Tom¨¢s y el aplaus¨®metro
No pareci¨® importar ayer para nada la presencia, la casta ni las fuerzas de los anunciados como toros.
Lo que realmente interesaba a los asistentes que llenaban el recinto taurino, el cual estaba dividido en dos bandos, los poncistas y los tomasistas, era el aplaus¨®metro. El concepto que del arte de torear tiene Jos¨¦ Tom¨¢s revent¨® el medidor popular. Aunque la expresi¨®n de arte y la maquetaci¨®n fueron iguales en sus dos faenas, ser¨ªa en la segunda cuando alcanzar¨ªa el triunfo.
Belleza, cadencia y poder luci¨® el capote del de Galapagar en este enemigo. Con la muleta planchada y colocado frente al eje del toro. Concediendo distancia de acuerdo a las fuerzas del animal, desgran¨® series por ambas manos llenas de templanza, quietud y hondura, que calaron r¨¢pidamente en los tendidos. A destacar el toreo al natural, tray¨¦ndose toreado al toro, ajust¨¢ndosele a la nalga y vaci¨¢ndole atr¨¢s. S¨²mese a esto el valor sereno que posee el diestro madrile?o. S¨®lo un pero, que no es peque?o, los del Torre¨®n, am¨¦n de descastados, sin presencia y con las fuerzas justas eran tontos del bote. Los aficionados se preguntaban qu¨¦ hubiera sido de aquella faena si realmente la materia prima hubiera existido.
Torre¨®n / Ponce, Tom¨¢s, Marcos
Toros de El Torre¨®n, justo de fuerza, descastados, nobles y sospechosos de pitones. Enrique Ponce: oreja; oreja. Jos¨¦ Tom¨¢s: ovaci¨®n y saludos; dos orejas. Leandro Marcos: ovaci¨®n y saludos; dos orejas. Plaza de toros de Valladolid, 13 de septiembre, 7? de feria. Lleno.
La primera faena de Enrique Ponce fue todo un monumento al pico de la muleta. Un ramillete de series y adornos con la etiqueta de enga?abobos. En el otro no cambi¨® de argumento, aunque disimul¨® mejor en algunos de sus pasajes. Cabe destacar que la m¨¢xima ovaci¨®n la consigui¨® tras abanicar por la cara al ya cascado animalito.
Leando Marco ech¨® todo lo que llevaba dentro en el que cerr¨® festejo. Arreado por lo presenciado a sus compa?eros, desgran¨® todo lo mejor que lleva dentro.
Por fin, y aunque falt¨® la materia prima, el personal sali¨® hablando de toros. Otros optaron por observar la salida de los tres toreros a hombros.
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