Mediobanca entra en Ferrari
El hist¨®rico banco italiano juega de nuevo la baza del poder
Vincenzo Maranghi, consejero delegado de Mediobanca, compareci¨® el pasado jueves en el Parlamento italiano para explicar los detalles de la adquisici¨®n por el hist¨®rico banco de negocios milan¨¦s, de un consistente paquete de acciones de la casa automovil¨ªstica Ferrari. La presencia de un banquero en el aula de la C¨¢mara es siempre un suceso curioso y la de Maranghi, heredero del m¨ªtico Enrico Cuccia, el patr¨®n de patrones, fallecido en 2000, lo era doblemente, porque la operaci¨®n de Mediobanca ha suscitado no pocos resquemores entre los principales acreedores de Fiat, los grupos bancarios que han corrido en ayuda del grupo echando nuevamente mano a la chequera. Cuando Fiat anunci¨® la venta al instituto milan¨¦s del 34% de las acciones de Ferrari, los directivos de IntesaBCI, de San Paolo-IMI y algunos socios extranjeros no ocultaron su irritaci¨®n porque contaban con embolsarse las plusval¨ªas de la colocaci¨®n en Bolsa de Ferrari. Y, sin embargo, Mediobanca, que, por una vez, no formaba parte del piquete de socorro, se ha llevado el gato al agua, saliendo airoso en una operaci¨®n que ha tra¨ªdo el aroma del pasado a las finanzas italianas.
El instituto milan¨¦s ha pagado al grupo Fiat 77,5 millones de euros por el 34% de las acciones de la filial automovil¨ªstica
Como en los mejores tiempos de su etapa hegem¨®nica, que ha durado casi medio siglo, Mediobanca se impuso a la competencia (pese a que dos de los principales acreedores de Fiat, Banca di Roma y San Paolo son tambi¨¦n accionistas del instituto milan¨¦s), y a?adi¨® a su portafolio el 34% de las acciones de Ferrari, aunque el precio pagado (775,2 millones de euros) ha sido considerado demasiado elevado por diversos analistas compar¨¢ndolo con la valoraci¨®n de la casa alemana Porsche. La intenci¨®n del banco era ceder parte de este porcentaje a otros institutos y dirigir la salida a Bolsa de la casa de autom¨®viles deportivos el a?o pr¨®ximo. De momento, Commerzbank notific¨® hace unos d¨ªas la compra de un 10% de ese paquete a Mediobanca por 228 millones de euros. La operaci¨®n significa, ante todo, la recuperaci¨®n del protagonismo perdido. Desde la muerte de Enrico Cuccia, creador y factotum de Mediobanca, el banco ha vivido una crisis marcada por la creciente p¨¦rdida de influencia en el mundo financiero nacional. Mediobanca, una especie de selecto club financiero del que formaban parte los grandes y potentes del capitalismo italiano, gobern¨® la vida econ¨®mica italiana durante medio siglo.
Cuccia, sumo sacerdote del llamado salotto buono de las finanzas, dictaba las leyes inexorables en materia de pr¨¦stamos, fusiones, o bancarrotas, y entre las insondables paredes de la sede bancaria que se alza en la plaza rebautizada como piazzetta Cuccia, se hac¨ªan y se deshac¨ªan tratos decisivos para el destino del capitalismo nacional. La era de la globalizaci¨®n y la concentraci¨®n del sistema bancario pill¨® a Mediobanca a contrapi¨¦ y las dificultades se agravaron tras la desaparici¨®n de Cuccia. La primera rebeli¨®n contra Mediobanca la protagoniz¨® la familia Agnelli, que lanz¨® el a?o pasado una OPA hostil sobre Montedison, el principal grupo energ¨¦tico italiano, controlado hasta entonces por el banco milan¨¦s que pose¨ªa un 15% de las acciones pero reun¨ªa, sumados sus partidarios, un 40% del capital. Fiat jug¨® fuerte junto al coloso franc¨¦s de la energ¨ªa, ?lectricit¨¦ de France (EdF), que hab¨ªa adquirido ya un 20% de las acciones del grupo italiano, y gan¨®.
Hay que reconocer, sin embargo, que en esta operaci¨®n el avvocato respond¨ªa con un poco de la misma medicina al banco de negocios que, todav¨ªa en vida de Cuccia, se coloc¨® del lado de sus enemigos en la tormentosa batalla de la OPA lanzada por la Olivetti contra Telecom Italia. Batalla ganada por los aliados de Mediobanca en aquella ocasi¨®n, dirigidos por el empresario Roberto Colaninno.
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