Los indisciplinados h¨¦roes del 11-S

El subjefe de los bomberos de Nueva York, Joseph Callan, orden¨® la evacuaci¨®n de las Torres Gemelas a las 9.30 del 11 de septiembre de 2001, una hora antes de que se desplomara el primer edificio. No funcionaron las radios de los bomberos que hab¨ªan subido a los pisos m¨¢s elevados, y la orden no fue recibida. A las 9.59, cuando la torre sur se hundi¨®, los bomberos m¨¢s cercanos a la zona creyeron que s¨®lo se hab¨ªa derrumbado el vest¨ªbulo. El jefe de bomberos, incapaz de comunicarse con los helic¨®pteros policiales y con sus hombres sobre el terreno, no tuvo hasta media tarde una idea m¨¢s o menos clara sobre las fuerzas de que dispon¨ªa.

Un informe elaborado por una consultora independiente revela que la actuaci¨®n de los bomberos neoyorquinos result¨® ese d¨ªa muy heroica (343 de ellos murieron) pero ca¨®tica, y aconseja al Ayuntamiento una reorganizaci¨®n profunda del servicio. El informe de McKinsey, cuyos contenidos fueron publicados ayer por The New York Times, critica los sistemas de comunicaci¨®n por radio, la indisciplina general y la falta de coordinaci¨®n con la polic¨ªa. Incluso los jefes respondieron a sus impulsos m¨¢s que a las normas previstas: de los 32 oficiales superiores, 26 acudieron a la zona cero, la mayor¨ªa de ellos sin cometido alguno.

Pese a ello, McKinsey reconoce que el servicio general fue efectivo. Lo que m¨¢s urge es cambiar los aparatos de radio y la coordinaci¨®n con la polic¨ªa. Las radios de los bomberos de Nueva York no funcionan en las alturas o en los subterr¨¢neos, por lo que los efectivos enviados hacia los pisos superiores o los numerosos s¨®tanos de las torres permanecieron aislados. Muchos murieron. Los bomberos tampoco pod¨ªan recibir las comunicaciones de los helic¨®pteros policiales que sobrevolaban los rascacielos en llamas y evaluaban el riesgo de desplome. En ese sentido, estaban mejor informados los telespectadores que algunos de los responsables de la operaci¨®n.

McKinsey elogia el coraje de los bomberos, pero aconseja que no se repita la movilizaci¨®n espont¨¢nea y ca¨®tica de efectivos fuera de servicio. Decenas de bomberos se presentaron en la zona cero por su cuenta, sin avisar a nadie. 'Hasta media tarde del 11 de septiembre de 2001, los jefes de los servicios de emergencia no tuvieron una idea clara de cu¨¢ntos efectivos estaban desplegados y d¨®nde', afirma el informe. La consultora estima que la mejora de los equipos de comunicaci¨®n y el entrenamiento adicional necesario para afrontar con mejores posibilidades una nueva cat¨¢strofe costar¨¢n entre cinco y siete millones de d¨®lares, un monto casi id¨¦ntico en euros.