Obras
El Toyo es, junto al soterramiento del ferrocarril, el proyecto urban¨ªstico m¨¢s ambicioso de Almer¨ªa. En el terreno donde pr¨®ximamente se levantar¨¢n las viviendas de los atletas participantes en los Juegos del Mediterr¨¢neo de 2005 las m¨¢quinas trabajan a buen ritmo. Tras haberse instalado las redes el¨¦ctricas y las infraestructuras de telecomunicaciones, se est¨¢n preparando los terrenos para la edificaci¨®n. Adem¨¢s de la Villa Mediterr¨¢nea, en El Toyo habr¨¢ una zona de recreo, un inevitable campo de golf, cinco hoteles de lujo, m¨¢s viviendas, restaurantes, un hospital muy moderno y bastantes supermercados.
Los criticones de siempre se quejan de que los Juegos del Mediterr¨¢neo de 2005 no van a revertir en beneficio de la ciudad, al contrario de lo que sucedi¨® con Barcelona y sus Juegos Ol¨ªmpicos. El Toyo est¨¢ situado a 12 kil¨®metros del centro, y Almer¨ªa apenas notar¨¢ las millonarias inversiones. Se perder¨¢ as¨ª la oportunidad de mejorar el dise?o urban¨ªstico de una ciudad que necesita urgentemente un repaso. Los barrios perif¨¦ricos que lindan con El Toyo tampoco se beneficiar¨¢n de ese ingente flujo de dinero; no hay actuaciones previstas ni en La Ca?ada, ni en El Alqui¨¢n, ni en Retamar, barriada almeriense que carece de infraestructuras de comunicaciones. Y de aceras. Y de calzadas. Y de alcantarillado.
'El Toyo es tuyo', dicen los anuncios que han colocado en este barrio. Pero no s¨¦ exactamente a qui¨¦n se refieren. Dudo mucho que se trate de una fina iron¨ªa del concejal de Urbanismo. No lo conozco personalmente; lo he visto alguna vez en la prensa local, fotografiado en los desmontes de El Toyo como un terrateniente que muestra ufano sus amplias posesiones. Pero El Toyo tampoco es suyo, aunque a veces lo parezca. Y tampoco debe de ser suyo el h¨¢bil manejo de la iron¨ªa, a juzgar por su comportamiento en Izquierda Unida, formaci¨®n a la que pertenece. Ya saben a qu¨¦ me refiero; nos lo cont¨® Mar¨ªa Jos¨¦ L¨®pez D¨ªaz en este peri¨®dico. Qu¨¦ poco ir¨®nico, ?verdad?, es eso de esperar a que tu coordinador provincial (a quien tampoco le gusta El Toyo) se marche a dar una conferencia a la Universidad de Lovaina para convocar una moci¨®n de censura a la que s¨®lo acuden tus partidarios, ganarla, y cambiar acto seguido la cerraduras de la sede. Para gestionar las multimillonarias obras de El Toyo y las que se derivar¨¢n del soterramiento de las v¨ªas ferroviarias necesitar¨ªamos a alguien m¨¢s sutil que el concejal Diego Cervantes.
Para sutilezas, las del Colegio de Arquitectos de Almer¨ªa. Cansado de que el Ayuntamiento organice concursos cerrados, ha decidido convocar uno propio, paralelo al oficial y abierto a todo el mundo, no tanto para soterrar las v¨ªas del ferrocarril cuanto para provocar un debate p¨²blico sobre el uso que debe darse al nuevo espacio y en definitiva sobre el modelo de ciudad que queremos los almerienses. Exactamente lo que menos les apetece ahora a ciertos pol¨ªticos, que presionan al Colegio para que no ponga con su impertinente concurso los pies de barro a las autoridades urban¨ªsticas. El Toyo es tuyo, pero el soterramiento se lo come el Ayuntamiento.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.