La paranoia antiterrorista
Introducci¨®n. Soy un hombre de 54 a?os, todav¨ªa excursionista, aficionado, pues, a los temas de orientaci¨®n, supervivencia, etc¨¦tera. Mi sastre es tan bueno como el del pr¨ªncipe de Gales, aunque mi aspecto es sensiblemente mejor que el suyo. Mido un metro y ochenta y dos cent¨ªmetros, peso 80 kilos, practico deporte dos horas al d¨ªa y mi aspecto es inmejorable, dicho hasta por mis enemigos; alg¨²n amigo dice que soy un dandi. Llevo una barba recortada digamos como el duque de Kent.
Secuencia 1. Caigo en la tentaci¨®n no muy cara, hace 15 d¨ªas, de comprar un reloj T..., modelo TT de pantalla t¨¢ctil, dotado de estaci¨®n meteorol¨®gica, alt¨ªmetro, br¨²jula, term¨®metro y, claro est¨¢, reloj y cron¨®metro. El delirio del boy scout apr¨¨s la lettre.
Secuencia 2. Por motivos familiares debo viajar a Londres con relativa frecuencia y otra tentaci¨®n: viajar con Easy Jet, la compa?¨ªa m¨¢s inteligente creada estos ¨²ltimos a?os. Vuelo de Palma a Londres el d¨ªa 24 de junio de 2002.
Secuencia 3. En el aeropuerto adquiero la sospechosa revista Tiempo, en la que aparece, f¨ªjense qu¨¦ cosa m¨¢s rara, junto a los art¨ªculos de cotilleo y pol¨ªtica, uno de los doscientos millones de art¨ªculos sobre Bin Laden y Al Qaeda publicados en revistas igualmente sospechosas de todo el mundo.
Secuencia 4. Como ya estoy en la preancianidad y el fr¨ªo en los aviones me afecta la garganta, me pongo alrededor del cuello un pa?uelo redondo, como el que usamos mil y un excursionistas; eso s¨ª, era color camuflaje.
Secuencia 5. Ya me ven a m¨ª, en la primera fila, bien a las claras, jugando como un capullo con mi reloj calculando rumbos y derivas, dos horas de vuelo se hacen largas, leyendo la revista Tiempo, otras m¨¢s, etc¨¦tera.
Secuencia 6. Soy minuciosamente escrutado por el inteligente Paul, jefe de cabina del vuelo, y en una brillante y r¨¢pida deducci¨®n liga reloj, pa?uelo de camuflaje y art¨ªculo sobre Al Qaeda y decide que soy sospechoso de terrorismo isl¨¢mico, sin investigar ni preguntarme amablemente de qu¨¦ clase es mi reloj o acercarse discretamente a cerciorarse de lo que fuere. Se
lo comunica al todav¨ªa m¨¢s listo e inteligente conductor del avi¨®n, quien, sin aparecer para verme, comunica a la torre de control que hay un individuo sospechoso de terrorismo isl¨¢mico.
Secuencia 7. A la salida del avi¨®n, y en presencia de todos los pasajeros, soy apartado en un pasillo por dos polic¨ªas dressed to kill con la mano en el subfusil con mira de tiro r¨¢pido, chaleco antibalas y una canana atiborrada con la ¨²ltima tecnolog¨ªa para inmovilizar y matar. Dos m¨¢s observaban a lo lejos de paisano. He de decir que fueron educados y muy profesionales, porque a medida que yo explicaba mi reloj, la revista y el pa?uelo y todo lo que me quisieron preguntar y comprobar, su cara fue cambiando a mejor. La primera no era amigable. Despu¨¦s de 15 minutos de explicaciones y un cacheo que no dej¨® escondido ni un alfiler, firmo un formulario de detenci¨®n con todos los no tachados.
Consejo: si viaja con Easy Jet, cuide qu¨¦ cosa se pone usted en la mu?eca, si su revista contiene un art¨ªculo sobre un sobrino o incluso el perro de Bin Laden. Si siente fr¨ªo en el cuello, enr¨®llese un peri¨®dico ingl¨¦s o papel higi¨¦nico, porque el inteligente Paul y su todav¨ªa m¨¢s inteligente comandante pueden estar al acecho. Por algo son del pa¨ªs de 007. Dios nos pille confesados.
Ep¨ªlogo. Dos d¨ªas despu¨¦s, cuando regreso a Palma, cu¨¢l no es mi sorpresa al ver que el mismo ch¨®fer y el inteligente Paul est¨¢n al mando del avi¨®n. Felicito a Paul por sus brillantes deducciones y me contesta, al borde de la mala educaci¨®n, que no tiene nada que decirme.
En Gatwick tardo una hora y media en poder ver a un polic¨ªa que certifique por escrito que mi nombre no est¨¢ en una lista negra a ra¨ªz de este incidente. Si lo hubiera llamado el inteligente Paul, habr¨ªa acudido inmediatamente.
Al integrismo terrorista no se le opone la raz¨®n, sino el integrismo antiterrorista. Paranoia contra paranoia no puede terminar bien jam¨¢s, sobre todo para los que estamos en medio.
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