Cien d¨ªas de Raffarin
Jean Pierre Raffarin ha cumplido los rituales 100 d¨ªas al frente del Gobierno franc¨¦s, aunque haga s¨®lo dos meses que dispone de mayor¨ªa en la Asamblea Nacional. El hecho es que por primera vez en cinco a?os la derecha controla la presidencia de la Rep¨²blica y el Parlamento otorga al primer ministro una oportunidad ¨²nica para poner en marcha esa 'audacia reformista' de la que habl¨® en su declaraci¨®n de intenciones el 3 de julio. Hasta el momento, sin embargo, el jefe del Gobierno, que sigue en plena luna de miel con los electores, se ha limitado a prometer vagamente una etapa descentralizadora y recortes en la funci¨®n p¨²blica.
Algunos gestos anticipan el camino. El primer ministro parece realista y ha anunciado rigor en el gasto, adem¨¢s de aprovechar las vacaciones veraniegas para subir precios que van desde la gasolina a los trenes. Ha cancelado la Exposici¨®n Internacional de 2004 y se vislumbran medidas parecidas a prop¨®sito de grandes infraestructuras: autopistas, aeropuertos o l¨ªneas ferroviarias de alta velocidad. A mediados de septiembre se conocer¨¢n las hip¨®tesis econ¨®micas que vertebrar¨¢n el presupuesto de 2003.
El nuevo curso ser¨¢ dif¨ªcil. En los primeros seis meses de este a?o, el d¨¦ficit presupuestario ha superado los 26.000 millones de euros, 10.000 m¨¢s que en el mismo periodo de 2001. Con un margen de maniobra limitado por el Pacto de Estabilidad de la eurozona y en un tiempo de perspectivas econ¨®micas m¨¢s que inciertas, todo apunta a que Raffarin no tendr¨¢ f¨¢cil cuadrar las promesas electorales de Chirac: bajar a la vez el impuesto sobre la renta (un 5% anual durante los pr¨®ximos cinco a?os) y las contribuciones de los empresarios a la Seguridad Social mientras aumentan los gastos militares y de seguridad ciudadana.
En este ¨¢mbito, el de la seguridad, es donde el Gobierno ha puesto el ¨¦nfasis en estos 100 d¨ªas. No en vano 'ley y orden' fue el gozne que propici¨® la rotunda victoria en las urnas de Jacques Chirac, primero, y de los partidos derechistas, despu¨¦s. Francia se dotar¨¢ de 15.000 nuevos polic¨ªas y la justicia se ampliar¨¢ y reformar¨¢ con m¨¢s c¨¢rceles, m¨¢s jueces suplementarios y mano dura para los adolescentes tentados por el delito.
Est¨¢ por ver en qu¨¦ consistir¨¢n las reformas de fondo prometidas por Raffarin. El objetivo obvio es la hipertrofiada Administraci¨®n del Estado, pero ¨¦ste es un hueso duro de roer, cuyas numerosas y bien organizadas huestes han resistido hasta ahora cualquier intento de racionalizaci¨®n. Aqu¨ª, lejos ya el par¨¦ntesis veraniego, el primer ministro encontrar¨¢ una barricada tras otra. Todo sugiere que, transcurridos estos id¨ªlicos primeros 100 d¨ªas, el oto?o franc¨¦s ser¨¢ caliente.
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