Espa?a no dar¨¢ pruebas a EE UU contra Binalshibh si sirven para condenarle a muerte

La detenci¨®n en Karachi (Pakist¨¢n) de Ramzi Binalshibh, el cerebro de los atentados del 11-S que coordin¨® en Tarragona una cumbre con varios de los pilotos suicidas semanas antes del ataque, dificultar¨¢ la entrega a EE UU de la investigaci¨®n judicial sobre estos hechos desarrollada en Espa?a, ya que la justicia norteamericana pretende utilizarla en un proceso que puede conducir a la pena de muerte del terrorista yemen¨ª. Guillermo Ruiz Polanco, el juez que tramita la petici¨®n de auxilio, condicion¨® y cuestion¨® hace meses el env¨ªo de esta informaci¨®n.

Los obst¨¢culos en el terreno judicial contrastan con la estrecha colaboraci¨®n policial desplegada para la investigaci¨®n del caso. Toda la informaci¨®n recabada por la polic¨ªa y la Guardia Civil espa?olas sobre la presencia de los terroristas suicidas en Espa?a se ha remitido al instante al FBI. Los agentes norteamericanos han estado presentes en los interrogatorios de todos los testigos y se les ha permitido filmar en v¨ªdeo cada uno de los escenarios que recorri¨® el egipcio Mohamed Atta. Adem¨¢s, los especialistas que interrogan a Ramzi Binalshibh manejan los informes oficiales espa?oles.

La reconstrucci¨®n de los pasos por Espa?a del egipcio, jefe del comando suicida, y de Binalshibh, al que Colin Powell, secretario de Estado norteamericano, ha calificado como 'un pez gordo' de Al Qaeda, ser¨¢ una pieza clave del juicio contra el terrorista yemen¨ª de 30 a?os para el que los fiscales norteamericanos pedir¨¢n la pena de muerte. En una entrevista a la televisi¨®n ¨¢rabe Al Yazira, el propio Binalshibh reconoci¨® d¨ªas antes de ser detenido que en la cumbre celebrada en Tarragona en julio de 2001 se dieron ¨®rdenes y se decidieron los ¨²ltimos flecos del atentado terrorista del 11 de septiembre contra las Torres Gemelas y el Pent¨¢gono.

La petici¨®n de ayuda judicial a los jueces espa?oles fue solicitada hace un a?o por los fiscales del distrito oriental de Virginia, del distrito meridional de Nueva York y la divisi¨®n Penal del Departamento de Justicia de EE UU que siguen un proceso contra Zacar¨ªas Moussaoui, franc¨¦s de origen marroqu¨ª y hasta ahora el ¨²nico imputado por el 11-S. Un detenido para el que la acusaci¨®n p¨²blica norteamericana tambi¨¦n pide la pena capital. A Binalshibh se le incluir¨¢ ahora en la misma causa en la que se juzgar¨¢ a los colaboradores (los 19 autores materiales de los atentados est¨¢n muertos) de los 3.025 asesinatos que provoc¨® el ataque.

El juez Guillermo Ruiz Polanco, titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 1 de la Audiencia Nacional, cumplimenta la comisi¨®n rogatoria en la que se ha acumulado toda la investigaci¨®n sobre la estancia de los pilotos suicidas en Espa?a. Pero esta informaci¨®n s¨®lo podr¨¢ ser utilizada por los tribunales norteamericanos con determinadas condiciones o limitaciones. Las pruebas contra Binalshibh acumuladas en Espa?a no podr¨¢n ser empleadas por los jueces o fiscales estadounidenses sin el compromiso de la Administraci¨®n de Bush de que en ning¨²n caso servir¨¢n para condenar a la pena capital a los procesados.

As¨ª se expres¨® el juez Ruiz Polanco en una providencia remitida el pasado mes de mayo a Eduardo Fungairi?o, fiscal jefe de la Audiencia Nacional. El 26 de junio, el fiscal Pedro Rubira firm¨® un escrito en el que rechazaba esta solicitud porque, seg¨²n su interpretaci¨®n, la ayuda judicial se refiere a las investigaciones sobre la presencia en Espa?a de Mohamed Atta. 'Resulta at¨ªpico pedir a las autoridades de EE UU que den garant¨ªas de no aplicar la pena de muerte a una persona ya fallecida'.

El fiscal se?alaba que si lo que pretende el juez es una declaraci¨®n de principios 'de que toda diligencia solicitada a EE UU debe ir acompa?ada de un compromiso de no utilizaci¨®n de la pena de muerte, ¨¦sta no es la comisi¨®n rogatoria adecuada al haber fallecido la persona objeto de la comisi¨®n [Mohamed Atta]'. Rubira a?ad¨ªa que en la asistencia jur¨ªdica mutua entre ambos pa¨ªses 'no existe norma que limite la cooperaci¨®n por causa de la pena de muerte' y asegura que Estados Unidos no ha pedido ninguna ayuda judicial a Espa?a 'que vulnere nuestro Estado de derecho'.

Pero la detenci¨®n de Binalshibh modifica la situaci¨®n, ya que en los informes policiales espa?oles recogidos por la comisi¨®n rogatoria hay numerosos datos que le incriminan en la reuni¨®n previa al atentado del 11-S. Ya no se trata de una persona fallecida como Mohamed Atta, tal como dec¨ªa la fiscal¨ªa en su escrito, sino del cerebro y coordinador del atentado detenido en Pakist¨¢n el mismo d¨ªa en que se cumpl¨ªa el primer aniversario del ataque y al que en la investigacion judicial espa?ola se dedica especial atenci¨®n.

Fuentes judiciales se?alan que la Constituci¨®n Espa?ola proh¨ªbe la pena de muerte y destacan que los magistrados de la Audiencia Nacional no pueden contribuir con un solo dato a un proceso que puede conducir a la silla el¨¦ctrica a Zacar¨ªas Moussaoui, de 33 a?os, y a Ramzi Binalshibh. Un conflicto similar se plantear¨¢ con los jueces alemanes que tramitan otra comisi¨®n rogatoria de sus colegas norteamericanos, ya que el yemen¨ª y el egipcio resid¨ªan juntos en un piso de Hamburgo y la polic¨ªa BKA alemana ha acumulado numerosas pruebas en su contra. La batalla legal parece asegurada.

La Uni¨®n Europea, que negocia su tratado de extradici¨®n con EE UU, ya ha anunciado a trav¨¦s de su portavoz que no habr¨¢ extradiciones que puedan suponer la aplicaci¨®n de la pena capital.