Pinceles para escapar del 'corredor de la muerte'
El mexicano Mario Flores pinta cuadros para evadirse de la prisi¨®n en la que lleva 18 a?os en espera de una inyecci¨®n letal
Mario Flores es un hombre moreno con un p¨¢jaro en el hombro. Tambi¨¦n es una mujer que reza con una cruz entre las manos en posici¨®n suplicante, y un cuerpo envuelto en una s¨¢bana blanca. Desde el corredor de la muerte en una c¨¢rcel de Illinois (Estados Unidos), este mexicano de 37 a?os pinta cuadros que hablan de ¨¦l, de que quiere escapar como un p¨¢jaro, de que reza por ser libre aunque se sienta amortajado.
Los padres de Mario, Ramiro y Ana Mar¨ªa, est¨¢n recorriendo Espa?a mostrando los numerosos cuadros que comenz¨® a pintar su hijo ocho a?os despu¨¦s de ser condenado a la pena de muerte en 1985 por el asesinato del joven Gilberto P¨¦rez. Parte de sus obras ya han sido expuestas en Granada y M¨¢laga, y ahora se pueden ver en Madrid, en el Instituto de M¨¦xico. Ramiro Flores y Ana Mar¨ªa Urb¨¢n quieren ense?ar al mundo lo que su hijo siente condenado a morir por inyecci¨®n letal en el corredor, un lugar en el que ellos creen que no deber¨ªa estar.
Nadie les crey¨® cuando aseguraron que estaban cenando con Mario la noche que mataron a Gilberto P¨¦rez. Era la Nochevieja de 1983. Sus padres cuentan que ese d¨ªa, el cuarto de sus cinco hijos, que ten¨ªa entonces 18 a?os, le dej¨® el coche a tres amigos. ?stos iban circulando por Chicago cuando presenciaron un accidente de tr¨¢fico. Persiguieron al causante del choque, y al d¨ªa siguiente, ¨¦ste apareci¨® muerto en una callejuela, asesinado a tiros.
Ramiro y Ana Mar¨ªa no saben qui¨¦n lo mat¨®. Creen que pudo ser cualquiera, porque hab¨ªa otros sospechosos y la v¨ªctima estaba relacionada con el narcotr¨¢fico. Pero es su hijo el que est¨¢ preso porque varios testigos vieron su coche persiguiendo a Gilberto. La incompetencia del abogado defensor y las ganas de la polic¨ªa de Chicago por resolver pronto el caso son los motivos que llevaron a Mario a la c¨¢rcel, seg¨²n el presidente de la asociaci¨®n Vida y Libertad, Francisco de Paula, que acompa?a a los padres en su peregrinaje. 'A Mario Flores le dijeron que acusara al amigo al que le hab¨ªa prestado el coche', afirma De Paula, 'pero ¨¦l se neg¨® porque no estuvo all¨ª esa noche, no sab¨ªa qu¨¦ hab¨ªa pasado. A su amigo le ofrecieron libertad a cambio de acusar a Mario. Y lo hizo'.
Hace ocho a?os que un nuevo abogado del condenado pidi¨® una revisi¨®n del juicio, porque hay testigos que afirman que Mario no estaba entre los que persiguieron a Gilberto. Pero a¨²n no se ha celebrado la vista. De momento, no hay fecha para la ejecuci¨®n. El gobernador de Illinois, George H. Ryan, declar¨® en febrero de 2000 una moratoria en la aplicaci¨®n de la pena capital en su Estado, ya que all¨ª se ha condenado a muerte a 13 personas inocentes desde 1997. Ryan es la ¨²nica esperanza de los padres, ya que deja su cargo en enero y esperan que antes de irse, conceda a Mario la libertad.
Ana Mar¨ªa quiere que la gente se acerque a ver la obra de su hijo para conocerlo. '?l es muy animoso y sensato. Muchas personas le escriben a la c¨¢rcel y ¨¦l siempre responde. A trav¨¦s de sus cuadros y de sus cartas, da ¨¢nimos a la gente. Les dice: 'Hay que seguir luchando. Disfruten de la vida, que les queda mucho por hacer. No se equivoquen de camino'.
Su hijo encuentra, incluso, ¨¢nimos para sus padres cuando van a visitarle: 'Nos dice que nos cuidemos. Nos da energ¨ªa. Pero estamos desesperados. No encuentro palabras para definir lo que siento. No s¨¦ c¨®mo pedir ayuda. Es desesperante no poder hacer nada por ¨¦l. Nuestro dolor no ha disminuido en todo este tiempo, sino que aumenta. Pensar que va morir y no le puedo ayudar...'. A la madre de Mario, de 65 a?os, se le rompe la voz cuando recuerda los ¨²nicos momentos con su hijo en estos 18 a?os. 'Cuando vamos a visitarle, me lo llevan encadenado de los pies y las manos. Luego lo sientan y le ponen un candado en la espalda, y lo atan al suelo. Yo lo puedo abrazar, pero ¨¦l a m¨ª no. S¨®lo quiero que mi hijo pueda estrecharme entre sus brazos', reconoce.
El padre de Mario, un hombre tranquilo de 67 a?os, dice que su hijo es 'muy alegre, sentimental y caritativo'. Se llena de orgullo al decir que siempre ha sido muy estudioso, y que incluso se licenci¨® en Derecho en el corredor de la muerte. Cuando ve sus cuadros, Ramiro se pone triste, porque 'sus cuadros reflejan su deseo de libertad'.
El M¨¦xico natal de Mario, donde naci¨® y vivi¨® durante siete a?os, hasta que se mud¨® a Chicago con su familia, est¨¢ presente en sus cuadros. Los mercados a los que iba con su madre de peque?o, la pintora Frida Kahlo y los colores de su bandera son constantes en sus obras. Mario escribi¨® una vez: 'La pintura suprime mis sentimientos de rencor, distrae mi mente para no caer en la desesperaci¨®n y en la soledad'. Pero tambi¨¦n eso se lo han quitado. Ya no puede pintar. Le han trasladado recientemente a otra c¨¢rcel, a ocho horas de donde viven sus padres, y all¨ª s¨®lo puede hacer cuadros 'chiquitos', como dice su madre. Tampoco le dejan tener pinturas en su celda: tiene que ir pidi¨¦ndoselas a un vigilante conforme las va necesitando.
Los padres de Mario Flores dicen que ya est¨¢n 'grandes' para luchar, que les faltan las fuerzas. Ana Mar¨ªa espera un milagro para que, antes de enero, el gobernador Ryan deje libre a Mario o d¨¦ permiso para que se celebre un nuevo juicio. Hasta ahora se han nutrido del apoyo que le han prestado muchos ciudadanos para retomar las fuerzas perdidas hace ya a?os.
'Me gustar¨ªa que la gente escribiera a mi hijo, y tambi¨¦n al gobernador, porque as¨ª van a sacar a un hombre bueno de la c¨¢rcel. Si el gobernador recibe cartas, a lo mejor le tocan el coraz¨®n. Le pido a Dios que me d¨¦ fuerzas'. Como la mujer suplicante del cuadro que pint¨® Mario, Ana Mar¨ªa reza para poder abrazar de nuevo a su hijo.
Dos nombres y una esperanza
A¨²n no hay fecha para la ejecuci¨®n de Mario Flores. 18 a?os despu¨¦s de que fuera encarcelado, la esperanza tiene dos nombres: Joaqu¨ªn Jos¨¦ Mart¨ªnez y George H. Ryan. El primero estuvo en el corredor de la muerte durante 37 meses, y fue declarado inocente en un nuevo juicio celebrado en junio de 2001. Joaqu¨ªn Jos¨¦ estuvo, poco tiempo despu¨¦s de librarse de una muerte segura, en la exposici¨®n de los cuadros de Mario Flores celebrada en M¨¢laga, donde naci¨® la asociaci¨®n Vida y Libertad. Pero Ramiro Flores y Ana Mar¨ªa Urb¨¢n no tienen dinero para hacer la campa?a que hicieron los padres del espa?ol, ni para pagar a un gran abogado. Los ¨²nicos ingresos que llegan a casa de los Flores vienen del padre, que repara tel¨¦fonos. George H. Ryan es el gobernador de Illinois. Su poder para decidir sobre la vida de Mario Flores otorg¨¢ndole el perd¨®n es tan grande que ninguna corte estatal o federal puede cambiar su decreto. Los padres de Mario insisten en lo que les reconforta saber que la gente les apoya. Para pedir clemencia para su hijo puede escribir a George H. Ryan. Governor of Illinois. 207 State House. Springfield. Illinois 62706. Estados Unidos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Springfield
- Latinos
- Pena muerte
- Presos
- Pintura
- Sentencias condenatorias
- Artes pl¨¢sticas
- Minor¨ªas ¨¦tnicas
- Exposiciones
- Sentencias
- Prisiones
- Estados Unidos
- Derechos humanos
- M¨¦xico
- Centros penitenciarios
- Sanciones
- Agenda cultural
- Grupos sociales
- Etnias
- R¨¦gimen penitenciario
- Gente
- Juicios
- Cultura
- Proceso judicial
- Justicia