Una demanda de v¨ªctimas del 11-S enturbia las relaciones de EE UU con Arabia Saud¨ª
Un representante de los familiares dice que el objetivo es 'arruinar' al terrorismo mundial
El n¨²mero tres es de mal augurio para Arabia Saud¨ª. Tres miembros de la familia real, tres bancos y al menos tres organizaciones caritativas con sede en el pa¨ªs est¨¢n acusados de financiar las redes terroristas de Bin Laden, seg¨²n una demanda presentada el jueves en EE UU por 600 familias de las v¨ªctimas de los atentados contra las Torres Gemelas. ?Su objetivo? El nombre del colectivo habla por s¨ª solo: 'Familias del 11 de septiembre unidas para llevar el terrorismo a la bancarrota'. Esa iniciativa reaviva el debate sobre las controvertidas relaciones entre Washington y Riad.
Hacen falta nada menos que 259 p¨¢ginas para enumerar las entidades y personas involucradas en la financiaci¨®n de la nebulosa de Bin Laden. La acusaci¨®n apunta hacia Arabia Saud¨ª desde la introducci¨®n, citando un informe del 10 de julio destinado al departamento de Defensa estadounidense: 'Los saud¨ªes act¨²an en cada nivel de la cadena del terror, desde planificadores hasta financiadores, desde ejecutivos hasta soldados de a pie, desde ide¨®logos hasta seguidores'. [La demanda fue presentada un d¨ªa antes de que el juicio contra el franc¨¦s Zacarias Moussaoui, el ¨²nico inculpado por el 11-S en EE UU, fuese aplazado hasta enero pr¨®ximo por la complejidad del caso].
La riqueza de la monarqu¨ªa saud¨ª la pone en el punto de mira de las familias. 'Terroristas como Osama Bin Laden y su red Al Qaeda no pueden planear, entrenar y actuar a una escala masiva sin poder financiero, coordinaci¨®n y apoyo significativos', insisten los abogados. El actual ministro saud¨ª de Defensa, Sultan Bin Abdul Aziz Al Saud, habr¨ªa donado desde 1994 seis millones de d¨®lares a cuatro organizaciones caritativas isl¨¢micas, como la Muslim World League y la International Islamic Relief Organization, que patrocina patrocina el terrorismo, seg¨²n el Departamento de Estado, citado en la demanda. El antiguo jefe de los servicios secretos Turki Al Faisal Al Saud procur¨® una 'ayuda financiera masiva a los talibanes', agrega. Se reuni¨® en 1998 en Kandahar con Bin Laden. El terrorista prometi¨® no utilizar las estructuras de Afganist¨¢n para desestabilizar al r¨¦gimen saud¨ª. A cambio, el pr¨ªncipe Turki se comprometi¨® a no pedir la extradici¨®n de Bin Laden. El tercer pr¨ªncipe saud¨ª acusado, Mohamed Al Faisal Al Saud, est¨¢ a la cabeza de la Faisal Islamic Bank y dirigi¨® hasta hace pocos meses el banco DMI. Un hermano de Bin Laden fue director del DMI.
En cuanto al grupo petrol¨ªfero e inmobiliario Saudi Bin Laden Group, su desarrollo y prosperidad han discurrido 'en paralelo' a las de Arabia Saud¨ª. La compa?¨ªa ha sido encargada de proyectos importantes 'que ayudaron al reino a desarrollar sus recursos y ampliar sus infraestructuras'. Bin Laden fue desterrado de Arabia Saud¨ª a principios de los a?os 90 y sus hermanos siguen al mando.
Los demandantes reclaman un bill¨®n de d¨®lares por persona o entidad. 'Lo esencial es procurar que las entidades que han financiado a Bin Laden no puedan volver a hacerlo jam¨¢s y sean arruinadas. Por eso, se pidieron indemnizaciones por da?os y perjuicios enormes', explic¨® ayer por tel¨¦fono Jean-Charles Brisard, encargado de la investigaci¨®n del caso. 'La justicia hace lo que el Gobierno de EE UU no puede hacer hoy', dijo Brisard. 'Primero por razones t¨¦cnicas: el Gobierno est¨¢ sujeto a reglas mucho m¨¢s estrictas para congelar activos. Segundo, por escollos diplom¨¢ticos. En las relaciones de EE UU con Arabia Saud¨ª y otros pa¨ªses, los intereses estrat¨¦gicos y econ¨®micos, en particular el petr¨®leo, son tan enormes que para ellos denunciar esas estructuras es imposible'.
El caso Bin Laden no deja de resultar inc¨®modo para EE UU, reconoce el investigador, porque 'el 90% de las finanzas de Bin Laden proviene de Arabia Saud¨ª'. En un libro publicado el a?o pasado, ese antiguo empleado de los servicios franceses de informaci¨®n resume as¨ª la situaci¨®n: 'Hijo de familia ejemplar, Bin Laden no hizo m¨¢s que seguir la v¨ªa natural de la ¨¦lite de Arabia Saud¨ª. En sus inmensas redes pol¨ªticas y financieras tienen lugar los encuentros m¨¢s inesperados entre fan¨¢ticos del islam y banqueros respetables, grandes ejecutivos del petr¨®leo norteamericanos y lobbies protalibanes, miembros del clan Bush y mecenas del terrorismo'.
Deena Burnett, cuyo esposo falleci¨® el 11-S en el avi¨®n que se estrell¨® en Pensilvania, es una de las que ha puesto la demanda. Apoya de manera incondicional la pol¨ªtica b¨¦lica de EE UU. ?Atacar a Irak? 'El uso de nuestras tropas militares es necesario. Cualquier pa¨ªs que apoya el terrorismo es un blanco', dice sin vacilar esa mujer de 38 a?os.
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