Noche y carretera, una combinaci¨®n mortal en las fiestas veraniegas
Las muertes de j¨®venes al volante se multiplican en las fiestas patronales del verano
La muerte de ocho j¨®venes en una sola noche durante las fiestas de Teruel, el domingo pasado, ha puesto de relieve el riesgo de una ¨¦poca en la que se combinan todos los factores de riesgo de la conducci¨®n: juventud, alcohol, cansancio y carreteras secundarias.
El pasado domingo, 7 de julio, murieron 17 personas en las carreteras espa?olas en 11 accidentes. De ellas, 8 perdieron la vida en apenas 50 kil¨®metros cuadrados, los que hay entre las localidades de Calamocha, Loscos y San Mart¨ªn del R¨ªo, en la provincia de Teruel, en tres accidentes distintos. No suele ser casualidad. Todos volv¨ªan de las fiestas que ese fin de semana se celebraban en la provincia, el m¨¢s adulto ten¨ªa 30 a?os y los tres accidentes se produjeron entre las 4.30 y las ocho de la ma?ana.
Seg¨²n datos recopilados por el Instituto Mapfre de Seguridad Vial (IMSV), en Espa?a cada fin de semana mueren 20 j¨®venes entre 14 y 25 a?os y 50 quedan en silla de ruedas a causa de un accidente de tr¨¢fico. Es una media que se multiplicar¨¢, como en Teruel, en los cientos de fiestas veraniegas que se celebrar¨¢n por toda Espa?a hasta septiembre. Julio es el mes en que m¨¢s positivos se registran en los controles de alcoholemia (7,9% de media en 2000, seg¨²n datos de la Direcci¨®n General de Tr¨¢fico). Y el mes en que m¨¢s muertes se producen (nunca bajan de 400).
Para viajar de Calamocha a Teruel, a la fiesta de las Vaquillas, hay un servicio regional de Renfe y otro de autobuses de la empresa Gim¨¦nez. 'La gente que sabe a lo que va utiliza el tren. Se montan unos follones tremendos, porque va todo el mundo borracho y los trenes acaban las fiestas destrozados', comenta Paco Marzo, calamochano de 22 a?os. Ir a las Vaquillas en coche es algo excepcional. Pero Miguel ?ngel Garc¨ªa, de 30 a?os, crey¨® que podr¨ªa aguantar el viaje en coche. Nunca beb¨ªa y apenas iba a pasar unas pocas horas en Teruel. 'Miguel era al¨¦rgico al alcohol. Cuando mi madre nos daba un vaso de sidra para brindar, le sal¨ªan sarpullidos y se pon¨ªa todo rojo', recuerda su hermano Francisco Garc¨ªa.
El peligro de la fatiga
El director general de Tr¨¢fico, Carlos Mu?oz-Repiso, se?ala que 'hablamos mucho del alcohol, pero debemos fijarnos en el cansancio'. 'Hay que resaltar el riesgo del que est¨¢ todo el d¨ªa trabajando y luego coge el coche a las cinco; sin alcohol ya es peligroso. Si los chicos pensaran que esa actitud les puede matar, no lo habr¨ªan hecho, pero siempre pensamos que los accidentes les pasan a los dem¨¢s'.
Yesador de profesi¨®n, Miguel ?ngel hab¨ªa trabajado la ma?ana del s¨¢bado. Despu¨¦s estuvo llevando muebles y electrodom¨¦sticos al piso alquilado al que se iba a mudar el lunes con su novia, Maricarmen Bl¨¢zquez, de 21 a?os. Ambos cenaron a las nueve de la noche en casa de ella con la hermana de ¨¦sta, un amigo portugu¨¦s y su novia brasile?a, que hab¨ªa venido a verle hac¨ªa una semana. A medianoche, los cinco emprendieron camino a Teruel en el Opel Rekord de 14 a?os propiedad de Miguel ?ngel.
Luis Montoro, titular de la ¨²nica c¨¢tedra que hay en Espa?a de Seguridad Vial, en la Universidad de Valencia, afirma que, 'en general, los accidentes de j¨®venes no son por ejecutar mal una maniobra, sino por no tomar la decisi¨®n correcta. Se calcula que un conductor es experto a partir de los 120.000 kil¨®metros. En estas fiestas el factor de riesgo que se suma al alcohol es la fatiga. Un conductor fatigado recorre 20 metros m¨¢s que otro para frenar a 120 kil¨®metros por hora'.
Las fiestas de la Vaquilla duran tres d¨ªas, de los que el s¨¢bado es el m¨¢s intenso. Comienzan a mediod¨ªa y sobre las cinco de la tarde ya se empieza a beber en los puestos callejeros hasta la madrugada. El despliegue de seguridad se planea con tres meses de antelaci¨®n entre Polic¨ªa Nacional, Local y Guardia Civil, que establece controles de alcoholemia (cuatro agentes en cada uno) en las tres salidas de carreteras nacionales. El presidente de la Diputaci¨®n de Teruel, Miguel Ferrer, subraya que 'el objetivo de los controles no es poner multas, sino retener a los chavales a tiempo'. En el a?o 2000, 1.106.343 controles de alcoholemia sirvieron para que 74.323 conductores (el 6,7%) que dieron positivo no continuaran camino. A las cinco de la madrugada, el 14,7% de los controles dan positivo, el doble de la media de todo el a?o.
'Conducir despu¨¦s de 20 horas sin dormir equivale a ir bebido', explica Jes¨²s Moncl¨²s, del departamento de Seguridad Vial del RACE. 'En fiestas comarcales se combinan el alcohol, fatiga y carreteras donde los m¨¢rgenes est¨¢n desprotegidos y se retrasa la asistencia a los heridos'. El a?o pasado, en la misma comarca, por evitar los controles, unos j¨®venes entraron borrachos en un camino rural y cayeron a un r¨ªo. El conductor muri¨® ahogado.
Las alternativas
Para Antonio Garc¨ªa, gerente del IMSV, 'las ¨²nicas opciones son el transporte p¨²blico o el conductor alternativo'. El Instituto Mapfre pag¨® un servicio de autobuses gratuitos de madrugada durante las fiestas de la sierra de Madrid hace tres a?os. Asociaciones de j¨®venes como la Fundaci¨®n Alcohol y Sociedad tratan desde hace meses de popularizar la figura del lince o conductor designado para no beber, al estilo n¨®rdico.
La noche del s¨¢bado el conductor era Miguel. Los otros cuatro iban dormidos. Hab¨ªan salido a las cuatro de la madrugada de la estaci¨®n de Teruel, donde una amiga se despidi¨® de ellos para esperar el primer tren. Tras 71 kil¨®metros, se qued¨® dormido. El coche apenas vari¨® un metro su ruta hacia la derecha, no dej¨® marcas en el asfalto. Chocaron contra un talud de hormig¨®n, el ¨²nico que hay en dos kil¨®metros. El coche se pleg¨® como un abanico y murieron todos en el acto. Eran las 5.45 en el kil¨®metro 189,800 de la N234, direcci¨®n Calamocha, a 300 metros de la entrada del pueblo.
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