Refrescar la memoria

Me dirijo a usted porque creo que es conveniente que nuestros conciudadanos, sobre todo los m¨¢s j¨®venes, conozcan con exactitud aspectos no banales de nuestra transici¨®n y nuestra todav¨ªa joven democracia.

Durante las ¨²ltimas semanas, la actualidad ha estado marcada por el debate sobre la ilegalizaci¨®n de Batasuna, hasta el pleno celebrado el pasado d¨ªa 26 de agosto. Como diputado socialista, he le¨ªdo estos d¨ªas y escuchado en el pleno argumentos de todo tipo que no pretendo comentar en esta carta, salvo uno que me parece deplorable, por rastrero: 'Es hora de acabar con el santuario institucional del terrorismo', dicho con un tono tan electoralista que induce a pensar que hemos sido durante veinticinco a?os m¨¢s o menos unos flojos, unos pusil¨¢nimes, unos d¨¦biles en la lucha contra el terrorismo. 'Ya era hora -dicen algunos- de que se ilegalizara a los culpables del terrorismo'.

Escribo conteniendo la mala uva por lo tendencioso de este tipo de argumentos y con la intenci¨®n de refrescar la memoria (desde el primer d¨ªa, los dem¨®cratas espa?oles hemos luchado contra el terrorismo con total firmeza y entrega), y en segundo t¨¦rmino, defender el buen hacer de los Gobiernos socialistas.

Es preciso recordar que el Gobierno del PSOE se opuso a la legalizaci¨®n de Herri Batasuna como partido pol¨ªtico cuando ¨¦sta decidi¨® acogerse a la Ley de Asociaciones Pol¨ªticas abandonando la f¨®rmula de la coalici¨®n electoral que hab¨ªan utilizado hasta entonces. Solicitaron a principios de los ochenta su legalizaci¨®n como partido ante el Ministerio del Interior. El socialista Barrionuevo resolvi¨® que no proced¨ªa su inscripci¨®n como partido pol¨ªtico por la pr¨¢ctica de la mencionada coalici¨®n. Esta decisi¨®n claramente pol¨ªtica fue rectificada meses despu¨¦s por el Tribunal Supremo dando la raz¨®n al recurso planteado por la organizaci¨®n extremista y legalizando a HB como partido pol¨ªtico, en contra del criterio del Partido Socialista y del Gobierno de Espa?a.

Paradojas de la historia: el Tribunal que legaliz¨® a HB, en contra del criterio de los socialistas, es el que a?os despu¨¦s tiene que ilegalizarlo, porque as¨ª lo reclama el Parlamento.