Mensajes para los extraterrestres
A trav¨¦s de las sondas Voyager, la humanidad en su conjunto est¨¢ en camino hacia las estrellas. Embajadoras interestelares, estas dos naves llevan a bordo un mensaje destinado a otros seres dotados de inteligencia. La NASA inici¨® la experiencia con las naves Pioneer en 1972 y 1973, que llevaban una simple placa grabada en la que estaban representados un hombre y una mujer desnudos, nuestro sistema solar y su posici¨®n.
Cinco a?os m¨¢s tarde, el concepto -siempre muy optimista, teniendo en cuenta la escasa probabilidad de que las sondas sean interceptadas alg¨²n d¨ªa por otra civilizaci¨®n- fue sensiblemente mejorado, y el contenido del mensaje se volvi¨® m¨¢s ambicioso y rico. Cada Voyager lleva un disco de cobre recubierto de oro, as¨ª como una c¨¦lula y una aguja para leerlo. Las instrucciones para su uso se encuentran sobre la envoltura de aluminio del disco. ?ste contiene 116 im¨¢genes almacenadas en modo anal¨®gico. La lista empieza por un c¨ªrculo, la posici¨®n de nuestra estrella, la definici¨®n de los n¨²meros y unidades empleados en f¨ªsica y algunos par¨¢metros sobre el sistema solar. Reflejo de la ignorancia de la ¨¦poca, Plut¨®n aparece como mayor que la Tierra, cuando ahora sabemos que se trata del menor de nuestros nueve planetas.
Dentro de 40.000 a?os, una de las min¨²sculas botellas lanzadas al mar c¨®smico como son las dos 'Voyager' se acercar¨¢ a la primera estrella
Beethoven y Chuck Berry
A continuaci¨®n, hay varias placas anat¨®micas y un intento de explicar la reproducci¨®n humana que los posibles extraterrestres corren el riesgo de mirar rasc¨¢ndose aquello que les sirva de cabeza. Por ¨²ltimo, se incluyen decenas de fotograf¨ªas de hombres, de animales, vegetales, paisajes y de construcciones humanas. Un po¨¦tico y sabroso inventario al estilo de Pr¨¦vert donde se mezclan una mujer que amamanta a su hijo, unos delfines, una clase de colegio, el edificio de las Naciones Unidas (de d¨ªa y de noche...), un astronauta flotando en el espacio que se asemeja sorprendentemente, con su cord¨®n umbilical, a la silueta de feto que tambi¨¦n figura en la lista. Todo ello concluye con la fotograf¨ªa de un viol¨ªn con la partitura de un cuarteto de cuerdas de Beethoven.
Este mismo cuarteto cierra la lista de los 27 ejemplos musicales grabados en el disco. Bach es el m¨¢s representado, con tres extractos, y gana la batalla de los cl¨¢sicos, mientras que Mozart s¨®lo tiene derecho a una de las arias de la Reina de la Noche, de La flauta m¨¢gica. Desde un canto inici¨¢tico para las j¨®venes pigmeas hasta unos coros georgianos, pasando por Johnny B. Goode, de Chuck Berry, los dem¨¢s estilos musicales no fueron olvidados.
Aunque la lectura de este cat¨¢logo pueda, en ocasiones, provocar una sonrisa, imaginamos que al comit¨¦ de selecci¨®n, presidido por el astr¨®nomo Carl Sagan, le cost¨® mucho tomar una decisi¨®n. El disco tambi¨¦n incluye los saludos de los terr¨ªcolas en 55 lenguas, un mensaje del presidente estadounidense Jimmy Carter, otro del secretario general de Naciones Unidas Kurt Waldheim, as¨ª como los murmullos y gru?idos de nuestro planeta: lluvia, viento, trueno, fuego, ranas, p¨¢jaros, tractor, despegue de un cohete, ruido de pasos, latidos de coraz¨®n, risas, gemidos de un beb¨¦, etc¨¦tera.
'Grabamos sonidos que hubi¨¦semos podido o¨ªr en las primeras eras de nuestro planeta, antes de la aparici¨®n de la vida; luego, sonidos que evocan la evoluci¨®n de la especie humana hasta los desarrollos m¨¢s recientes de nuestra tecnolog¨ªa', explic¨® Carl Sagan, fallecido en 1996. 'Es un mensaje de amor', prosigui¨®, 'que lanzamos a la profunda inmensidad. Sin duda, permanecer¨¢ en gran parte indescifrado, pero lo transmitimos porque es importante intentarlo'.
Dentro de 40.000 a?os, una de las min¨²sculas botellas lanzadas al mar c¨®smico como son las dos Voyager se acercar¨¢ a la primera estrella.
? Le Monde.
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