Habanera

Hac¨ªa tiempo que no estaba tan fresco el est¨ªo. Sin jefes y sin calor, agosto es canela en flor, mi negra. Las almas van m¨¢s sueltas, retozonas. Se trabaja con mesura razonable, se delira sin agobios. A poco que investigues, el crep¨²sculo y la madrugada infame propician banquetes espirituales, espirituosos incluso. Empachos castizos se curan con delirios internacionales. Por ejemplo, tomando mojitos con el cineasta cubano Juan Padr¨®n, uno de los muchos extranjeros que residen en Madrid la mitad del a?o sin dejar de vivir en otro sitio. Padronsito, apodo en el mundillo audiovisual espa?ol, monta ahora aqu¨ª su pel¨ªcula de animaci¨®n Vampiros en La Habana 2.

Padr¨®n es vecino en Madrid del actor John Malkovich, otro adicto a esta villa. Es l¨²cido como la madre que lo pari¨®, entra?able como la ca¨ªda de la tarde. Si tienes la suerte de compartir una velada con ¨¦l y sus secuaces, Madrid se te convierte en idilio con potencias estrafalarias. A Padr¨®n se le conoce aqu¨ª principalmente por ser quien ha vertido a la televisi¨®n a Mafalda. Quino y ¨¦l son carne y u?a.

Juan Padr¨®n, cineasta de animaci¨®n, guionista y director, es una pasada de la naturaleza. Quiere a Madrid mucho, pero, de repente, le dan arrebatos, se le entumecen los miembros y s¨®lo se queda tranquilo volviendo a La Habana. Pero all¨ª le vuelve a pasar lo mismo. Y otra vez comienza la odisea. Padr¨®n es b¨ªgamo: quiere a dos mujeres muy suyas, Madrid y La Habana. Est¨¢ loco, es decir, como una cabra. De hecho, en La Habana a?ora a Cibeles; en Madrid le da el gorri¨®n (algo as¨ª como una morri?a cubana similar a la saudade), y se pone melanc¨®lico y hay que llevarle por ah¨ª para que se distraiga.

Juan Padr¨®n, adem¨¢s, es experto en tabernas de Madrid, donde va dejando aromas de lisura y humanidad. Trabaja hasta la extenuaci¨®n, pero cuando llega el momento del recreo, Padronsito, con voz aterciopelada, pide otro whisky alucinando al camarero con este axioma: 'Compa?ero, hay que acabar con las reservas del capitalismo'. Por supuesto, se?or Padr¨®n.