Guerra a civiles

En tres d¨ªas, del viernes al domingo, el Ej¨¦rcito israel¨ª ha dado muerte a 13 civiles palestinos desarmados, tres de ellos ni?os de corta edad. Esa mala racha ha hecho que el presidente Moshe Katzav, del partido gobernante Likud, haya pedido que se lleve a cabo una investigaci¨®n para establecer si se trata de errores genuinos o de una demostraci¨®n de que los soldados del Tsahal 'tienen el gatillo f¨¢cil'. El ministro de Defensa, Benjamin Ben Eliezer, laborista en la coalici¨®n que preside el ultra Ariel Sharon, ha expresado su pesar por la muerte de los ni?os, pero no, en general, por el ataque a objetivos que dif¨ªcilmente pod¨ªan parecer amenazadores al Estado de Israel.

El primer caso se produjo en Gaza con las muertes sobrevenidas por el fuego de un blindado, donde falleci¨® una familia de cuatro miembros; el segundo fue el ataque de un helic¨®ptero a un coche en Cisjordania con cinco muertos; y el ¨²ltimo, cerca de Hebr¨®n, donde soldados de infanter¨ªa mataron a cinco civiles sin que hubiera objetivo alguno en las proximidades. En todos ellos se usaron medios de combate excesivos para el caso, injustificados para una actuaci¨®n preventiva, porque no hab¨ªa enemigo visible ni blancos propios que defender.

En una guerra, y tan especialmente viciosa como ¨¦sta, en la que la ocupaci¨®n de territorios que el mundo entero considera como ¨¢rabes y la salvaje acci¨®n del terrorismo palestino envenenan todo lo que tocan, no es sorprendente que se produzcan incidentes de esta naturaleza, aunque no por ello resulten menos condenables. Pero las circunstancias hacen hoy especialmente grave que se sucedan tantos errores, o lo que fuere, cuando tan s¨®lo hace unas semanas se hab¨ªa reanudado un entrecortado hilo de negociaci¨®n de una tregua. La parte palestina ha acusado por ello al Gobierno de Sharon de tratar de dinamitar cualquier contacto de paz, en momentos en que, por a?adidura, desde el pasado 4 de agosto no se ha producido ni un solo atentado suicida. A¨²n m¨¢s, desde la izquierda israel¨ª se ha dicho que a Sharon le interesa mantener un nivel moderado de violencia para que, de un lado, la componente laborista del Gobierno pueda seguir en ¨¦l, y, de otro, para que la mortandad anule cualquier idea de tregua, lo que podr¨ªa hacer caer al Ejecutivo por deserci¨®n de la derecha. Sea como fuere, esa investigaci¨®n es ahora m¨¢s urgente que nunca para que todo gatillo impulsivo se reprima, si es que se quiere dar alguna posibilidad para que se reanuden las negociaciones entre palestinos e israel¨ªes.