Las milicias radicales amenazan con matar a todos los palestinos que informen a Israel
Un hijo de la mujer asesinada por colaborar dice que denunci¨® a su madre tras ser torturado
Un d¨ªa despu¨¦s de matar a la primera mujer acusada de presunto colaboracionismo, las milicias paramilitares clandestinas del movimiento Al Fatah amenazaron a todos los que pasen informaci¨®n a los servicios israel¨ªes con seguir su mismo camino. Las Brigadas de los M¨¢rtires de Al Aqsa emitieron ayer un comunicado instando a aquellos palestinos que est¨¦n colaborando con los servicios de espionaje israel¨ªes a entregarse en un plazo de tres semanas o a atenerse a las consecuencias. Al menos 250 personas est¨¢n detenidas por este motivo en c¨¢rceles palestinas.
De esta forma pretenden combatir un fen¨®meno extendido entre la sociedad palestina, que hace posible que el Ej¨¦rcito israel¨ª localice a aquellos terroristas y militantes que busca, para detenerlos o matarlos.
Ijlas Abdel Fatah, de 35 a?os y madre de siete hijos, se convirti¨® en la primera mujer v¨ªctima de las represalias de las organizaciones extremistas contra los colaboracionistas. Su cuerpo, que fue arrojado a la plaza mayor de la ciudad aut¨®noma de Tulkarem el s¨¢bado, presentaba impactos de bala en el cr¨¢neo y en el pecho, seg¨²n afirm¨® la Media Luna Roja Palestina.
Las Brigadas de los M¨¢rtires de Al Aqsa justificaron el asesinato asegurando que fue Abdel Fatah la que permiti¨® al Ej¨¦rcito israel¨ª descubrir el escondrijo de uno de sus dirigentes, Ziad Da'as, muerto el pasado 7 de agosto junto a otros tres activistas de Al Fatah en Tulkarem.
Seg¨²n el diario Ha'aretz, uno de sus hijos, que fue secuestrado dos d¨ªas antes, declar¨® que se invent¨® que fue su madre la que facilit¨® la informaci¨®n despu¨¦s de haber sido torturado. 'Me acusaron de ayudar al espionaje israel¨ª y cuando empezaron a golpearme con unos cables, confes¨¦ e invent¨¦ una historia', ha relatado su hijo, Bakir Juli, de 17 a?os, a la agencia Associated Press en declaraciones recogidas por Ha'aretz. Juli mostr¨® profundas marcas en la espalda fruto, seg¨²n dijo, de las torturas.
Al menos 60 palestinos han sido abatidos por colaboraci¨®n desde que comenzara la Intifada hace 23 meses. De ellos, 54 lo fueron por obra de las organizaciones extremistas y otros seis por las fuerzas de seguridad palestinas, despu¨¦s de ser juzgados por tribunales especiales.
Al igual que en ocasiones anteriores, las organizaciones de derechos humanos, tanto israel¨ªes como palestinas, condenaron lo ocurrido. Un portavoz de Betselem la calific¨® de 'clara violaci¨®n de los derechos humanos'. Asimismo, a?adi¨® que 'si es verdad que estaba colaborando con las fuerzas israel¨ªes que la reclutaron, ¨¦stas tienen una gran parte de responsabilidad dado que pusieron su vida en peligro'.
Precisamente un investigador palestino de Betselem, la principal organizaci¨®n israel¨ª de derechos humanos, se encuentra detenido en una c¨¢rcel de la franja de Gaza, acusado de haber trabajado para el Shabak (servicio de seguridad y espionaje interior israel¨ª) desde 1996.
Por otra parte, el jefe de Gabinete del titular israel¨ª de Defensa, Benjam¨ªn Ben Eliezer, sali¨® al paso de las acusaciones hechas por el portavoz de la Autoridad Nacional Palestina, Nabil Abu Rudeina, quien conden¨® la 'congelaci¨®n del plan Gaza Primero'. Un comunicado oficial del ministerio afirm¨® que 'la continuaci¨®n de los pasos que debe dar por Israel, incluida la retirada de Hebr¨®n, ser¨¢ tomada en consideraci¨®n bas¨¢ndose en las acciones palestinas para reducir el nivel de terrorismo y violencia en la franja de Gaza y Bel¨¦n, as¨ª como a la situaci¨®n de seguridad en Hebr¨®n y otros lugares'.
Previamente, Abu Rudeina, acus¨® 'al Gobierno israel¨ª de estar volvi¨¦ndose incapaz de alcanzar y aplicar acuerdos' con la ANP. Una vez m¨¢s ambas partes se acusan mutuamente del fracaso en la aplicaci¨®n de un plan de seguridad que habr¨ªa de permitir el repliegue gradual del Ej¨¦rcito de todas las zonas aut¨®nomas palestinas reocupadas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.