LA MOSTRA SE VISTE DE 'GLAMOUR' EN LA INAUGURACI?N

Los tiempos felices en que el Festival de Venecia era costeado casi totalmente con fondos p¨²blicos han terminado para siempre. Franco Bernab¨¦, director de la Bienal de Venecia, reconoci¨® el jueves, al inaugurar la 59? edici¨®n de la Mostra de Cine, que el festival cinematogr¨¢fico m¨¢s antiguo del mundo tendr¨¢ que buscarse la vida recurriendo al dinero privado para seguir adelante.

La propia ceremonia inaugural de la noche del jueves pareci¨® partir ya de estas premisas. Acosada por festivales m¨¢s j¨®venes pero ya punteros, como Deauville, Toronto, Montreal y San Sebasti¨¢n, la Mostra no tuvo m¨¢s remedio que echar mano del made in Italy para iniciar la andadura de este a?o. ?Qu¨¦ habr¨ªa sido de la ceremonia inaugural sin la presencia de Giorgio Armani y Valentino, dos estrellas de la moda italiana acompa?ados por una constelaci¨®n de famosos de diverso calibre?

Con Armani -tan envejecido a la luz implacable de los focos- pos¨® una despampanante Sof¨ªa Loren vestida con un modelo rojo p¨¢lido del dise?ador milan¨¦s que la hac¨ªa aparecer como una diosa. Sof¨ªa domin¨® la escena una vez m¨¢s, fuera y dentro del Palacio del Cinema, colgada del brazo del hijo menor, Edoardo, inveros¨ªmilmente bella, casi como un animal mitol¨®gico en su llamativo traje de seda.

Es f¨¢cil suponer los sacrificios que hay detr¨¢s de esa figura perfecta, de esa cintura m¨ªnima y esos p¨®mulos siempre tersos bajo la capa de maquillaje. S¨®lo en alg¨²n momento la c¨¢mara de televisi¨®n que la sigui¨® desde que puso un pie en el auditorio descubri¨® en la diva un gesto extra?o, de agotamiento y de vejez. Pero lo cierto es que la actriz italiana cautiva todav¨ªa a sus compatriotas. Dentro del Palacio del Cine no la rodeaban s¨®lo los fot¨®grafos, sino los propios espectadores, y hasta las actrices y actores invitados. 'Es que es incre¨ªble, impresionante', comentaba Ariadna Gil, vestida con una t¨²nica negra transparente. Ariadna compite en la Mostra por primera vez, y por partida doble, con dos pel¨ªculas en la secci¨®n Contracorriente.

Los fot¨®grafos volvieron a animarse con la llegada de Valentino, gran rival de Armani, acompa?ado por toda una estrella de Hollywood, Gwyneth Paltrow. Alta y rubia, vestida de negro y con un aire de total relajo, no ven¨ªa a la Mostra con ninguna pel¨ªcula, sino como invitada de Valentino, para a?adir glamour a una ceremonia que lo necesitaba desesperadamente. Pero la Paltrow consumi¨® demasiado tiempo ante los fot¨®grafos, provocando un peque?o embotellamiento a la entrada del palacio. Todo el equipo de Miramax, la productora de Frida, con la bella Salma Hayek a la cabeza, tuvo que esperar pacientemente a que el camino al teatro se despejara.