LOS ARENALES DE LUC?A
BUENA PARTE de la costa de Formentera la constituyen algunos de los arenales m¨¢s fastuosos del Mediterr¨¢neo. En la orilla de esta isla pitiusa reina una tranquilidad legendaria: que nadie demande el consabido jolgorio ibicenco; si acaso, m¨²sica chill out y poco m¨¢s. Imantan, eso s¨ª, el h¨ªbrido de azules y verde malaquita de sus aguas, al que se suman arenas de granos sutil¨ªsimos y un entorno sin degradar. Buena parte de las playas est¨¢n surcadas con pasarelas de madera, para defensa de dunas, y las papeleras est¨¢n numeradas para facilitar la localizaci¨®n por parte del ba?ista en caso de urgencia.
En la claridad cegadora de Formentera es f¨¢cil seguir los pasos perdidos de Luc¨ªa y el sexo (que se estren¨® en agosto de 2001), del director Julio Medem. Una de las escenas m¨¢s memorables de la pel¨ªcula, la que tiene como elemento llamativo el barro, fue rodada en la playa de Llevant con lodo sulfuroso transportado desde el interior de Espalmador, isla cuya virginidad se ve arrebatada cada verano por cientos de yates. Las islita es privada, s¨ª, pero a nadie se le puede privar de asolearse en su costa (llevar agua y comida). El Pas des Trucadors que lleva a la isla, aunque no se pierde pie, es arriesgado para los inexpertos.
Dando la espalda a la playa de Llevant, a 20 metros, se alcanza la playa de Ses Illetes, otro de los iconos playeros de la costa espa?ola, se?alado por las islas cercanas. Nudista, y en un marco privilegiado, con el m¨ªtico islote de Es Vedr¨¤ a lo lejos, esta lengua de tierra arenosa ofrece un aspecto verdaderamente paradisiaco y es prueba elocuente de que la bonanza econ¨®mica no tiene por qu¨¦ estar re?ida con el cuidado medioambiental. La playa de Mitjorn condec¨ªa a la perfecci¨®n con el cuerpo escultural de la protagonista, Paz Vega, mientras paseaba desnuda. Estos ocho kil¨®metros de arena blanca, resplandeciente hasta la hiperrealidad, miran al sur, y sus hechuras vast¨ªsimas hacen que quien quiera perderse lo haga en los mil vericuetos de sus dunas y roquedos. Es, por ende, la playa m¨¢s recomendable estas fechas, cuando los arenales est¨¢n repletos de turistas, buena parte de ellos italianos. En Mitjorn gana la partida el ambiente del chiringuito Pirata Bus, con bandera pirata y tres d¨¦cadas de pasado hippy a sus espaldas. Un camino por el acantilado de La Mola conduce al reducto nudista de Es Cal¨® des Mort.
Tras la fiesta de puesta de sol en el Big Sur de la playa de Es Cavall d'en Borr¨¤s, alguna pareja puede decidirse por ba?arse en Cala Saona, remedando las evoluciones submarinas de Najwa Nimri y Trist¨¢n Ulloa; cala y luna que apoyaban metaf¨®ricamente el ¨¦xtasis acuoso. Saona es coqueta, dispone de varaderos de madera, as¨ª como de aguas de vidrio no por anunciadas menos sorpresivas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.