EL A?O DE LOS PORTILLOS

'Estamos en recesi¨®n', dice Jorge Valdano. El mercado est¨¢ quieto y entre los inversores reina el miedo. En el Real Madrid, en la sede del segundo club m¨¢s rico del mundo, seg¨²n The Economist, el paisaje no cambia. No hay otro Figo ni otro Zidane. El fichaje desaforado que revolver¨ªa el gallinero insaciable de Chamart¨ªn, el de Ronaldo, parece lejos de producirse. La deflaci¨®n del f¨²tbol tambi¨¦n pone freno a los estruendosos golpes de chequera del presidente que lo pod¨ªa todo, Florentino P¨¦rez, y de la Ciudad Deportiva han comenzado a surgir los futbolistas imprescindibles para sostener una plantilla que daba s¨ªntomas de gigantismo. Entre ellos no hay un Buitre, ni un Sanchis, ni un M¨ªchel, ni un superdotado como Ra¨²l. Los canteranos con los que el Madrid afrontar¨¢ esta Liga son futbolistas terrenales.

'No acudimos a la cantera porque no quede m¨¢s remedio. Es por convicci¨®n. Es saludable', afirma Del Bosque

Bravo es un lateral sudoroso de cabeza afeitada. Rub¨¦n un central con perfil de modelo de Moschino y tendencia a aturullarse. Borja un medio centro de pies duros y buen criterio para colocarse. Portillo, un c¨²mulo de equ¨ªvocos que parece que no tiene nada para meter goles y siempre acaba goleando. Mi?ambres, un lateral diestro que ejecuta fr¨ªamente todos los aspectos de su puesto: marca, quita, sube, regatea y centra... Parece un jugador de dise?o. Casi como Pav¨®n, otro central programado para 'encajar en una estructura determinada', como dijo uno de los t¨¦cnicos de la Ciudad Deportiva. Esto es: preparado para jugar junto a Hierro, no para ser una superestrella. As¨ª se sostiene el nuevo Madrid. Con jugadores especialmente producidos entre campos de hierba y campos de moquetas verdes a las que llaman c¨¦sped artificial.

Valdano, que se pasa horas enteras pegado a un tel¨¦fono m¨®vil intentando encontrar compradores para los jugadores que sobran, habla como si fuera un agente burs¨¢til en plena depresi¨®n financiera. 'Que se termin¨® la fiesta ha quedado muy claro a lo largo del verano', asegura el director general; 'los contratos de televisi¨®n y la sentencia Bosman dispararon el consumismo. Y ahora hay una psicolog¨ªa distinta. Sin embargo, no descartamos acudir al mercado en los pr¨®ximos d¨ªas'.

La condici¨®n para comprar es vender antes a Congo, Munitis, Savio, Flavio, Celades, Iv¨¢n Campo, Tote o McManaman, que representan una carga presupuestaria inadmisible. Florentino P¨¦rez no quiere aumentar el gasto en salarios: el club paga m¨¢s de 120 millones de euros anualmente a la plantilla. En estas condiciones, la utilizaci¨®n de la cantera se ha impuesto, sobre todo, porque representa un ahorro. Valdano lo explica: 'Llevo 20 meses en el cargo y hasta ahora he cumplido los objetivos que me marqu¨¦: formar una plantilla de Zidanes y Pavones. Potenciar la cantera. S¨®lo acudiremos al mercado intermedio [el de jugadores buenos que no son estrellas consagradas] cuando la cantera no nos resuelva los problemas. La primera oportunidad siempre la tendr¨¢n nuestros jugadores'.

El objetivo de la pol¨ªtica de cantera es preparar a 254 chavales para jugar en el Madrid. El trabajo de Valdano y del responsable de la base, Alberto Gir¨¢ldez, se advierte en los criterios pedag¨®gicos de la preparaci¨®n. 'Se ha dado un giro estrat¨¦gico', explica Valdano; 'ha habido un cambio muy grande en el criterio de formaci¨®n. Se han cambiado todos los entrenadores y se han desarrollado manuales de todo tipo: de conceptos futbol¨ªsticos, de comportamiento y para padres'.

Gir¨¢ldez incorpora conceptos del juego en manuales que luego distribuye entre los chavales seg¨²n su puesto y la zona del campo que ocupen: Manual para jugadores de zona de definici¨®n, manual para jugadores de zona de iniciaci¨®n... A esto se le agrega un c¨®digo de conducta. 'No s¨®lo la t¨¦cnica con la pelota define al jugador', argumenta Gir¨¢ldez. El c¨®digo pretende ser un compendio de 'consejos de hermano'. Entre otras reglas, a los chavales se les recuerda que 'un jugador del Madrid nunca se rinde' (...), 'el sacrificio se entrena' (...) y 'los tel¨¦fonos m¨®viles deber¨¢n apagarse en el vestuario'.

De tener cinco entrenadores profesionales hace cuatro a?os, la Ciudad Deportiva ha pasado a contar con un cuerpo de 34 t¨¦cnicos, 15 de ellos profesionales. Valdano habla de necesidad: 'Por exigencias de la nueva pol¨ªtica, hemos tenido que activar el sistema productivo. La Ciudad Deportiva siempre ha sido ejemplo de producci¨®n. Pero antes se fichaba tanto fuera que los chicos no encontraban lugar. Nosotros les hemos dado la esperanza de llegar'.

Vicente del Bosque, el entrenador, habla de convencimiento: 'No acudimos a la cantera porque no quede m¨¢s remedio. Es por pura convicci¨®n. La vitalidad que pueden aportar los j¨®venes a una plantilla es san¨ªsima'. Los minutos jugados por los canteranos en la Liga, la Copa y la Liga de Campeones la temporada pasada reflejan un fen¨®meno novedoso: Pav¨®n (1.691 minutos), Bravo (1.135), Mi?ambres (629), Borja (130), Rub¨¦n (109), S¨¢nchez (98), Valdo (93), Aranda (80), Rivera (37) y Portillo (30). S¨®lo los equipos vascos, el Sevilla, el Betis, Las Palmas y el Espanyol acudieron al semillero con m¨¢s frecuencia.

La cantera, en ¨²ltima instancia, es el remedio para un problema recurrente en el Madrid: la falta de centrales -este a?o s¨®lo hay tres en el primer equipo-. 'Si encontramos un central que venga en unas condiciones asequibles, lo debemos fichar', dice Del Bosque; 'pero no es una cuesti¨®n de vida o muerte. Para fichar cualquier cosa tenemos a Rub¨¦n, a Borja, a Navas o cualquiera de los centrales del equipo de Segunda. Y por delante, la jerarqu¨ªa de Hierro, de Helguera o del propio Pav¨®n'.

En consonancia con los tiempos, el jugador con m¨¢s cach¨¦ que se ha incorporado a la plantilla este verano es Cambiasso, que pas¨® por la cantera y que segu¨ªa en la n¨®mina del club. 'Por la idea que yo ten¨ªa del equipo', explica Del Bosque; 'seg¨²n estaba estructurada la parte de delante, necesit¨¢bamos un jugador dispuesto a jugar para los dem¨¢s, con mando en el campo, muy altruista, de equilibrar y de tener calidad para dar buenos pases a Roberto Carlos y Zidane. Estuvimos mirando el mercado y viendo las posibilidades de los jugadores cedidos. Uno era Cambiasso. Y con ese objetivo le hemos tra¨ªdo'.