La pol¨¦mica del 'canon digital'
SGAE gana cuatro sentencias para cobrar por cada CD-R vendido en Espa?a
Cuatro sentencias avalan la pretensi¨®n de la SGAE de cobrar un porcentaje por cada CD grabable que se vende en Espa?a, un soporte que algunos usuarios utilizan para 'duplicar' CD de m¨²sica. Uno de esos fallos, sin embargo, introduce una limitaci¨®n: SGAE, que pretende cobrar a los fabricantes desde 1997, s¨®lo ha probado que los espa?oles utilizan este soporte desde 2000.
El fallo de Cioce limita el 'alcance' de la SGAE porque no considera imposible saber desde cu¨¢ndo se usa el CD-R para grabar m¨²sica
La SGAE (Sociedad General de Autores y Editores) comenz¨® su batalla por tratar de cobrar un canon a los CD-R (compact disc recordable) hace m¨¢s de un a?o, ampar¨¢ndose en un viejo concepto legal llamado copia privada. La Ley de Propiedad Intelectual (LPI) reconoce el derecho de los autores a explotar sus obras, aunque tambi¨¦n reconoce el de los usuarios a realizar copias de esas obras para su exclusivo uso privado. As¨ª que, para conjugar ambos derechos, la ley introduce la copia privada, que impone un canon a los fabricantes de 'materiales id¨®neos' para la reproducci¨®n. Las compa?¨ªas deben pagar, por ejemplo, 30 pesetas por cada cinta de audio de una hora de duraci¨®n que vendan.
Los CD grabables o CD-R estaban, hasta ahora, a salvo de pagar este canon porque est¨¢n dise?ados para grabar datos. Hacienda, por ejemplo, utiliza millones de ellos cada a?o para repartir el programa PADRE de declaraci¨®n de renta. Estos discos, sin embargo, son utilizados tambi¨¦n por un n¨²mero indefinido de personas para grabar m¨²sica en sus hogares. El n¨²mero de gente que lo hace es el quid de este asunto. La SGAE dice que el 76,8% de los CD-R que se venden en Espa?a se destinan a copiar m¨²sica. Asimelec, la asociaci¨®n que representa a los fabricantes de estos productos, asegura que s¨®lo un 10% de los CD-R se destinan a la copia de canciones.
?Qui¨¦n tiene raz¨®n? Las ventas de CD-R han crecido espectacularmente, de 80 millones en 2000 a los 200 millones de 2001. Tambi¨¦n es cierto que la SGAE ingresa cada vez menos dinero por el concepto de copia privada; la memoria de la entidad indica que en 2001 recaud¨® un 31% menos que en 2000. Otra cuesti¨®n es el porqu¨¦. La entidad gestora achaca este descenso 'a la continuada negativa de los fabricantes e importadores de los CD-R data a abonar los derechos'. Los fabricantes creen, por su parte, que ese descenso se debe al creciente problema de pirater¨ªa musical que existe en Espa?a. Creen, en fin, que la SGAE trata de compensar lo que deja de ingresar por la copia ilegal de CD imponiendo c¨¢nones a los fabricantes de soportes.
En mitad de la batalla, la SGAE ha decidido demandar en los tribunales a los fabricantes e importadores de CD-R. Y desde enero de este a?o, se han producido cuatro sentencias en tribunales de primera instancia, todas ellas a su favor. Las compa?¨ªas Traxdata, Cioce, Verbatim y S.I.T. Telcomait han fallado en su argumentaci¨®n de que los CD-R est¨¢n destinados a la grabaci¨®n de datos, ya que la SGAE incluye en sus demandas un informe donde el perito Rafael Aracil, catedr¨¢tico de Ingenier¨ªa de Sistemas y Autom¨¢tica de la Universidad Aut¨®noma de Madrid, asegura: 'Los CD-R son en la actualidad el soporte que mejores prestaciones ofrece para la grabaci¨®n musical y, por tanto, el com¨²nmente utilizado'. Las compa?¨ªas han sido condenadas, por tanto, a pagar a la SGAE por todos los CD-R que venden.
Tres de estas empresas -Traxdata, Verbatim y S.I.T. Telcomait- deben, adem¨¢s, pagar el canon por todos los CD-R que han vendido desde 1997 o 1998, en el caso de S.I.T. La ejecuci¨®n de estas sentencias supondr¨ªa, seg¨²n Asimelec, unos 45 millones de euros para el sector.
Uno de esos fallos, el de Cioce, introduce una novedad. El informe de Aracil est¨¢ firmado el 18 de diciembre de 2000, y fue esta fecha, y la expresi¨®n 'en la actualidad', la que le dio la idea al abogado de Cioce, Jordi Llobet, para decidir c¨®mo enfocar su defensa. Llobet, abogado del bufete catal¨¢n Llobet y Beirat, afirm¨® que la SGAE s¨®lo hab¨ªa probado que los CD-R eran el soporte 'com¨²nmente utilizado' para la grabaci¨®n musical en diciembre de 2000 y, por tanto, no cab¨ªa su reclamaci¨®n de canon para los a?os anteriores. La jueza Ana Mar¨ªa Cameselle le dio la raz¨®n: 'No se desprende ni resulta cabalmente posible determinar la fecha en la cual los adquirientes finales del producto, de forma masiva, han dado a ¨¦ste el uso indebido', dice el fallo.
La batalla contin¨²a. Sigue en los tribunales porque todas estas sentencias est¨¢n recurridas, y a¨²n hay m¨¢s casos en espera de resoluci¨®n. Y contin¨²a fuera de los juzgados porque la lucha promete extenderse a otros 'materiales id¨®neos', como dice la ley. Y es que una canci¨®n o una pel¨ªcula es tan s¨®lo un conjunto de bytes que pueden ser copiados hasta el infinito y reproducidos en m¨²ltiples soportes. Por eso, la SGAE reconoce que est¨¢ estudiando c¨®mo cobrar canon a estos soportes, entre ellos los discos duros de ordenadores o los DVD grabables (DVD-R). Aunque la entidad niega que tenga ninguna acci¨®n en mente a¨²n, s¨ª confirma que sigue muy de cerca el caso franc¨¦s, donde hay una comisi¨®n parlamentaria que ya ha aprobado el cobro de un canon por CD-R y DVD-R.
Europa no ha llegado tan lejos como Estados Unidos, en todo caso. El senador dem¨®crata por California Howard Bergman est¨¢ tratando de que el Congreso apruebe una ley que permite destruir los ordenadores de los usuarios que copien m¨²sica o pel¨ªculas. Bergman recibi¨® unos 200.000 d¨®lares de la industria del entretenimiento durante su campa?a electoral.
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