'Espa?a no tiene motivos para dramatizar tanto lo sucedido en Perejil'
Desde hac¨ªa siete meses, cuando el secretario general del PSOE, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, viaj¨® a Rabat, ninguno de los ministros pol¨ªticos del Gobierno de Abderram¨¢n Yussufi hab¨ªa dado explicaciones a la prensa espa?ola sobre la crisis hispano-marroqu¨ª.
Ayer, el ministro portavoz del Ejecutivo de Rabat, el socialista Mohamed Achaari, rompi¨® el silencio. En una conversaci¨®n telef¨®nica con EL PA?S proporciona la versi¨®n de Marruecos sobre lo sucedido el jueves en el islote de Perejil que los marroqu¨ªes llaman Leila.
Pregunta. ?Qu¨¦ pas¨® el jueves en el islote de Perejil?
Respuesta. Nada especialmente trascendente. Marruecos ha querido utilizar de manera diferente un islote bajo su soberan¨ªa para luchar m¨¢s eficazmente contra el tr¨¢fico de emigrantes y el terrorismo. Con ese prop¨®sito se ha empezado a instalar all¨ª un punto de vigilancia permanente.
'Rabat aplica en el islote una f¨®rmula para luchar mejor contra la emigraci¨®n clandestina'
P. El Gobierno espa?ol alega que el islote es espa?ol.
R. Falso. En tiempos del protectorado s¨ª estaba bajo dominio espa?ol. La colonizaci¨®n acab¨® en 1956. Desde entonces es marroqu¨ª. Si no lo es, que me digan a que demarcaci¨®n territorial espa?ola pertenece. En los ¨²ltimos 45 a?os ha habido regularmente all¨ª una presencia de civiles y de la autoridad marroqu¨ª. ?Qui¨¦n cr¨ªa a los caprinos de Perejil? Los marroqu¨ªes de Jbel Moussa, a tan s¨®lo 200 metros del islote. A partir de ahora esa presencia ser¨¢ permanente.
P. ?Qu¨¦ le ha parecido la reacci¨®n del Gobierno espa?ol?
R. Nos ha sorprendido mucho. No la comprendemos. Es desproporcionada. No hay motivos para hacer un drama. Perejil nunca ha sido objeto de pol¨¦mica. El ejercicio de su soberan¨ªa, por parte de Marruecos, no debe dar lugar a interpretaciones desorbitadas. Se ha tomado esta iniciativa para mejorar la lucha por una causa com¨²n, que interesa a Marruecos pero tambi¨¦n a Espa?a y al conjunto de Europa: frenar la emigraci¨®n por v¨ªa mar¨ªtima e impedir actividades terroristas en el Estrecho. Es gracias a medidas como ¨¦sta que la emigraci¨®n clandestina hacia Espa?a disminuye. Convendr¨ªa, por tanto, que del lado espa?ol prevalezca la serenidad.
P. Si la isla es marroqu¨ª y est¨¢ situada en aguas territoriales marroqu¨ªes, las patrulleras de la Armada espa?ola que la circundan violan la soberan¨ªa marroqu¨ª.
R. As¨ª es. Suponemos que no tardar¨¢n en marcharse.
P. Desde que, en abril de 2001, fracas¨® la negociaci¨®n pesquera entre la Uni¨®n Europea y Marruecos, Rabat y Madrid atraviesan una prolongada crisis diplom¨¢tica. ?No ha echado Marruecos le?a al fuego al instalarse en Perejil?
R. Nuestro calendario de mejora de la lucha contra la emigraci¨®n clandestina no obedece a este tipo de consideraciones. Tenemos que cumplir con una responsabilidad, nacional e internacional, y tratamos de hacerlo en los plazos m¨¢s cortos posibles. Lo sucedido, le reitero, no es un acto dirigido contra Espa?a que, pese a la crisis que usted menciona, sigue siendo un pa¨ªs amigo de Marruecos.
P. ?Qu¨¦ diferencia establece Marruecos entre Perejil y otros islotes espa?oles cercanos a su costa como las Chafarinas, el Pe?¨®n de Alhucemas o el de V¨¦lez de la Gomera?
R. Una diferencia substancial. Perejil es marroqu¨ª y eso no se discute. Los islotes que usted menciona no son nuestros, son residuos anacr¨®nicos de la ¨¦poca colonial que reivindicamos junto con Ceuta y Melilla.
P. Cinco barcos de la Armada espa?ola se desplegaron la semana pasada en la bah¨ªa de Alhucemas en torno al pe?¨®n espa?ol situado en el centro de la cala. ?Guarda ese despliegue alguna relaci¨®n con lo sucedido en Perejil?
R. No tiene nada que ver. Marroqu¨ªes y espa?oles ya nos explicamos sobre aquel asunto. No hay que sacarlo de quicio. Aquel incidente puede ser dado por cerrado.
P. ?Y si Espa?a recurre a la fuerza para desalojar a los marroqu¨ªes de Perejil o toma represalias?
R. Marruecos sabe defenderse y sabe defender la legalidad internacional. Estoy convencido de que Espa?a respetar¨¢ la legalidad internacional. Dudo de que lleguemos a esa situaci¨®n. Al final, se impondr¨¢ la serenidad.
P. ?Qu¨¦ deben hacer Espa?a y Marruecos para superar la crisis que atraviesan desde hace m¨¢s de un a?o?
R. De nada sirve desarrollar la pol¨ªtica de la avestruz, de nada sirve dejar de lado los problemas como si no existiesen. Existen y abarcan desde el escaso respeto de Espa?a por la integridad territorial de Marruecos hasta ciertas actitudes y declaraciones desafortunadas. Hay que sentarse en torno a una mesa, o en torno a varias mesas, una por cada asunto a tratar, y discutir de todo a fondo y con franqueza. Ese es el camino a seguir. Debemos empezar a recorrerlo cuanto antes.
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