La azarosa aventura empresarial de George W.
El presidente de EE UU se ha aprovechado de contratos dudosos y lazos familiares en su discutida carrera como hombre de negocios
La pol¨ªtica y el petr¨®leo han sido siempre tradici¨®n familiar en el clan Bush. El primer presidente Bush gan¨® millones de d¨®lares e hizo muchos amigos en las d¨¦cadas de los cincuenta y sesenta gracias a las influencias de su padre, el senador Prescott Bush, que nada m¨¢s asumir su esca?o recaud¨® 350.000 d¨®lares para que su hijo montara Zapata Petroleum. Al actual presidente, George W. Bush, tambi¨¦n le han servido las conexiones familiares para hacerse millonario, pero, a diferencia de su padre, la suya podr¨ªa haber resultado la historia de un fracaso. El camino a la Casa Blanca ha sido un laberinto de altibajos financieros y asociaciones cuando menos extra?as, hasta que la suerte gir¨® a su favor en 1990 con un suculento contrato en el emirato de Bahrein.
El extenso respaldo financiero le permiti¨® dedicarse a la pol¨ªtica y ser gobernador de Tejas
Su socio en la primera aventura petrolera en 1979 fue James Bath, representante en EE UU de Salem Bin Laden, hermano del terrorista Osama. Bath tambi¨¦n ten¨ªa v¨ªnculos con el extinto BCCI, Banco de Cr¨¦dito y Comercio Internacional (el mayor fraude bancario de la historia) a trav¨¦s de Jalid Bin Mahfuz, cuya hermana es una de las esposas de Osama Bin Laden.
A medias con Bath, George W. Bush fund¨® Arbusto (traducci¨®n al espa?ol de la palabra bush), con 20.000 d¨®lares que le regal¨® su abuela tras graduarse en las universidades de Yale y Harvard. Su t¨ªo, Jonathan Bush, le ayud¨® a reclutar inversores que pusieron cinco millones de d¨®lares, pero Arbusto nunca lleg¨® a prosperar a pesar de las generosas exenciones fiscales de un 91%.
Queriendo emular a su padre, George junior volvi¨® a Midland, (Tejas) para lanzarse a la pol¨ªtica y los negocios petroleros, pero tras dos fallidas campa?as al Congreso abri¨® Arbusto Energy con Bath, que puso 50.000 d¨®lares. Trece a?os despu¨¦s, el FBI acus¨® a Bath de canalizar dinero saud¨ª con el fin de influir la pol¨ªtica exterior de Ronald Reagan.
El canal de comunicaci¨®n de los Bush con Arabia Saud¨ª siempre ha estado abierto. En 1981, el entonces vicepresidente Bush viaj¨® a Riad para pedir que frenaran la bajada de los precios del petr¨®leo (Bush fue vicepresidente de 1981 a 1988, y presidente de enero de 1989 a enero de 1993). La gesti¨®n iba a beneficiar a su hijo, pero no sirvi¨® de mucho porque Arbusto iba en picado. En 1982, a punto de la bancarrota, Bush acudi¨® a un amigo de la familia, Philip Uzielli, que invirti¨® 50.000 d¨®lares. Uzielli perdi¨® el dinero, pero fue nombrado jefe de personal de Reagan.
Con la esperanza de que su apellido atrajera dinero, reabri¨® Arbusto en 1983 como Bush Exploration, s¨®lo para apuntarse un nuevo fracaso. Seg¨²n el registro de la propiedad de Tejas, los inversores pusieron 4,7 millones de d¨®lares, de los que s¨®lo recuperaron 1,5 millones. Esta vez, el amigo que lo rescat¨® fue William DeWitt, compa?ero de Yale y Harvard e hijo de un multimillonario. La empresa de DeWitt, Spectrum 7, absorbi¨® Bush Exploration y nombr¨® a Bush consejero delegado con el mismo salario de Arbusto, 75.000 d¨®lares, recibiendo adem¨¢s 1,6 millones de acciones.
La fortuna le dio la espalda de nuevo. En dos a?os, Spectrum se hundi¨® con una deuda de tres millones. En esta ocasi¨®n le sac¨® de apuros Alan G. Quasha, un abogado de origen filipino, hijo de un cercano colaborador de Ferdinand Marcos y tambi¨¦n asesor legal del Nugan Hand Bank, un banco pantalla de la CIA. La empresa de Quasha, Harken Energy, adquiri¨® Spectrum en 1986 por 2 millones de d¨®lares. En el paquete iban incluidos 180 pozos y el lustre de un apellido que abr¨ªa puertas donde una petrolera m¨¢s lo necesitaba, en el golfo P¨¦rsico.
Comenzaba un nuevo cap¨ªtulo en la vida de George W. Bush. Harken era una prometedora compa?¨ªa de Dallas, entre cuyos inversores estaba George Soros. La llegada de Bush atrajo al millonario saud¨ª Sheik Abdullah Bajsh, que compr¨® un 17,6% de acciones y fue clave para conseguir el contrato m¨¢s importante de Harken. Bakhsh era socio de Ghaith Pharoan, el hombre del BCCI en Houston.
Adem¨¢s de darle m¨¢s de 200.000 participaciones, Harken le pagaba a George W. Bush como consultor, primero 80.000 y luego 120.000 d¨®lares. Le dio adem¨¢s 131.000 d¨®lares en stock options y un pr¨¦stamo de 180.000 para adquirir m¨¢s acciones, a un 40% menos del precio de mercado. A pesar de los excesos con sus ejecutivos, Harken no marchaba bien. Hasta que en enero de 1990, incre¨ªblemente consigui¨® desplazar al gigante Amoco en la licitaci¨®n de un contrato millonario para prospecciones en Bahrein.
Las acciones se dispararon, aunque la bonanza dur¨® poco porque Harken no estaba preparada para hacer frente a las perforaciones en Bahrein y en agosto declar¨® p¨¦rdidas de 150 millones de d¨®lares. Coincidencia o no, a mediados de ese a?o, George W. vendi¨® dos terceras partes de sus acciones un mes antes de que se desplomaran, y coincidiendo con un despacho secreto que lleg¨® a la Casa Blanca que dec¨ªa: 'Sadam est¨¢ fuera de control, amenaza a sus vecinos'.
No inform¨® a la Comisi¨®n de Valores hasta siete meses despu¨¦s, despu¨¦s de que su padre hubiera acabado la guerra del Golfo. La venta le report¨® 835.807 d¨®lares, con los que financi¨® la compra del equipo de b¨¦isbol Texas Rangers, que luego vendi¨® en 15 millones. A esta cifra se sumaba la fortuna que hab¨ªa amasado en Harken, de m¨¢s de 4 millones de d¨®lares. La tranquilidad econ¨®mica le permiti¨® concentrarse en la pol¨ªtica. Gan¨® las elecciones para gobernador de Tejas en 1994 y en 2000. Cumpli¨® su sue?o de ser como su padre.
La conexi¨®n saud¨ª
Abdullah Bajsh -el saud¨ª gracias a cuya gesti¨®n indirectamente Bush prosper¨®- hab¨ªa adquirido su participaci¨®n en Harken durante una oferta p¨²blica de acciones de 25 millones de d¨®lares en 1987. La oferta la suscribi¨® Jackson Stephens en la sucursal del Union Bank en Londres, un banco que aflor¨® en el esc¨¢ndalo del banco de la CIA en Australia, Nugan Hand, y a trav¨¦s del cual se canaliz¨® dinero al BCCI sacado en aviones desde Panam¨¢.
Stephens tambi¨¦n medi¨® en la venta del Bert Lance's National Bank de Georgia al hombre del BCCI en Houston, Ghaith Pharoan. ?ste estaba a su vez asociado con Jhalid Bin Mahfouz, heredero de los negocios de Salem Bin Laden en Houston cuando ¨¦ste falleci¨® en 1988. La hermana de Bin Mahfuz es una de las esposas de Osama Bin Laden, seg¨²n testific¨® en 1998 ante el Congreso el ex director de la CIA James Woolsey. Mahfuz ten¨ªa v¨ªnculos con el socio de Bush en su primera aventura petrolera, James Bath. En 1999 Mahfuz trat¨® de transferir tres millones de d¨®lares a empresas pantalla de Bin Laden en Arabia Saud¨ª, pero las autoridades lo impidieron.
En el entramado de contactos con el BCCI del hombre clave, Abdullah Bajsh, estaba tambi¨¦n el primer ministro de Bahrein, Sheikh Jalifah, accionista del BCCI. Jalifah decidi¨® quitarle a la petrolera Amoco el contrato que ya le hab¨ªan otorgado para d¨¢rselo a Harken y que dispar¨® las acciones el tiempo suficiente para que Bush se beneficiara con la venta. Con su participaci¨®n de un 17,5% en Harken Energy, Bajsh coloc¨® en la junta de consejeros a Talat Othman, el hombre que formar¨ªa parte en 1990 de un grupo al que el entonces presidente Bush pidi¨® consejo cuando Irak invadi¨® Kuwait.
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