Sexo y escatolog¨ªa
A lo largo de las ¨²ltimas d¨¦cadas, la famosa comedia norteamericana ha degenerado hasta productos tan ¨ªnfimos como La cosa m¨¢s dulce, una historia sin pies ni cabeza que es una especie de tosco episodio m¨¢s de la tradicional comedia televisiva de situaciones, pero donde se han incluido cuantas groser¨ªas sobre sexo y escatolog¨ªa se le han pasado por la cabeza a la guionista Nancy M. Pimentel y que la censura de televisi¨®n nunca habr¨ªa admitido en una de sus producciones.
La historia, por denominarla de alguna manera, gira en torno a tres j¨®venes treinta?eras que viven juntas en San Francisco, no se sabe qu¨¦ hacen o a qu¨¦ se dedican, cuyo ¨²nico objetivo en la vida es darle gusto al cuerpo y, de paso, encontrar al tradicional pr¨ªncipe azul. Lo que sirve de burdo pretexto para encadenar una sucesi¨®n de largas situaciones que intentan ser subidas de tono, pero resultan un tanto rid¨ªculas en cuanto lo que se dice, todo, no guarda relaci¨®n con lo que se ve, nada, que adem¨¢s est¨¢n mal realizadas y peor interpretadas, con una m¨¢s que discutible gracia.
LA COSA M?S DULCE
Director: Roger Kumble. Int¨¦rpretes: Cameron D¨ªaz, Christina Applegate, Salma Blair, Thomas Jane. Producci¨®n: Cathy Konrad para Konrad Pictures. Duraci¨®n: 84 minutos. Estados Unidos, 2001. G¨¦nero: Comedia.
El m¨¢ximo atractivo de La cosa m¨¢s dulce son sus protagonistas femeninas, que tienen que luchar con sus inexistentes personajes. Sin embargo, Cameron D¨ªaz, la m¨¢s conocida de las tres, en sus ocho a?os de carrera no se ha caracterizado por la calidad de sus pel¨ªculas, m¨¢s bien por todo lo contrario, mientras la atractiva Salma Blair est¨¢ por descubrir y Christina Applegate no tiene mucho inter¨¦s. Tampoco las ayuda mucho un r¨¢pido y convencional doblaje, que incluso se permite la osad¨ªa de suplantar sus voces en algunas de las canciones que tambi¨¦n cantan.
Lo peor de La cosa m¨¢s dulce es que su director, Roger Kumble, debuta con Crueles intenciones (1999), una interesante versi¨®n moderna de la famosa novela Las amistades peligrosas (1782), de Pierre-Ambroise-Fran?ois Choderlos de Laclos, donde tambi¨¦n interven¨ªa Salma Blair, pero la mala situaci¨®n general del cine norteamericano no le ha permitido seguir por este prometedor camino de guionista y realizador. Desde entonces s¨®lo ha dirigido una segunda parte, con mucho menos atractivo, de aqu¨¦lla, y este engendro con caracter¨ªsticas televisivo tanto a niveles de construcci¨®n narrativa como de realizaci¨®n e incluso fotograf¨ªa. Lo que no le ha impedido, o quiz¨¢ le ha permitido, convertirse en uno de los recientes ¨¦xitos del mercado norteamericano.
Babelia
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