Reflexi¨®n de la pintura

Yishai Jusidman (M¨¦xico DF, 1963) es una las figuras clave incorporadas por la escena art¨ªstica iberoamericana en el ¨²ltimo decenio. De ah¨ª el acierto del MEIAC al acoger esta soberbia exposici¨®n, la primera del artista en nuestro pa¨ªs, que brinda una esclarecedora visi¨®n del sentido de su apuesta.

Una apuesta bien singular, hay que advertirlo. Pues no solo se distancia de los t¨®picos identitarios que impuso el relevo generacional del arte iberoamericano en los ochenta, sino que, a partir de pautas de manifiesta raigambre anal¨ªtica, desarrolla sin embargo sofisticadas estrategias de reflexi¨®n que, en un tiempo de tal superstici¨®n antipict¨®rica, reivindican parad¨®jicamente como eje vertebral de su discurso el territorio referencial y material de la propia pintura.

La muestra de Badajoz se construye en torno a dos ciclos recientes. En Mutatis mutandis, Jusidman retoma tipolog¨ªas desarrolladas por series anteriores, b¨¢sicas en su trayectoria, como los luchadores de sumo o la secuencia de retratos de pacientes de un psiqui¨¢trico. Y aqu¨ª es el desplazamiento establecido a partir de la impresi¨®n digital, las superposiciones, las incorporaciones objetuales o la disposici¨®n esc¨¦nica, lo que le permite explorar, en ausencia, la especificidad de lo pict¨®rico.

En Pintores trabajando, por el contrario, parte de dos fotograf¨ªas simult¨¢neas captadas por las c¨¢maras que sit¨²a en las esquinas superiores del lienzo que cada artista estaba realizando y que, desde perspectivas confluyentes, muestran su efigie, justo en el momento en que se distancia de la tela para estimar el curso de su trabajo. Luego se sirve de ese documento para pintar un retrato dual que, en el juego de desdoblamiento, en la inversi¨®n barroca que omite el lienzo contemplado por el modelo, situ¨¢ndolo en el espacio del espectador, decanta la pintura hacia su m¨¢s pura condici¨®n de pr¨¢ctica especulativa. Como tantas veces en la trayectoria de Jusidman, ambas series, pese al ¨¦nfasis otorgado a lo visible, vuelven a situar su asunto justo en ese umbral oculto de lo que no se ve.