'Las megafusiones no son m¨¢s productivas en investigaci¨®n'
El ejecutivo niega que la compra de Pharmacia por Pfizer vaya a afectar a su compa?¨ªa
La industria farmac¨¦utica atraviesa momentos dif¨ªciles en todo el mundo. En Estados Unidos, adem¨¢s, varias firmas se han visto salpicadas por los esc¨¢ndalos financieros. A la complicada ecuaci¨®n se suman movimientos como la adquisici¨®n de Pharmacia por Pfizer, que ya era l¨ªder mundial y ahora facturar¨¢ un 50% m¨¢s que GlaxoSmithKline, la segunda del ranking, lo que abre la posibilidad a nuevas fusiones. Raymond V. Gilmartin, presidente y consejero delegado de Merck, n¨²mero tres mundial, dice no sentirse amenazado por el gigante. 'Las megafusiones no han demostrado mayor productividad en investigaci¨®n', subraya. 'La ¨²nica ventaja competitiva en esta industria es producir mejores f¨¢rmacos'.
'Todo lo que hacemos en t¨¦rminos de adquisiciones o alianzas va dirigido a incrementar nuestra capacidad cient¨ªfica'
'Los cambios del Congreso y la Bolsa sobre gobierno corporativo son cosas que las buenas compa?¨ªas ya practican'
'En estos tiempos convulsos, lo que realmente se valora es la capacidad de descubrir nuevos f¨¢rmacos'
Gilmartin, de 61 a?os y formaci¨®n acad¨¦mica como ingeniero el¨¦ctrico, lleg¨® al mando de Merck hace ocho. La compa?¨ªa ha doblado su facturaci¨®n en este tiempo, desde los 11.300 millones de 1995 a los 21.300 del a?o pasado, pero atraviesa ahora un desierto financiero, con resultados planos debidos a la p¨¦rdida de patentes, a la feroz competencia de los gen¨¦ricos, a la falta de grandes nuevos f¨¢rmacos y a los esfuerzos de los gobiernos, en Estados Unidos y en el resto del mundo, para controlar los precios. Son problemas de ¨ªndole interno que afectan a todo el sector y que se ven ahora remachados en casa por la desconfianza en las grandes corporaciones. Incluso Merck, que se vanagloria de una larga tradici¨®n de ¨¦tica y transparencia, se ha visto afectada por arcanos contables en su filial Medco en momentos en que todo lo que no es inmediatamente comprensible suscita grandes recelos.
El patr¨®n de Merck pertenece tambi¨¦n al consejo de administraci¨®n de Microsoft y es miembro del Business Rountable, 140 consejeros delegados que constituyen el gotha del universo corporativo de Estados Unidos, con 3,5 billones de d¨®lares de facturaci¨®n anual y 10 millones de empleados en todo el mundo. Tras reunirse a finales de junio con el presidente George Bush, el Business Rountable emiti¨® un comunicado en el que sus miembros se mostraban 'horrorizados, enfurecidos y alarmados' por los esc¨¢ndalos financieros.
Pregunta. ?Est¨¢ dispuesto a firmar la declaraci¨®n que va a exigir la SEC (Comisi¨®n del Mercado de Valores estadounidense) a partir del pr¨®ximo mi¨¦rcoles, por la que se garantiza que los resultados que la empresa anuncia son reales?
Respuesta. Totalmente. Siempre se firma. Lo que hace esta orden de la SEC es incrementar la visibilidad de la medida. Pero en una compa?¨ªa con la integridad, el talento y la atenci¨®n al detalle de Merck es algo que no me preocupa. Yo estoy muy tranquilo.
P. El modo de contabilizar los resultados de Medco fue cuestionado. ?Va a cambiar alguna de las pr¨¢cticas contables de Merck?
R. No, no vamos a cambiar nada. Lo de Medco no fue nada. El propio The Wall Street Journal lo dijo en un editorial, cuando habl¨® de 'esc¨¢ndalo contable sin fundamento'.
P. Warren Buffet, el genio inversor, ha hablado de la crisis de confianza de estos meses en t¨¦rminos de contabilidad legal, pero no apropiada.
R. Estoy completamente de acuerdo con ¨¦l. Lo que hay que tener es una contabilidad que refleje el verdadero estado del negocio. Con Medco, nuestro sistema contable es coherente y refleja con exactitud la econom¨ªa del negocio.
P. ?Es adecuada la nueva legislaci¨®n sobre el gobierno corporativo en Estados Unidos?
R. Lo decidido por el Congreso y los cambios introducidos por la Bolsa de Nueva York sobre gobierno corporativo son cosas que las buenas compa?¨ªas ya practican. Y las que no lo hacen deber¨ªan hacerlo. Eso ayuda a crear confianza.
P. Uno de los aspectos m¨¢s controvertidos -y que qued¨® fuera por la tremenda presi¨®n de los interesados sobre los congresistas- fueron las opciones sobre acciones. ?Cu¨¢l es su posici¨®n sobre este asunto?
R. Merck indica claramente en sus informes anuales cu¨¢l ser¨ªa el efecto de las opciones sobre los resultados, en torno al 6%. Es decir, que la informaci¨®n est¨¢ disponible y, si la gente lo quiere deducir, puede hacerlo. Lo importante aqu¨ª es que la valoraci¨®n se haga de un modo uniforme en todas las empresas. No tendr¨¦ problema en asumirlo cuando haya un acuerdo sobre c¨®mo hacerlo.
P. ?C¨®mo piensa salir Merck de estos momentos de pobres resultados?
R. Estamos viviendo unos tiempos tan intensos, con la convulsi¨®n en los mercados, la incertidumbre, las fusiones... que lo que realmente se valora es la capacidad de descubrir nuevos f¨¢rmacos y, especialmente, medicinas que suponen avances importantes en el tratamiento de los pacientes. Eso es el punto focal de Merck. Todo lo que hacemos en t¨¦rminos de adquisiciones o alianzas va dirigido a incrementar nuestra capacidad cient¨ªfica y de descubrir medicamentos. Y estamos a punto de entrar en un nuevo ciclo de lanzamientos en diabetes, depresi¨®n, un nuevo modo de tratar los niveles de colesterol... As¨ª hasta 11 nuevos f¨¢rmacos hasta el 2006. As¨ª que somos optimistas y pensamos que el a?o que viene volveremos a tener un crecimiento superior al 10% en las ganancias despu¨¦s de un a?o bastante plano.
P. ?No se siente amenazado por la adquisici¨®n de Pharmacia por Pfizer, con una facturaci¨®n conjunta de unos 48.000 millones?
R. En absoluto. En nuestro sector el tama?o no ofrece ventajas competitivas. En la pasada d¨¦cada se teoriz¨® sobre si la creaci¨®n de un gran presupuesto de investigaci¨®n y desarrollo mediante las fusiones crear¨ªa ventajas de escala y mayor productividad en el descubrimiento de f¨¢rmacos. No se ha demostrado que eso sea cierto. Las megafusiones no han demostrado mayor productividad en investigaci¨®n. Tampoco hay econom¨ªas de escala en el mercado, porque cada visitador m¨¦dico s¨®lo puede encargarse de dos o tres productos y hay un n¨²mero limitado de m¨¦dicos a los que visitar en un modo efectivo. La ¨²nica ventaja competitiva en esta industria es producir mejores f¨¢rmacos.
P. Henry McKinnell, el presidente de Pfizer, puede decir que con los 7.000 millones de d¨®lares en investigaci¨®n conjunta de que va a disponer gracias a la adquisici¨®n de Pharmacia est¨¢ en mejores condiciones de cubrir m¨¢s subsegmentos.
R. Lo que interesa es estar en los subsegmentos con los mayores niveles de innovaci¨®n y nuevos conocimientos. Nosotros somos buenos en convertir investigaci¨®n punta en medicamentos que suponen grandes avances. No es un eslogan. Lo que quiero decir es que buscamos f¨¢rmacos para categor¨ªas que tienen muchos pacientes en todo el mundo. Y buscamos la adquisici¨®n de conocimientos sobre c¨®mo funciona una enfermedad. Tenemos un criterio de dise?o de que la medicina se tome por v¨ªa oral una vez al d¨ªa. Por ejemplo, Singulair, un tratamiento contra el asma, es una pastilla que se toma una vez al d¨ªa y elimina o reduce el uso de inhaladores. Es un avance significativo y un nuevo modo de tratar el asma. En el caso de osteoporosis, Fosamax reproduce la densidad ¨®sea perdida y podemos demostrar que reduce el riesgo de fracturas. Es un nuevo tratamiento que abre todo un campo nuevo.
P. Pero sus dos superventas, el antiartr¨ªtico Vioxx y el anticolesterol Zocor -que, junto a Fosamax, Cozaar para hipertensi¨®n y Singulair, contribuyen al 70% de sus ventas-, se van a enfrentar ahora a Celebrex/Bextra y Lipitor promocionados por un ej¨¦rcito de 13.000 visitadores m¨¦dicos muy agresivos.
R. Pfizer ha puesto a todos los visitadores que ha podido con Lipitor frente a Zocor y estamos en una situaci¨®n que no ha cambiado nada. Ellos tienen su cuota. Nosotros la nuestra, menor, porque somos segundos. En el caso de Vioxx, ya estamos compitiendo contra las fuerzas conjuntas de ventas, as¨ª que no hay mucho m¨¢s que puedan hacer.
En busca de la vacuna contra el VIH
Uno de los grandes problemas de la industria farmac¨¦utica es la no aparici¨®n de medicamentos resolutivos, al tiempo que se crean expectativas con las investigaciones sobre el genoma humano. 'Los sistemas de trabajo actuales est¨¢n perfectamente capacitados para conseguir avances en las ¨¢reas necesarias', dice Gilmartin. 'No necesitamos avances con el genoma para avanzar en la investigaci¨®n'. Pero ser¨ªa suicida prescindir de la llamada farmacogen¨®mica. Merck suscribi¨® el mes pasado un acuerdo de colaboraci¨®n con Celera, pionera en la investigaci¨®n del genoma humano. 'Lo de Celera es como la adquisici¨®n de Rosetta, un compa?¨ªa que lo que hace es, dicho de un modo simple, tomar un c¨¦lula, abrirla, volcar todo su contenido en un biochip que tiene unos 25.000 genes y ver c¨®mo reaccionan todos simult¨¢neamente. Se puede ver si el compuesto puede afectar t¨®xicamente a ¨®rganos que no quieres que se vean afectados. En un plazo de cinco, diez o quince a?os, estas t¨¦cnicas van a revolucionar la investigaci¨®n'. La toxicidad es una de las caracter¨ªsticas de los tratamientos del sida, que burla todos los avances. 'La tercera enzima, que est¨¢ implicada en la reproducci¨®n de los virus, la llamada integrasa, es el objetivo que persiguen muchos investigadores. Parece que en Merck hemos conseguido un f¨¢rmaco para ella. Tenemos buenas probabilidades de conseguir un inhibidor de la integrasa del virus de la inmunodeficiencia adquirida. Estamos tambi¨¦n en la Fase I de una de las pruebas sobre una vacuna contra el VIH. Es muy pronto, pero estamos muy satisfechos con la evoluci¨®n cient¨ªfica'.
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