Delante de un paisaje

Para poder sacar adelante la retrospectiva mironiana en el Kunst Palast de D¨¹sseldorf ha resultado imprescindible la colaboraci¨®n de grandes museos internacionales, de la familia del pintor y de la asociaci¨®n parisiense que representa la obra del artista catal¨¢n. El cuadro del Reina Sof¨ªa que da t¨ªtulo a la muestra Caracol, Mujer, Flor, Estrella es uno de los que se pueden contemplar hasta el 6 de octubre en D¨¹sseldorf. Junto a ¨¦l, se empaquet¨® en Madrid camino de Alemania otro titulado Ciurana (1917), justo en el a?o en el que comienza esta retrospectiva.

La Fundaci¨®n Mir¨® tanto de Mallorca como de Barcelona han aportado materiales. De la ¨²ltima procede la obra titulada Mujer y p¨¢jaros delante de un paisaje, de 1974; o Po¨¨me I, de 1968. Prestamistas son tambi¨¦n coleccionistas privados como el suizo Alain Tarica o la catalana Carmen Godia, seg¨²n afirma la comisaria. 'Aqu¨ª mostramos el llamado Tr¨ªptico del azul (Azul 1, 2, 3), del Centro Pompidou que no se suele mover de Par¨ªs y que es muy dif¨ªcil contemplar completo por sus casi diez metros; un autorretrato, de 1919, del museo Picasso tambi¨¦n de Par¨ªs; La granja, de la Galer¨ªa Nacional de Washington; El cazador, del MOMA de Nueva York...', contin¨²a.

Al director del Kunst Palast, Jean-Hubert Martin le apena no haber podido conseguir el ciento por ciento de las piezas deseadas: 'Sobre todo las relaciones con los museos americanos fueron muy dif¨ªciles a partir de septiembre de 2001, tras los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos; muchos se negaron a trasladar obras a Europa en esa situaci¨®n. Era comprensible. Pero a pesar de las dificultades nos ha quedado una estupenda colecci¨®n'.

La comisaria espa?ola, por su parte, asegura que la idea de la retrospectiva sobre Mir¨® viv¨ªa hac¨ªa muchos a?os en su imaginaci¨®n, pero que hasta ahora hab¨ªa resultado una tarea imposible: 'De hecho, en los a?os ochenta con Tom¨¢s Llorens, de la Fundaci¨®n Thyssen, quisimos montar una muestra que se iba a titular Joan Mir¨® en las colecciones privadas espa?olas. Pero no pudo ser, porque no exist¨ªa tal cosa... Y ahora 15 a?os despu¨¦s me congratula pensar que el coleccionista espa?ol compra, que es m¨¢s moderno, m¨¢s abierto, m¨¢s arriesgado, que adquiere mir¨®s'.