El hacedor de la Vitoria moderna
Que las fiestas no son tiempo para conmemoraciones culturales lo demuestra el hecho de que el pasado 7 de agosto se celebraba el 250 aniversario de Justo Antonio de Olagu¨ªbel y en Vitoria como si nada. El art¨ªfice del ensanche de la ciudad, el responsable de la plaza en que se encuentra el actual Ayuntamiento y uno de los promotores de esa siempre sorprendente soluci¨®n que son Los Arquillos ha seguido en el mismo anonimato en que oficialmente ha permanecido la plaza de Espa?a, que nunca lleg¨® a inaugurarse.
Olagu¨ªbel naci¨® en una modesta casa de la calle Pintorer¨ªa el 7 de agosto de 1752, hijo de una familia de Durango dedicada a la construcci¨®n. Recorri¨® sus 65 a?os de vida dejando muy pocas referencias para la posteridad, quiz¨¢ por una timidez y espiritualidad que le llevaron a vivir soltero, con la ¨²nica compa?¨ªa de su hermana Eulalia. Su vida est¨¢ rodeada de misterio.
Para la historia surge como un aparecido cuando el Ayuntamiento le encarga la construcci¨®n del pilar fundamental del ensanche de la ciudad. No hay referencias a sus estudios en la Academia de San Fernando entre 1779 y 1781 (faltan los libros de matr¨ªcula de 1779 a 1783), ni tampoco a sus obras anteriores (que deb¨ªa tener para que el Ayuntamiento le encomendase semejante tarea).
Pero ah¨ª aparece este joven para realizar una idea que ya rondaba a los alcaldes de Vitoria del XVIII y antes. Cuando se pone la primera piedra el 17 de octubre de 1781, se ha concluido con el desmonte necesario y se tienen los inversores/compradores de las casas que rodear¨¢n el edificio consistorial. Y por supuesto, est¨¢n m¨¢s que definidos los planos.
La plaza ser¨¢ un cuadrado de 220 pies de lado para que pueda acoger los actos necesarios para honrar a los visitantes ilustres. Y deber¨¢ tener la superficie necesaria para poder celebrar en su interior corridas de toros y esos 48.400 pies cuadrados son la medida id¨®nea. Esta cuadratura perfecta ser¨¢ la envidia de las dos plazas por antonomasia de Espa?a: la de Madrid (434 por 304 pies) y la de Salamanca, con lados entre 75 y 85 metros.
Pero las dimensiones no fueron la ¨²nica exigencia. Como recoge Mar¨ªa Larumbe en la ¨²nica monograf¨ªa publicada sobre Olagu¨ªbel, en 1981, se detallan las caracter¨ªsticas de los edificios, los materiales y hasta la utilidad que se debe dar a la plaza y a sus bajos. Incluso se estableci¨® c¨®mo se deb¨ªa realizar la carga y descarga de mercanc¨ªas. Por este trabajo, cobr¨® la nada desde?able cifra de 58.480 reales, bastante m¨¢s que Alberto de Churriguera como maestro mayor de la plaza de Salamanca.
Bien merecido est¨¢ el sueldo para 'quien llev¨® a cabo la reforma m¨¢s importante de la Vitoria moderna', como se?ala Larumbe. La construcci¨®n de estas edificaciones llevar¨¢ diez a?os a un equipo de alba?iles y peones dirigidos por el padre del arquitecto, Rafael Antonio. La corporaci¨®n se reunir¨¢ en la casa consistorial por vez primera el 24 de diciembre de 1791.
Es el momento de realizar la soluci¨®n m¨¢s imaginativa que se hab¨ªa podido pensar para resolver el desnivel entre el casco antiguo y esa plaza que daba comienzo al ensanche de Vitoria. Aunque en la construcci¨®n intervinieron otros arquitectos, la idea de las casas de los Arquillos es de Olagu¨ªbel. Lo que ocurri¨® es que su proyecto era demasiado caro y el consistorio opt¨® por otro similar. El desenlace fue, adem¨¢s, conflictivo, ya que se le acus¨® de cobrar m¨¢s de lo estipulado. Al final, fueron particulares los que realizaron la construcci¨®n en la zona que da a la trasera del Ayuntamiento, y por Nicol¨¢s de Segurola, en la Cuesta de San Francisco.
Olagu¨ªbel no volvi¨® a construir en su ciudad natal. Desde 1794, su obra se dirige a la arquitectura religiosa menor en pueblos de la Llanada alavesa, lo que coincide con una acentuaci¨®n de sus inquietudes espirituales.
PERFIL
Olagu¨ªbel ha dejado en Vitoria algunas obras menores, no exentas de m¨¦rito, como la portada del convento de las Br¨ªgidas, en la calle Vicente Goicoechea. En Armentia, es autor de la portada de la Casa del Santo, donde naci¨® San Prudencio, y ya en el resto de ?lava habr¨ªa que rese?ar la torre de la iglesia de Arriaga.
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