'La verdad es del pueblo saharaui'

El Ayuntamiento de Vitoria ha editado 1.000 copias en v¨ªdeo del cortometraje Lalia, dirigido por Silvia Munt (Barcelona, 1956), para difundir el problema del pueblo saharaui entre los estudiantes y otros colectivos de la ciudad. La actriz catalana estuvo ayer en la capital alavesa para presentar esta iniciativa.

Pregunta. Esta propuesta es un colof¨®n excelente para su trabajo.

Respuesta. Ni en el mejor de los sue?os hubiera podido imaginar que Lalia tuviera tantos premios, pero m¨¢s me ha sorprendido que el Ayuntamiento de Vitoria se comprometiera por algo tan a contracorriente en la actualidad.

P. La causa de la independencia del S¨¢hara pasa por horas bajas.

R. La verdad es del pueblo saharaui. Ellos han sido expulsados de su tierra y llevan m¨¢s de 25 a?os viendo c¨®mo su pa¨ªs vive en una compraventa continua.

P. ?C¨®mo fue su experiencia en los campamentos de Tinduf?

R. Nunca llegar¨¦ a agradecer todo lo que me han dado los saharauis. Me han ense?ado a valorar la dignidad humana ante la ausencia de cualquier comodidad habitual en el mundo occidental.

P. ?C¨®mo surgi¨® Lalia?

R. A partir de un cuento saharaui en el que una ni?a trata de explicar un pa¨ªs en el que no ha vivido nunca y del que s¨®lo conoce lo que le ha contado su madre.

P. ?En qu¨¦ est¨¢ trabajando ahora?

R. En principio, es algo muy diferente a Lalia. Es un largometraje documental sobre Gala, aquella mujer maligna y promiscua que estuvo casada con dos de los principales genios del siglo XX: Paul Eluard y Salvador Dal¨ª. Pero, en el fondo, las dos pel¨ªculas tratan sobre lo mismo: la defensa de la vida y Gala lo hizo a su manera.

P. Un personaje controvertido.

R. Es la b¨²squeda de quien es la ¨²ltima musa del siglo XX, pero tambi¨¦n de aqu¨¦lla que represent¨® la defensa de unas libertades que cada d¨ªa son m¨¢s escasas.

P. ?Sus sue?os pertenecen al mundo del cine?

R. Siempre. El cine es la ¨²ltima transgresi¨®n posible, una manera de contar cuentos que necesito para vivir, no s¨®lo para ganarme el pan.