Poca luz para tanto estreno

Poco partido para tanto cartel, aun cuando era un amistoso. Hab¨ªa tantas cosas que ver en el bando espa?ol, y el reclamo de poder mirar a Puskas era tan entra?able que, a la hora del recuento, el partido supo a poco y el juego no tuvo demasiado picante o, cuanto menos, no aport¨® nada que no se supiera, como por ejemplo, que Valer¨®n est¨¢ en forma y es decisivo si se le pone en su sitio, que Joaqu¨ªn es a d¨ªa de hoy necesario y que una defensa no se monta en un s¨®lo encuentro.

A Espa?a le cost¨® demasiado rato hacerse con un partido en el que el contrario se quit¨® de en medio, cedi¨¦ndole el bal¨®n, dej¨¢ndole hacer, sabiendo que la mirada estaba en el debut de S¨¢ez como seleccionador, en el estreno de Ra¨²l como capit¨¢n, en el primer partido internacional con la absoluta de Marchena, Garc¨ªa Calvo, Ra¨²l Bravo, Orbaiz y Juanito. Hasta que Valer¨®n y Joaqu¨ªn no entraron en escena, Espa?a jug¨® demasiado en campo propio. A la que salieron, en cambio, el equipo se fue arriba y resolvi¨®, pero a cambio tom¨® un gol y concedi¨® un par de ocasiones m¨¢s que emborronaron el trabajo de contenci¨®n.

Por decisi¨®n expresa de Sa¨¦z, el encuentro qued¨® partido en dos. Aprovechando el descanso, el seleccionador dispuso en la segunda parte un equipo diferente al de la primera, de manera que cualquier juicio de valor puede resultar prematuro. Hubo un detalle de todas maneras significativo, al hilo de cuanto se hab¨ªa barruntado en la previa, y es que no junt¨® a Valer¨®n con Ra¨²l sino que cada uno jug¨® medio tiempo, respetuosos los dos en cualquier caso con un sistema que prevee la presencia de un ariete muy f¨ªsico, una segunda l¨ªnea muy luminosa, un doble pivote y una defensa en l¨ªnea de cuatro.

A cuatro de los cinco debutantes (Marchena, Garc¨ªa Calvo, Rub¨¦n Bravo y Orbaiz), S¨¢ez les puso en la alineaci¨®n de salida, quiz¨¢ para darles un mayor protagonismo y al tiempo se sintieran m¨¢s acompa?ados, menos perdidos, sabedores de que para empezar, bien pod¨ªan valer los automatismos aprendidos en la sub 21. Las novedades del nuevo seleccionador se concentran al fin y al cabo en la parcela defensiva (los centrales, el lateral izquierdo y el medio defensivo), y desde este punto de vista, nada hubo que reprochar a cuantos jugaron por detr¨¢s de la pelota, que fueron demasiados, m¨¢s que nada por lo poco que exig¨ªa Hungr¨ªa.

La selecci¨®n jug¨® demasiado acomodada, muy agrupada en la divisoria, falta de desmarque y desequilibrio por las dos bandas y tambi¨¦n por el centro, aun cuando Ra¨²l Bravo tiraba como un jabato por el flanco izquierdo. El posicionamiento se impuso al atrevimiento y al equipo le cost¨® llegar a las posiciones de remate.

Hay partidos, y el de ayer era uno, en que se impone dar un paso al frente, y no fue el caso, entre otras razones porque Xavi, excelente en la racionalizaci¨®n y organizaci¨®n del equipo, se acerc¨® m¨¢s a Garc¨ªa Calvo y Marchena que a Ra¨²l. El primer acto se puso tan soso y cansino que a una parte de la hinchada le dio por reclamar a coro la presencia de Valer¨®n.

Valer¨®n sali¨® en el segundo tiempo y aceler¨® el partido para satisfacci¨®n de cuantos le reclamaban. La selecci¨®n mantuvo inicialmente su estructura, con Juanito debutando en el puesto de Marchena, estuvo igual de hegem¨®nica sobre el campo, pero gan¨® vivacidad, entre otras cosas porque Xavi se anim¨® y Joaqu¨ªn ayud¨® tambi¨¦n a mover a Hungr¨ªa.

El gol se apuntaba desde la reanudaci¨®n del encuentro, y pocas dudas hab¨ªa tambi¨¦n sobre qui¨¦nes ser¨ªan los protagonistas. Valer¨®n movi¨® la pelota, que lleg¨® hasta Joaqu¨ªn, el b¨¦tico desbord¨® a su marcador y su centro lo cabece¨® Tamudo. Un gol digno de ver y que dibuj¨® un nuevo partido. Espa?a mejor¨® de medio campo hasta el ¨¢rea rival, con Xavi expl¨¦ndido y Valer¨®n jugando a gusto, y a cambio perdi¨® el control del partido. El medio campo se destens¨® con el cambio de Orbaiz por Sergio, la defensa se afloj¨® y los h¨²ngaros se estiraron hasta empatar y amenazar incluso con darle la vuelta al marcador.

El gol del empate destempl¨® al equipo espa?ol y el partido recuper¨® en el ¨²ltimo tramo la pesadez que tuvo al inicio. Falto de f¨ªsico, como ya se presum¨ªa, al plantel de S¨¢ez le falt¨® siempre un ¨²ltimo golpe de ri?¨®n para desestructurar a un contrario m¨¢s rodado, m¨¢s animado, m¨¢s esperanzado con sacar petr¨®leo de un partido que daba por perdido como tantos otros.

A Espa?a le falt¨® consecuentemente jerarqu¨ªa para imponerse a un contrario inferior, ya fuera por sistema, como parece partidario el seleccionador, o por las individualidades. El resultado, en cualquier caso, tampoco debe ser preocupante. M¨¢s que para ganar, el de ayer era un partido para trabajar, y, por lo que se vio, S¨¢ez tendr¨¢ mucha tarea, aun cuando los jugadores parecen entregados a su causa.