?Cinco? ?Seis?
'Ser¨ªa suicida plantearme el r¨¦cord como objetivo', dice Armstrong, que correr¨¢ dos a?os m¨¢s
Lance Armstrong es un superviviente. Su lema, adoptado tras superar un c¨¢ncer con met¨¢stasis, es carpe diem (vive al d¨ªa), pero ello no obsta para que haya emprendido, animado por una energ¨ªa heroica, una tremenda contrarreloj contra la historia. Ning¨²n corredor se ha quedado en cuatro victorias en el Tour. O tres o cinco. Ning¨²n corredor tampoco ha superado una barrera contra la que han chocado hasta los m¨¢s grandes, el umbral de los cinco Tours, consecutivos o alternos. Y al igual que, concluido, en 1995, su quinto Tour triunfante, nadie dudaba aquel mes de julio, y ni siquiera el junio siguiente, que Miguel Indurain ser¨ªa el primero en llegar a seis, ahora mismo, en julio de 2002, nadie podr¨ªa dar como favorito para el Tour 2003 o incluso el Tour 2004 a otro ciclista que no sea Lance Armstrong.
'?Cu¨¢l querr¨ªa que fuera mi legado para la historia?', dijo el s¨¢bado el tejano. 'Es dif¨ªcil responder. Al margen de haber ganado uno, dos, tres o cuatro Tours, o m¨¢s todav¨ªa, nunca hab¨ªa habido una victoria de un superviviente del c¨¢ncer. O sea, que ¨¦ste ser¨¢ un hecho por el que ser¨¦ recordado. A¨²n estoy en activo, as¨ª que es dif¨ªcil saber que pensar¨¢n de m¨ª dentro de 20 o 30 a?os, as¨ª que dejar¨¦ que los otros sean los que decidan, que decida la prensa, que decida la gente'.
La gente decidir¨¢ de acuerdo con los hechos. Armstrong anunci¨® el jueves que, pese a que la familia tira mucho, pese a que debido a su trabajo se pierde hechos monumentales como el que sus gemelas hayan empezado a andar a gatas, pese a todo, seguir¨¢ en activo otros dos a?os. 'Pero nunca nadie me oir¨¢ decir que voy a ganar cinco o que voy a ganar seis Tours. Ser¨ªa suicida plante¨¢rmelo como un objetivo. Seguir¨¦ corriendo un par de a?os m¨¢s. Todav¨ªa estoy fuerte. No creo que pueda estar m¨¢s fuerte a¨²n, pero tampoco creo que me vuelva m¨¢s d¨¦bil. Es muy dif¨ªcil ganar esta carrera un a?o s¨ª y el otro tambi¨¦n. Pueden pasar muchas cosas, y lo s¨¦'.
La edad no deber¨ªa ser un obst¨¢culo para alcanzar el sexto Tour. Aunque tres de los m¨¢s grandes (Anquetil, Hinault y Merckx) s¨®lo pudieron estar competitivos hasta los 30 a?os, su caso no tiene por qu¨¦ ser ejemplar para Armstrong, que cumple 31 en septiembre. Los tiempos han cambiado. Mientras Merckx, Anquetil e Hinault, fueron ejemplares de una extra?a precocidad, ganadores del Tour de jovencitos, el a?o de su debut, al igual que Indurain, que no gan¨® su primer Tour hasta los 27 a?os, en su s¨¦ptima participaci¨®n, Armstrong tambi¨¦n ha sido un producto tard¨ªo. Retrasado por un c¨¢ncer que transform¨® su f¨ªsico, Armstrong, antes clasic¨®mano, no atac¨® al Tour en serio hasta 1999, con casi 28 a?os. Una edad a la que lleg¨®, adem¨¢s, sin el desgaste de los campeones antiguos. 'Yo, en mi ¨¦poca', recuerda Eddy Merckx, 'ganaba mucho dinero, casi m¨¢s que con mi contrato, con los premios de las carreras, as¨ª que ten¨ªa que correr 180 d¨ªas al a?o, por lo menos, para poder sacar algo en claro, mientras que ahora, Armstrong puede permitirse el lujo de correr 40 d¨ªas al a?o y prepararse exclusivamente para el Tour'.
Para cuando ataque su sexto Tour, en julio de 2004 (si antes, claro, nada extra?o se ha interpuesto en el camino de su quinta victoria), Lance Armstrong tendr¨¢ 32 a?os y nueve meses, una edad que no es nada exagerada, aunque ning¨²n ganador de m¨¢s de dos Tours haya aguantado mentalmente hasta estar competitivo a esa edad. Ser¨¢ seis meses m¨¢s viejo que Bjarne Riis cuando gan¨® su ¨²nico Tour. Cuando lo acabe, si lo gana, tendr¨¢ la misma edad que otro ciclista m¨ªtico cuya vida se vio tambi¨¦n interrumpida por un hecho dram¨¢tico: 32 a?os y 10 meses, la edad que tuvo Fausto Coppi cuando gan¨® (1952) el segundo y ¨²ltimo Tour de una carrera atravesada por la segunda guerra mundial.
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