El blanco y la naturaleza inspiran los primeros desfiles de Cibeles
Lomba, Pernas y Del Pozo, entre otros, inauguraron ayer la Pasarela
La primera jornada de la Pasarela Cibeles con las propuestas para la primavera-verano 2003 ha discurrido con una discreta solvencia y algunos desajustes de rodaje en las nuevas instalaciones. Las tendencias imponen los colores claros, partiendo del blanco; el inveterado dominio del negro; brillos, y una fuente de inspiraci¨®n en los tonos de la naturaleza. Modesto Lomba, Roberto Torretta, Jes¨²s del Pozo, Agatha Ruiz de la Prada y Miguel Palacio protagonizaron ayer el primer desfile de la Pasarela.
Cibeles ha estrenado instalaciones en el Centro de Convenciones Norte de Ifema, con un aforo m¨¢s reducido aunque las largas colas de acceso han desaparecido. Ayer y hoy se ven los desfiles de los miembros de la Asociaci¨®n de Creadores de Moda de Espa?a, integrados en Cibeles.
Abri¨® Modesto Lomba (de la firma Devota & Lomba) con una colecci¨®n correcta y reposada basada en el blanco, el naranja, un verde manzana algo lavado, el negro y el marr¨®n. Y una l¨ªnea de dibujo discretamente entallada sobre la figura. M¨¢s sim¨¦trico que otras veces, con falsos bordados en blanco y unas chaquetas masculinas para ellas; en el hombre, destaca la propuesta de los pantalones amplios, blancos o negros, y las camisas ligeras de aire oriental.
Jes¨²s del Pozo empez¨® playero, con un estilismo algo err¨¢tico sin la l¨®gica del complemento. La ropa en s¨ª no mostraba demasiadas innovaciones con respecto a temporadas anteriores (llam¨¦moslo amablemente 'los factores del estilo en el creador') y su base era un decorado en vertical de rect¨¢ngulos deconstruidos sobre formas b¨¢sicas. Pozo us¨® el blanco tribal, el azul acero, marrones y arena con perforaciones, tajos y una compleja artesan¨ªa que culmina en un fuerte cosido a la vista. Lo mejor fue el traje final, muy imaginativo, que luci¨® Kurnikova en una base oro y siena donde se recupera, por un instante, el Del Pozo m¨¢s teatral y acaso el m¨¢s genuino, pues en todo lo visto hay muy poco de vendible.
Tras Del Pozo desfilaron Agatha Ruiz de la Prada (con claras referencias a Rabanne) y el gallego Antonio Pernas, que desconcert¨® por su frialdad y voluntad repetitiva en una colecci¨®n de acento urbano, con un rechazo expreso del adorno. Partiendo de materias nobles (seda, raso, muselina), Pernas llega hasta las ¨²ltimas tendencias del vaquero: muy ajustado y en tonos oscuros. Por la tarde, Roberto Torretta cristaliz¨® en esta colecci¨®n veraniega su inter¨¦s por la sensualidad con ingredientes canallas. El adagio de que 'lo cort¨¦s no quita lo valiente' este modista lo traduce por 'lo escotado no quita lo decente'. La colecci¨®n va del tono rosa maquillaje al negro pasando por el blanco y el oro; con frecuencia las prendas parecen un esquivo juego entre lencer¨ªa y exterior con el uso discrecional y acertado del raso, ese tejido mitificado, tan dif¨ªcil de coser, y que es el que m¨¢s se pliega a la sensualidad intencionada del dise?ador.
Para que todo no sea pecado, Torretta usa una batista bordada de las de anta?o en vestidos sueltos o en minifaldas ya no tan inocentes, y contin¨²a en su camino de usar las pieles para el verano, en este caso, cazadoras de cuero muy suave o el ante llevado a su expresi¨®n m¨¢s refinada y tratado como un tejido m¨¢s. El primer d¨ªa de desfiles lo cerr¨® Miguel Palacio.
Babelia
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