Estilo, sin m¨¢s

Lo esperado, justamente eso. Ni mejor ni peor. El concierto de Lisa Stansfield se ajust¨® al patr¨®n que se pod¨ªa intuir, y no s¨®lo porque le resultase inevitable ya en los bises interpretar su celeb¨¦rrimo All around the world. Se imaginaba un concierto elegante, un tanto sofisticado, un concierto de interpretaci¨®n que habr¨ªa de premiar a sus espectadores con un sonido espl¨¦ndido. Y eso fue el concierto que Lisa Stansfield ofreci¨® en un Bikini lleno. Justamente lo esperado.

Form¨® en escena con una banda amplia en la que no faltaron metales, dos teclistas, bater¨ªa y percusi¨®n. Adem¨¢s, por si su espl¨¦ndida voz resultase insuficiente, dos coristas negras apoyaban la voz de una Lisa f¨ªsicamente en estado de gracia. Con esos elementos la cantante brit¨¢nica se pase¨® por su repertorio fij¨¢ndose en Face up su ¨²ltimo trabajo y dando rienda suelta a su concepci¨®n blanca del soul, o lo que es lo mismo, su visi¨®n pop de la m¨²sica negra.

Puestos a buscar m¨¢culas en el concierto cabr¨ªa buscarlas en el ritmo del mismo, demasiado interrumpido por baladas que apenas aportaban nada. Pareci¨® que la cosa fuese a medio gas, como si Lisa no quisiese dar rienda suelta a su faceta m¨¢s r¨ªtmica por mor de no espantar a una audiencia no precisamente juvenil, su audiencia. ?se fue el punto negro de un concierto siempre y que no se considere otro: que Lisa es m¨¢s bien una voz y un estilo que un repertorio afortunado. A falta de regularidad en sus canciones siempre est¨¢ ella y su voz para salvarlas, pero al final ni ella ni su voz hicieron olvidar que en escena s¨®lo hab¨ªa estilo. Aun con todo, un concierto entretenido.