Azores, la f¨¢brica de anticiclones
Calma y ballenas en las islas portuguesas del Atl¨¢ntico
Cada a?o, desde abril hasta septiembre, vuelven las ballenas. De las 80 especies de cet¨¢ceos conocidas, una veintena larga eligen estas aguas del Atl¨¢ntico para veranear, y una docena de especies diferentes pueden ser avistadas con facilidad. La m¨¢s llamativa tal vez sea el cachalote; con m¨¢s de 20 metros de envergadura, los machos son la estrella, cuando emerge sobre la espuma su cola majestuosa para zambullirse a m¨¢s de 3.000 metros de profundidad. Tambi¨¦n se ven con cierta asiduidad la rorcual com¨²n, la ballena piloto y la falsa orca. Ahora s¨®lo se las ve. Hace apenas tres lustros se las cazaba. El ¨²ltimo cachalote fue capturado en Azores en 1987. La tradici¨®n de cazar ballenas se remonta aqu¨ª al siglo XVIII y se cita luego en Moby Dick. El Museu dos Baleeiros, en Lajes, y la F¨¢brica Ballenera de San Roque, que estuvo activa hasta 1984 y es tambi¨¦n museo (ambos en Pico), son dos citas obligadas para entender a aquellos labradores y ganaderos de invierno, balleneros de verano, que jam¨¢s quisieron incorporar nuevas artes de pesca (como el ca?¨®n arponero o los barcos-factor¨ªa) y lucharon cuerpo a cuerpo con las ballenas, en barcazas, con lanzas y arpones. El whale watching o avistamiento de ballenas es una actividad floreciente en los puertos de Horta (Faial) y Madalena (Pico). Una decena de empresas familiares transportan con sus yates o catamaranes a los turistas hasta el centro del canal entre ambas islas; all¨ª se les explica lo que van a ver, y a esperar. Por mal que se d¨¦, lo que est¨¢ asegurado es el baile de delfines en torno a la embarcaci¨®n; como si fueran conscientes de que los curiosos no se pueden ir de vac¨ªo.
El turismo comienza a emular a los cultivos tropicales y la pesca como fuente de ingresos. Poseen las Azores la m¨¢s ambicionada cualidad que persigue el viajero, lo que ya dif¨ªcilmente encuentra en los destinos m¨¢s ex¨®ticos: sus dientes de leche, una rara y codiciada autenticidad. Pudieron ser la Atl¨¢ntida, o el Para¨ªso mismo. La ciencia dice que fue un surgimiento, una erupci¨®n o apoteosis del fuego sobre el oc¨¦ano, hace cinco millones de a?os, vomitando islas perdidas. Encontradas por las naos portuguesas que buscaban continentes nuevos, hacia 1427. Nueve esquirlas diminutas, buena posta de refresco en el camino de Am¨¦rica. Las llamaron Azores, confundiendo con tales aves los milhafres o ¨¢guilas ratoneras que espiaban sus pasos. En portugu¨¦s, Os A?ores, en masculino, islas de colonos rudos hechos a la aspereza del mar y del terreno. Atemperada, sin embargo, la crispaci¨®n volc¨¢nica por la atm¨®sfera muelle, la caricia de la lluvia y la filtraci¨®n de los verdes. Escribi¨® el poeta azorano Vitorino Nemesio: 'Nuestros huesos anclan en la mar'.
Trigo, az¨²car y pi?a
Las Azores son forja de anticiclones, el vientre de las calmas. Gozan, por raro que parezca, de un clima envidiable. De hecho, su modo de subsistencia -que fue articul¨¢ndose por ciclos- se basa en frutos y cultivos tropicales. Despu¨¦s del ciclo del trigo, y m¨¢s tarde de la ca?a de az¨²car y el pastel (una planta de tintar), se introdujo la vi?a en el siglo XVII, y una centuria despu¨¦s fue la eclosi¨®n de los balleneros; en el XIX se prob¨® con el tabaco, la pi?a y los bosques de criptomeria, para talar madera f¨¢cil.
Son islas afortunadas, ricas: casas bien mantenidas, buenos coches, trabajo de sobra. Tiene uno la sensaci¨®n de estar en Escocia o en Irlanda, m¨¢s que en predios portugueses. Las islas forman regi¨®n aut¨®noma, bastante satisfechas (a tenor de la fidelidad de voto) de su Asamblea o Parlamento, y de su Gobierno; como regi¨®n ultraperif¨¦rica de la UE, cuentan con dos eurodiputados en Bruselas y ciertas ventajas.
Santa Mar¨ªa fue la primera isla que avist¨® Diogo de Silves, en 1427. Sigue siendo tan pl¨¢cida como entonces, con sus pastos y molinos, sus vi?edos y su clima m¨¢s templado, por ser la m¨¢s meridional. La segunda que descubrieron fue la ilha verde, San Miguel, la m¨¢s grande, la m¨¢s poblada ahora. Su capital, Ponta Delgada, lo es del archipi¨¦lago y se gasta ¨ªnfulas de gran urbe. Choca la variedad de paisajes, que remedan a veces monta?as alpinas; otras, acantilados n¨®rdicos, o selvas pluviales del Caribe, o plantaciones indias de t¨¦, o volcanes polin¨¦sicos. Son numerosos los cr¨¢teres, remachados casi siempre por un lago. Tres conjuntos sobrecogen m¨¢s: el de Las Furnas, donde se aprovechan g¨¦iseres y fumarolas para guisar el cocido; Lagoa do Fogo, en una soledad ensordecida, s¨®lo rota por el grito de gaviotas que all¨ª nidifican, y el de Sete Cidades, donde funden sus ojos verdes y azules los lagos formados con l¨¢grimas de dos amantes contrariados.
Terceira fue el tercer hallazgo, no se calentaron los cascos al bautizarla. La m¨¢s trajinada por la historia. Su capital, Angra do Heroismo, es patrimonio de la humanidad, saqueado en 1980 por un terremoto (de tanto en tanto les suenan las tripas a estas cordilleras a remojo). En el monte Brasil, frente a los muelles, armaron los espa?oles uno de sus fortines m¨¢s aparatosos, cuatro kil¨®metros de cinto. Praia da Vitoria, la otra ciudad grande, se llama as¨ª por una tunda que nos dieron a los espa?oles. Tiene Terceira parajes de cromo, como la costa garrapi?ada de Biscoitos, los currais de lava protegiendo vi?as de verdelho melindroso o los bosques hiperb¨®reos de la Serra de Santa B¨¢rbara.
Pico, Faial, la isla de San Jorge, y algo descolgada del grupo, Graciosa, la m¨¢s tranquila. Hacia el norte, las islas de Flores y Corvo. Aqu¨ª, para ser turista, hay que empezar desde el principio. Y es ¨¦sa, posiblemente, la capa de verdad que el trotamundos, fatigado, hab¨ªa dado ya por imposible.
GU?A PR?CTICA
Poblaci¨®n: las Azores tienen 241.000 habitantes. Prefijo telef¨®nico: 00 351.
- TAP Air Portugal (901 11 67 18). Vuelos diarios desde Madrid hasta Terceira u Horta, v¨ªa Lisboa. Ida y vuelta, desde 302 euros m¨¢s tasas. - SATA (296 20 97 20). Vuelos desde Lisboa a San Miguel, Terceira y Faial; ida y vuelta, 211 euros, e incluyendo un vuelo extra en las islas, 244 euros.
- La mayorista Abreu (en agencias) ofrece paquetes de cinco d¨ªas, cuatro noches, en San Miguel, con vuelos desde Madrid, desde 567 euros; ocho d¨ªas, siete noches, repartidos entre San Miguel, Terceira y Horta, desde 982,90 euros.
- Hotel A?ores Atlantico (296 30 22 00). Avenida Infante D. Henrique. San Miguel. La doble,130 euros. - Estalagem Santa Cruz (292 29 30 21). Vasco de Gama, s/n. Faial. En la fortaleza del muelle. 94 euros.
- Salgueirinha (292 94 35 53). Faial, en la ferigres¨ªa de Feteira, junto al puerto. Excelente pescado. Unos 12 euros. - Restaurante Tony's (296 58 42 90). Largo da Igreja, 5, en Furnas (Povoa?ao). San Miguel. Cocido tradicional azorano en las furnas (hornos subterr¨¢neos). 12 euros.
- Horta Cet¨¢ceos (292 292 156; www.hortacetaceos.com). - Whale Watch Azores (0044 17 68 77 56 72; www.whalewatchazores.com).
- Oficina de Turismo de Portugal en Madrid (917 61 72 30). - www.drtacores.pt.
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