en condiciones de exigir al ciudadano europeo una contraprestaci¨®n financiera en su calidad de empresario orientado hacia el mercado y prestatario de servicios medioambientales o paisaj¨ªsticos.
Porque es evidente que un sistema de ayudas que incita al agricultor a producir de manera intensiva, que es excesivamente burocr¨¢tico y que obliga forzosamente al agricultor a orientar su producci¨®n en funci¨®n de las subvenciones en lugar de las necesidades del mercado, corre el riesgo de perder el apoyo del contribuyente europeo. Tal evoluci¨®n no es la que persigue la Uni¨®n Europea y, sin duda, no es la que pretenden nuestros agricultores.
Con nuestras propuestas pretendemos devolverles a los agricultores su funci¨®n empresarial, de forma que produzcan para sus clientes en lugar de producir para los almacenes de la intervenci¨®n. Queremos reducir el peso que supone para el agricultor la burocracia agraria y ayudarle financieramente para que su producci¨®n logre los altos niveles de calidad que nuestros ciudadanos esperan. En el futuro, la calidad debe ser rentable.
Para lograr estos objetivos, los agricultores recibir¨¢n ayudas directas a la renta sin tener que producir cereales o carne de vacuno. Sin embargo, tendr¨¢n que producir de manera satisfactoria bienes p¨²blicos demandados por la sociedad que, en cualquier caso, el mercado no retribuye. Esto supone no s¨®lo una gran simplificaci¨®n administrativa, sino que tambi¨¦n significa que las ayudas ya no comportan incentivos a la producci¨®n que ignoran la evoluci¨®n del mercado.
La confianza del consumidor es un principio fundamental para el ¨¦xito de la agricultura. La confianza, que se ha visto negativamente afectada, s¨®lo puede volver a recuperarse mediante una mayor transparencia y responsabilidad. Por ello, proponemos una auditor¨ªa de las explotaciones. Soy consciente de que ¨¦sta representar¨¢ una serie de gastos adicionales para los agricultores, pero en el futuro ¨¦stos se cofinanciar¨¢n mediante los fondos dedicados al desarrollo rural.
Si queremos reforzar la reorientaci¨®n de las ayudas agr¨ªcolas en la direcci¨®n de la compensaci¨®n por las prestaciones adicionales de nuestra agricultura, tenemos que introducir obligatoriamente la modulaci¨®n en todos los Estados miembros. Queremos retener adicionalmente cada a?o un 3% de los pagos directos, aunque las peque?as explotaciones que reciban menos de 5.000 euros anuales en pagos de esta ¨ªndole quedar¨¢n al margen de esta reducci¨®n. Sin embargo, la agricultura no pierde este dinero, sino que, de conformidad con unos par¨¢metros objetivos, se redistribuir¨¢ entre los Estados miembros, los cuales lo pueden dedicar a desarrollo rural. Prevemos un elemento de cohesi¨®n, que aportar¨¢ m¨¢s fondos a los agricultores espanoles. En la fase final del proceso tenemos previsto que, de esta forma, tras siete a?os, se habr¨¢ reorientado un porcentaje de un 20% de los pagos directos, lo cual generar¨¢ un enorme incremento de los fondos europeos que se pueden dedicar a desarrollo rural.
Por el momento, el 20% de las grandes empresas reciben el 80% de las ayudas agr¨ªcolas. Por tanto, debe fijarse un l¨ªmite m¨¢ximo a los pagos directos modulados, establecido en 300.000 euros por explotaci¨®n. Los fondos ahorrados de esta forma permanecer¨¢n en el presupuesto del Estado miembro, que podr¨¢ decidir si los destina a desarrollo rural y de qu¨¦ manera lo hace.
Hay que se?alar que la gran mayor¨ªa de los agricultores en Espa?a son peque?os. Por consiguente, no se ver¨¢n afectados por la modulaci¨®n.
Pero no s¨®lo debe reforzarse la financiaci¨®n del desarrollo rural. Queremos prestar ayuda econ¨®mica a los agricultores a trav¨¦s de nuevos programas para que produzcan con una mayor orientaci¨®n comercial y para que cumplan las normas establecidas. Por ello, proponemos nuevos programas para mejorar la calidad de los productos. Por un lado, estos programas est¨¢n vinculados con la certificaci¨®n de la producci¨®n, y por otro, con la comercializaci¨®n de productos de calidad, productos con denominaciones de origen geogr¨¢fico y productos ecol¨®gicos. Los ganaderos que quieran ir m¨¢s all¨¢ de los requisitos obligatorios en materia de bienestar animal tambi¨¦n pueden contar en el futuro con una compensaci¨®n directa de sus gastos adicionales.
La Comisi¨®n ha llegado a la conclusi¨®n de que la pol¨ªtica agr¨ªcola requiere modificaciones para responder mejor a las exigencias de nuestra sociedad moderna, pero, sobre todo, a las necesidades de los agricultores europeos. Pero al mencionar el lifting facial lo que quiero decir es que no se cuestionar¨¢ el n¨²cleo de la PAC. Tambi¨¦n necesitamos en el futuro una pol¨ªtica agr¨ªcola fuerte y unitaria en la Uni¨®n Europea que goce de la confianza del ciudadano y garantice el mercado interior.
Franz Fischler es comisario de Agricultura y Pesca de la Uni¨®n Europea.
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